Atlético de Madrid | Una victoria de 55 horas

simeone y los jugadores del Atlético de Madrid celebran su victoria 5-2 en el derbi. EFE/Sergio Pérez

Majadahonda (Madrid), 28 sep (EFE).- “Lo que se hizo en el partido fue lo que buscamos”, valoró Diego Simeone, el entrenador del Atlético de Madrid, tras un triunfo incontestable y reluciente contra el Real Madrid, construido contra el tiempo, en apenas 55 horas del primer entrenamiento del jueves hasta el final del partido del sábado, con una recuperación prioritaria, un inicio potente, un plan marcado y la ejecución perfecta de sus futbolistas.

“Con ganas de descansar y este jueves, a partir de las nueve o diez de la mañana, empezaremos a pensar en el rival”, exponía el técnico en la medianoche del miércoles, recién remontado el Rayo con un triunfo potente e indispensable, con el desgaste que supuso física y mentalmente la derrota parcial por 1-2 en el minuto 78 que lo llevó hasta el límite, hasta el golazo final de Julián Alvarez que estableció el 3-2 final.

A la 23:29 horas del miércoles concluyó ese partido en el Metropolitano. “Siempre el ganar hace mucho mejor la recuperación”, expresó entonces Simeone. En 64 horas y 46 minutos esperaba el Real Madrid. Quitando las horas de dormir hasta el entrenamiento del día siguiente, a las 11:00 horas en el Centro Deportivo de Majadahonda, desde esa sesión quedaban 53 horas para regenerar, planificar y preparar el comienzo del derbi crucial del sábado.

El entrenamiento del jueves, como siempre, atendió a la recuperación de los que fueron titulares once horas y media antes (Jan Oblak; Nahuel Molina, Marcos Llorente, Robin Le Normand, David Hancko, Javi Galán; Pablo Barrios, Koke Resurrección, Conor Gallagher; Antoine Griezmann y Julián Alvarez) más Nico González y Giuliano Simeone, con una carga importante, rotados en el once inicial ante el Rayo y repuestos en la alineación del sábado.

Toda esa base del once (de esos 13 futbolistas, nueve comenzaron desde el inicio el duelo contra el Real Madrid de 53 horas después) trabajó en el gimnasio. Sobre el césped se ejercitaron el resto, de los que Clement Lenglet, que descansó de inicio ante el Rayo, y Alexander Sorloth, sancionado en ese encuentro por su expulsión en el anterior choque contra el Mallorca, también formaron en el once titular frente al conjunto blanco.

La recuperación era esencial, ante un esfuerzo como el que se venía encima. Además, el partido del sábado era el quinto en apenas 14 días (tras el 2-0 al Villarreal, el 3-2 en Liverpool, el 1-1 en Mallorca y el 3-2 al Rayo Vallecano), pero también el tercero de los cuatro que encara el Atlético en nueve días: del 21 de septiembre, cuando jugó en Son Moix, hasta este martes, 30 de septiembre, cuando recibirá al Eintracht Fráncfort en la Liga de Campeones.

El entrenamiento del viernes pasó de la mañana a la tarde, al estadio Metropolitano, antes de quedar concentrados para el encuentro en un hotel de la capital madrileña. Más recuperación: los citados titulares contra el Rayo apenas permanecieron unos 20 minutos sobre el terreno de juego con ejercicios de recuperación para llegar en las mejores condiciones al encuentro del día siguiente. A las 19.00 fue la sesión. A las 16.15 del día siguiente, 21 horas y 15 minutos más tarde, estaba previsto el inicio del derbi.

“Antes de empezar el partido, les pregunté a los jugadores: ¿de las cosas importantes verdaderamente en su vida, hay algo que funciona mal? Todos me dijeron ‘no’”, contó Simeone tras la victoria por 5-2 de las horas previas al inicio del choque.

“Entonces, jueguen y diviértanse. Están en un momento extraordinario, la vida del futbolista pasa muy rápido y estos partidos no vuelven”, transmitió Simeone a sus jugadores, con el plan ya completamente trazado para abordar al Real Madrid, una vez superados el proceso de recuperación, identificación de los errores y preparación.

Las rupturas por afuera y los remates de Sorloth

La sorpresa del once fue Alexander Sorloth. El delantero, sancionado contra el Rayo Vallecano por su expulsión frente al Mallorca, no había jugado de inicio ninguno de los últimos cuatro encuentros, su rendimiento había estado por debajo de las expectativas, no marcaba desde la segunda jornada contra el Elche… Y fue la elección de Simeone para el ataque. Ni Álex Baena ni Giacomo Raspadori ni Antoine Griezmann. Fue Sorloth.

“Hubo un camino por donde sabíamos que podíamos hacerle daño: aparecieron las rupturas por afuera de Nico, de Giuliano, de Barrios, de Julián sacando siempre a los centrarles afuera y dejando a Álex dentro del área para que podamos llegar a generar situaciones de goles”, explicó a ‘Dazn’ el técnico, que también diseñó un inicio potente, de presión sobre el Real Madrid, al que aplacó desde los primeros instantes del duelo.

“El equipo empezó fuertísimo, muy claro con la idea, muy contundente con los pasajes en transiciones por los costados para tener superioridad numérica, generar gente dentro del área para crear situaciones de gol y peligro, córner uno detrás del otro para generar vértigo…”. En el minuto 14, Robin Le Normand culminó un centro de Giuliano Simeone desde la banda derecha, después de una acción de estrategia en una falta lejana.

La respuesta del Real Madrid fue pura eficacia: 1-2. De repente. Un nuevo error en el segundo gol. Un partido de nuevo en contra para el Atlético, que se ha adelantado en el marcador en todos y cada uno de los encuentros hasta ahora en LaLiga (ganó tres, empató tres y perdió uno, en la primera cita ante el Espanyol, al que vencía por 0-1).

La determinación del plan

“El segundo gol nos hizo daño, porque estábamos en un buen momento, pero no cambió la búsqueda. El equipo siempre supo el partido que quería hacer. Aún cuando recibió dos goles, el equipo no cambió la búsqueda del partido que se vio”, repasó Simeone.

En aquel momento, al borde del minuto 36, cuando Arda Güler anotó el 1-2 en una secuencia que empezó con un pelotazo de Dean Huijsen casi desde la línea de fondo y un mal despeje en el otro campo de Robin Le Normand, el Atlético había rematado seis veces, dos a portería, por una única de su rival que fue el 1-1 (el 1-2 gol fue el segundo tiro), había lanzado cuatro saques de esquina y era superior sobre el terreno de juego.

Sorloth empató después al borde del descanso, con un centro de Koke Resurrección. Era el minuto 47:01. El tiempo añadido fijado era de siete minutos, hasta el 52. El plan era buscar a Sorloth “para que pueda hacer un gol”. “Pudo haber metido dos goles más porque tuvo dos situaciones que Courtois para una muy bien y la otra se la saca Militao”, dijo Simeone tras el encuentro. El noruego suma 26 goles en 60 partidos, 25 de inicio.

«Un par de teclas en el descanso»

Al descanso, 2-2. “El ‘míster’ tocó un par de teclas, porque ellos juntaban mucha gente en su banda izquierda y nuestra derecha. Y ahí es lo que hicimos un poco: juntar más gente porque ellos juntaban mucha gente. Mbappé, de delantero, bajaba a jugar, intentaban sacar a Robin de zona para que rompieran a su espalda y creo que ahí fue una de las claves que hizo que estuviéramos un poco más ordenados a la hora de defender”, explicó Koke Resurrección, el capitán, el guía del medio campo, en declaraciones a ‘Dazn’ después del choque.

Detectado ese problema, el Atlético acumuló mas gente en la derecha en la basculación marcada hacia ese lado. Por ahí, en las primeras acciones del primer tiempo, surgieron no sólo Marcos Llorente o Giuliano Simeone, sino también Koke, Pablo Barrios e incluso Nico González para impedir el desarrollo del juego del conjunto blanco por ese flanco.

«Jugar y buscar la espalda»

“Y luego, la personalidad para jugar. Es un partido que vas a muchas revoluciones y hay que darle calma al fútbol. Y eso es lo que intentábamos: jugar, no tirar el balón, buscar las espaldas de ellos, porque sabíamos que Carvajal salía mucho, a la hora romper con Nico, que tiene mucha fuerza, romper con Julián, Sorloth ha hecho un partidazo fijando a los centrales. Cuando tirábamos centros hacíamos mucho daño”, abundó Koke.

Julián Alvarez marcó el 3-2 al inicio de la segunda parte, al transformar un penalti. Es el lanzador. No hay duda ni siquiera con la pena máxima que había fallado una semana antes en Mallorca. Lo volvió a tirar contra el Real Madrid. Y marcó el 3-2. El 4-2, sobrepasada la hora de juego, fue de falta directa.

Otra de sus especialidades. Entonces, del 1-2 al 4-2, el Atlético había doblado sus remates: 13 ya contaba, siete a portería. El Real Madrid sólo lanzó uno más: tres por los dos con los que se adelantó en el marcador en el minuto 36. Era el 63 ya.

Por delante en el marcador, cambiado después Alexander Sorloth por Conor Gallagher, el conjunto rojiblanco ya no permitió ni una ocasión más del Real Madrid, a lo largo de 33 minutos aún de juego.

Y anotó el 5-2. En su única ocasión desde el 4-2 al 5-2, con el reencuentro goleador de Antoine Griezmann en LaLiga… 22 partidos después. La racha negativa empezó precisamente ante el Real Madrid, en el 1-1 del 8 de febrero.

Iñaki Dufour

 

 

 

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