Hoy, 9 de noviembre, cumple 70 años el Ateneo de Valera, y los cumple con los resonantes sístoles que llenaron el pecho de sus fundadores, valeranos nativos o de adopción, que no se resignaron a la compraventa, a la anquilosada espiritualidad y a la quisicosa de la política de poco vuelo, para en la oscuridad cultural que a Venezuela le caía con una más de las penúltimas dictaduras que la han escarnecido a lo largo de su muy escabrosa historia, abrirle ventanas airosas a las alas de la imaginación maravillosa, la sensibilidad creativa, la libertad de pensamiento y la tolerancia a las ideas expresadas dentro de un marco de respeto al otro.
A pesar del acoso destructivo que a lo ancho y largo del país han sufrido las organizaciones culturales en los últimos 20 años, el Ateneo de Valera ha permanecido vigoroso por la voluntad inquebrantable de algunos de sus miembros, a quienes no ha arredrado el secuestro arbitrario de su sede, porque el Ateneo de Valera no es un edificio de cemento y cabilla, sino una solida estructura de la inteligencia espiritualizada al servicio de nuestra ciudad y de nuestra región, al margen de ideologías circunstanciales o de intereses partidistas, es un ágora ubicuo para la escucha, la reflexión sustentada y la búsqueda de soluciones consensuadas para los problemas que obstaculicen el avance social colectivo, es un andamiaje para lo que viene llamándose capital social.
Lo que se dio en expresión cultural en el bicentenario de Valera, fue producto de lo que con otro nombre lograron miembros de ese Ateneo, y lo que ha sido mostrado en los últimos años en el auditorio de la Clínica UGA, donde los profesores Romascanu Popescu no dejaron morir el exitoso movimiento cultural trujillano, y las conferencias que tuvieron lugar en el auditorio de la Sadet, y las expresiones artísticas en la sala de Acoinva y en el gran hall del Centro Comercial Plaza, y las muchas reuniones en los ambientes de la UVM, y fueron publicados varios interesantisimos libros electrónicos, actividades que recibieron un apoyo irrestricto de Diario de los Andes, cuya edición Táchira también cumpleaños hoy, cuando podremos decir como en el Don Juan: Lo muertos que vos matais gozan de buena salud.