Ataques a la libertad de prensa en Venezuela son una política de estado

La falta de acceso a la información pública, el hostigamiento judicial, la persecución y el cierre de medios se mantiene en el país

Foto archivo: Cortesía El Diario

Por Dayrí Blanco / El Carabobeño

La libertad de prensa en Venezuela no deja de ser vulnerada. El país destaca en la región por atacar este derecho como parte de una política de estado que sigue con su objetivo de intimidación y persecución judicial contra los periodistas.

El balance es alarmante. “Si bien hay países en los que asesinan periodistas, aquí en Venezuela hay una beligerancia pública contra los comunicadores y una articulación de distintos órganos del estado en contra de los periodistas”, resaltó el director de la ONG Espacio Público, Carlos Correa.

Se trata de una política dirigida desde el Ejecutivo, con representaciones en el Poder Judicial y el Ministerio Público, con el fin de reducir las voces críticas contra el gobierno nacional. Es así como Venezuela fue el único país en cerrar durante 2022 más de 100 emisoras radiales.

Este 3 de mayo se celebra el Día Mundial de la Libertad de Prensa, una iniciativa de los países miembros de la Unesco en 1993, con la idea de fomentar la libertad de prensa en el mundo al reconocer que una prensa libre, pluralista e independiente es un componente esencial de toda sociedad democrática, pero en Venezuela “la salud de la libertad de prensa demuestra la salud de la democracia y, por eso, en nuestro país están tan comprometidas ambas cosas”, aseguró la directora ejecutiva del Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) Venezuela, Marianela Balbi.

Evidencias claras

Los reportes de 2022 y de los primeros meses del 2023 de IPYS demuestran que se ha profundizado en la criminalización del ejercicio periodístico en Venezuela, con la eliminación de más espacios para el libre flujo de la información.

“Como bien dijo el poeta Rafael Cadenas, estamos en ayuno de información”, expresó Balbi al recordar los 257 casos de vulneraciones a las libertades informativas entre enero y diciembre de 2022 en entornos tradicionales y digitales.

 

Marianela Balbi, directora ejecutiva de IPYS Venezuela (Foto cortesía Tal Cual)

 

También persistió el hostigamiento judicial, con 29 casos contabilizados, entre los que se incluye la citación de la Zona Operativa de Defensa Integral (ZODI) de Carabobo a parte del equipo periodístico deEl Carabobeño, en junio de 2022, para pedir la revelación de fuentes informativas en un trabajo de investigación realizado sobre la paralización, en ese momento, de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales La Mariposa.

“Esta es una tendencia y un patrón en el que los periodistas son víctimas de arbitrariedades de violaciones al debido proceso y, sobre todo, de hostigamiento para ejercer presiones contra estos trabajadores la prensa para callar denuncias y ocultar situaciones que son de interés público”.

Correa destacó que en el país persiste la descalificación pública, la intimidación, especialmente ene momentos de coberturas de eventos de calle, y los mecanismos de persecución judicial y violencia institucional que se mantienen como un patrón importante.

Realidad venezolana

El cierre de 107 emisoras que salieron del aire por órdenes de la Conatel (Comisión Nacional de Telecomunicaciones), fue un hecho determinante de vulneración de la libertad de prensa, al clausurarse espacios muy relevantes, en los que el ciudadano tenía posibilidad de estar informado.

A todo esto se suman los 62 casos de criminalización de la labor periodística y de campañas de desprestigio y desinformación, por parte de actores del poder, “lo que demuestra la intencionalidad de minar la credibilidad en la prensa”, junto a la instauración del discurso estigmatizante contra los periodistas que provocó agresiones físicas y verbales que, en 55 de los casos registrados por IPYS, fueron ejecutadas por funcionarios de las fuerzas policiales y militares.

“También vemos un repliegue muy peligroso durante la cobertura y la labor de reportería de los periodistas en Venezuela, eso también nos llama mucho la atención porque está demostrando un ambiente y una sensación de mucho temor y de mucha autocensura, además de las restricciones de acceso a la información, básicamente relacionadas con cubrir protesta ciudadana”.

Las restricciones en internet siguen, fundamentalmente los bloqueos de páginas web de medios de comunicación, hackeos y otros ciberataques, “y estamos viendo, en general, cómo en la prensa independiente no podemos hablar de una normalización de la situación, porque en Venezuela no existe normalización de la libertad de prensa y eso lo estamos viendo con los hechos registrados a diario”.

Para el director de Espacio Público son tres ejes fundamentales que demuestran las vulneraciones a la libertad de prensa: la falta de acceso a la información, la ausencia de datos y los problemas para difundir las informaciones.

 

Carlos Correa, director de la ONG Espacio Público (Foto EFE)

 

“Por las graves restricciones al acceso a la información pública, una de las tareas de los periodistas es construir la información porque, ante la ausencia de datos, deben hacer grandes esfuerzos para tener datos básicos alternativos… El gran desafío es cómo llegar y hacer cobertura de estos temas y hacérselos llegar a la gente, porque los patrones de consumo de medios han cambiado, los periodistas están trabajando muchas veces en medios y portales basados en web y los problemas de conectividad hace que el alcance sea menor”.

Libertad de prensa: un ideal en Venezuela

Ante todo este panorama desalentador, desde la ONG Espacio Público se plantea como ideal que existan condiciones para que los medios de comunicación existan.

“Que se puedan impulsar nuevos proyectos y generar diversidad y pluralismo… Pero lo que ha ocurrido es que tenemos un sistema de medios menos plural, con menos debate y no se cumple la función social que está llamada la libertad de expresión, que es mejorar las condiciones de vida de la gente a partir del escrutinio de los asuntos públicos”, sentenció Correa.

En el Día Mundial de la Libertad de Prensa la exigencia desde IPYS es que existan garantías para el ejercicio libre del periodismo independiente, y un debate en torno a la necesidad de restablecer condiciones para afrontar contextos electorales que vienen en futuro próximo, “porque sin medios libres no podemos afrontar la normalización y las garantías de unos procesos electorales a los que tenemos derecho”.

Balbi resaltó que es importante que en todo escenario de negociación se eleve al primer lugar de la agenda la discusión sobre el papel del estado y el tratamiento que hace de los medios de comunicación. “Hoy es un día especial para levantar esta petición a quienes están sentados en esas mesas de negociación”.

 

 

 

 

 

 

 

 

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