Ateneo de Valera fue siempre sinónimo de cultura y valores ciudadanos

 

El Ateneo de Valera ha sido base de conocimientos, de capacidad para transmitir y crear cultura, lo cual le acredita para que los valeranos le tengan como sinónimo de ciudadanía total. Mantuvo siempre sus puertas abiertas al pueblo el cual debe seguir siendo su mejor baluarte, su mejor inspirador. Cumple 68 años (9-12-1950) en el peor momento de su historia.

 

Elvins Humberto González

elvins2020@hotmail.com

El Ateneo de Valera y la cultura siempre han ido de la mano a pesar de tantos intentos por separarlos. El Ateneo de Valera nace como tal el 9 de Noviembre de 1950, «No por Decreto, sino como por la necesidad sentida de los valeranos y la articulación de esfuerzos de los diversos grupos de la comunidad» según lo narra el Presbítero Juan de Dios Andrade, en el texto dedicado a los 25 años de este espacio cultural de Las Siete Colinas.

El Ateneo es una creación de la comunidad valerana. Aura Salas fue la coordinadora de todos los esfuerzos y de todos los sacrificios para consolidar la institución y transformarla en creadora de cultura. A partir de 1950, año en que se fundó el actual Ateneo (ya en 1905 se funda lo que significó el primer Ateneo regional y uno de los primogénitos del país) fue trabajando sin descanso, con auténtica devoción de maestra que conoce lo que es cultura. El Ateneo pasó 12 años en un edificio municipal, donde se desarrolló una intensa labor cultural a base de equipos. Allí fueron celebrados con gran esplendor los cuatricentenarios de Trujillo y Mérida. Se hicieron exposiciones de pintura, conferencias y presentaciones teatrales. Por allí pasaron los hombres más brillantes de Venezuela: Uslar Pietri, Picón Salas, Prieto Figueroa, J.A. Calcaño, Oscar Zambrano Urdaneta, Dr. Marcos Miliani, Dr. Joaquín Gabaldón, Dr. Pedro Rincón Gutiérrez, Dr. Rafael Gallegos Ortiz, Acosta Saignes, Sergio Antillano, etc.

En ese primer local se hizo la campaña para lograr una sede propia. La consigna del Dr. J.C. Arellano: “Valeranos: no olvidar, una sola consigna, un solo pensamiento. Valera necesita un edificio para su Ateneo” sostenida tenazmente por los doctores Julio César Arellano, Jacob Sénior y los profesores Aura Salas Pisani y Rafael Ángel Espinoza, motivó e impulsó el ánimo de la ciudadanía a prestar el aporte necesario para la construcción del edificio. Se adquiere un terreno en La Plata. El Dr. Marcos Miliani elabora los planos. El Dr. La Corte, gobernador de Trujillo, construye el auditorium. El 28 de abril de 1962, se muda el Ateneo a la nueva sede, aunque inconclusa. Hace algunas publicaciones tales como la revista Cosmos, Cuadernos de las Colinas, segundo tomo de los Anales de Valera, el Boletín Mensual, la Hora Radial. Realiza algunas campañas: Una segunda Convención de Ateneos, Cursos de extensión universitaria, Ciclos de Conferencias, Semana del Inciba, exposiciones, conciertos, grupos de danzas, cursos culturales, cursos del Inces, creación del Cine Club, formación del Grupo Martes, edificio de la Biblioteca Pública, los programas radiales semanales: Hablemos y Cita Semanal, campaña para lograr el Núcleo Universitario, la construcción del albergue turístico, campaña Pro Casa Salvador Valero, participación activa en el sesquicentenario de Valera. Logra que la ULA elabore un estudio económico sobre Valera, realiza un Festival del Libro, un Encuentro de Poetas, el Festival Mozart.

 

Desde hace 10 años esta casa de la cultura se vino a menos. Es hora de su rescate

Primera directiva

Su primera Junta Directiva nombró, como Presidente a Mario Valecillos Añez, Ignacio Martín Burk Vicepresidente, Roberto Vethencourt Asesor Jurídico, José Jesús Castellanos Secretario General, Jacob Sénior Secretario de Relaciones Interiores, Irma Barreto Miliani Secretaria de Actas; Manuel Isidro Molina Comisionado de Prensa y Propaganda; Vocales: Mario Urdaneta, Efrén Colmenares y Ernesto Jerez Valero.

Esfuerzo de la comunidad

Siempre fue la casa de todos, el lugar de encuentro de Valera donde cabíamos todos.

El Ateneo de Valera representa un esfuerzo de nuestra comunidad, con luchas y acciones constantes de trabajo colectivo, todo a base de unión, y hasta de un vivir en trances de angustia y preocupación que, en oportunidades lo llevó y mantuvo dentro de riesgosas expectativas, producto de sorpresivos asechos inescrupulosos que por su dudosa y baja procedencia, parecía que le hacía perder fuerza en la lucha tenaz por estructurarlo definitivamente. Sin embargo, en aquel entonces, pudo más la unión férrea de todos, en  un ámbito ateneísta, donde vibró siempre un movimiento espiritual orientado y canalizado por un “esfuerzo creador” que era de todos, y en donde no hubo nunca forzada afectación, ni intereses individuales o de grupo. Desde su nacimiento surgió un afán y actitud de trabajo creador y vocación de servicio, con profundo contenido humano, con el mayor respeto hacia la libertad creadora, inspirados en aquella definición tan elemental que la cultura es el hombre, derivada de las normas de la más alta pedagogía del espíritu y de la acción intelectual. Estos objetivos fueron la base del movimiento ateneísta valerano y todos los ateneístas a una voz, se han aprestado siempre para defender, argumentar sanos principios en pro de nuestra principal casa cultural. Así fue el Ateneo, guiado por una clara doctrina de la verdadera cultura.

Una identificación que unió a toda una comunidad

Siempre de puertas abiertas

El Ateneo mantuvo siempre sus puertas abiertas al pueblo que fue, ha sido, es y debe seguir siendo su mejor baluarte, su mejor inspirador, su mejor defensor durante los 68 años a cumplir en el 9 de noviembre próximo. Ha estado abierto a la juventud estudiantil y a los gremios obreros. Durante más de una década ya bajo la gerencia de Marlene Briceño y otro excelente equipo que siempre le acompañó, fue sede de los grandes festivales internacionales de teatro y del Encuentro Iberoamericano de Ateneos, entre muchos otros logros.

El Ateneo ha sido base de conocimientos, de capacidad para transmitir y crear cultura, lo cual le acredita para que los valeranos le tengan como sinónimo de ciudadanía total.

El Ateneo de Valera representa un esfuerzo de nuestra comunidad, con luchas y acciones constantes de trabajo colectivo, hasta asegurar físicamente la estabilidad de esta Institución

Hay que rescatar al Ateneo. Hoy día excitamos las fibras de la sensibilidad y la cuota de sacrificio que le corresponde aportar a los buenos valeranos que en verdad les debe doler su pueblo ultrajado

Siempre fue de puertas abiertas para todos

El espíritu luchador de Aura Salas Pisani

INVOCAMOS de nuevo el espíritu luchador y tenaz de la maestra Aura Salas Pisani, ella fue su partera, alma, nervio y corazón de este centro de cultura trujillano. Por sus directivas han desfilado personas de gran integridad moral tales como Jacob Sénior, el arquitecto Miliani, Raúl Díaz Castañeda, Mario Valecillos, la Dra. Guerrero, el profesor Oscar Portes, Marlene Briceño, Padre Juan de Dios Andrade y otros cuantos que se nos escapan.

Aura Salas Pisani, su espíritu luchado hoy día hace mucha falta

TODOS ELLOS arañaron aquí en Valera y mendigaron ante las altas autoridades de Caracas para dotarlo de sede propia y de una zona rentable, y lo lograron a costa de muchas súplicas. El ágora tuvo su sede y desde allí empezaron a sembrar cultura, en todas sus accesiones y por todos los ámbitos del estado.

PERO A principio de los años 80, inesperadamente surgió un pirata aguerrido enarbolando en sus galerías la bandera de la calavera y de las tibias y comenzaron a mancha la imagen de la Casa de la Cultura de Valera, y se presentó un declive de neutro Ateneo y de la cultura. En esa oportunidad ese espíritu de Aura Salas Pisani salió de nuevo al ruedo y se erigió con fuerza y sabiduría para rescatar la institución por la cual tanto había luchado de las garras de los depredadores.

DESDE HACE unos 10 años aquella historia se ha repetido. Ahora con un ingrediente adicional, dañino como lo es la política y de nuevo el Ateneo cayó en profundo abismo del cual aún no ha podido levantarse. Lucha por sobrevivir en medio del fango.

Pues bien, teniendo al frente este panorama gris, creemos que es hora que Valera entera salga a rescatar su Ateneo del foso profundo de la mediocridad y de la estulticia para llevarlo nuevamente al centro de la cultura para lo cual se creó.

Hay que rescatar al Ateneo. Hoy día excitamos las fibras de la sensibilidad y la cuota de sacrificio que le corresponde aportar a los buenos valeranos que en verdad les debe doler su pueblo ultrajado.

LA INQUIETUD queda en el aire y esperamos una reacción favorable para el rescate definitivo del Ateneo de Valera, de lo contrario la cultura seguirá en manos de complejas frustraciones. Ojo, señores autoridades municipales, esto va con ustedes también, en sus manos está (y lo saben) el comenzar a edificar una pronta y fructífera solución ante tanta indolencia que en más de una década ha destrozado el corazón cultural de, ¡Valera, tu ciudad, mi ciudad, la ciudad de todos! Por eso pedimos que entre todos volvamos a invocar el espíritu de lucha de Aura Salas y tantos forjadores que le dieron brillo a la cultura, a la educación, a los valores y ciudadanía.

 

 

*Referencias y Consultas: Dr. Raúl Díaz Castañeda, Lic. Marlene Briceño, Cronista Luis González, Archivos Diario de Los Nades y Diario El Tiempo.

 

 

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