Los diferentes crímenes y asesinatos cometidos por grupos criminales fuertemente armados en el conocido Eje Panamericano, no cesan. Sus pobladores viven entre la zozobra y el desasosiego debido a los altos índices delincuenciales que se registran en dicha jurisdicción, una parte de la región trujillana que parece ser controlada por el hampa.
El crepúsculo apenas se asomaba en el horizonte del puerto la mañana del sábado, cerca de las 5:00am. En el sector Las Cuatro Bocas, parroquia Tres de Febrero del municipio La Ceiba; una familia se vio inmersa en un acto sangriento. Sujetos desconocidos violentaron, tumbaron la puerta de entrada a la vivienda y sin mediar palabra alguna, uno de ellos desenfundó su arma y arremetió contra el padre de familia.
Fernando Antonio Hurtado Villegas (36) se encontraba durmiendo y al escuchar el fuerte sonido que emitía el violento golpeteo a la puerta de su casa, se levantó y se asomó a la sala para ver qué ocurría. Este fue recibido por los sujetos, quienes le dispararon cerca de tres veces; una de las detonaciones se alojó en su cuello y otra en el pecho.
Los proyectiles le causaron la muerte en solo segundos. Su cuerpo yacía en la entrada al cuarto principal de la vivienda en un charco de sangre, ante la mirada de asombro y desconcierto por parte de su esposa e hijos.
Los asesinos, como de costumbre, huyeron del lugar sin dejar rastro; la velocidad con la que ejecutaron el ataque no permitió a los presentes divisar sus rostros, aunque estos los traían cubiertos con capuchas para evitar ser identificados.
Una comisión del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) se acercó al lugar para colectar los casquillos de bala y demás pruebas de interés que ayuden a esclarecer el caso. El cuerpo de Hurtado Villegas arribó a la morgue del hospital “Dr. José Vasallo Cortéz” de Sabana de Mendoza aproximadamente a las 2:00pm del día.
El Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf) lo trasladó a la Unidad de Patología del hospital “Dr. Pedro Emilio Carrillo” de Valera cerca de las 8:00pm para realizarle la correspondiente autopsia de ley al día siguiente.
Núcleo familiar
Fernando Antonio Hurtado Villegas (36) residió toda su vida en el sector Las Cuatro Bocas del municipio La Ceiba, allí contrajo nupcias con la madre de sus tres hijos; mujer con la que mantuvo una relación de casi dieciocho años.
El joven se dedicaba al mantenimiento de zonas enmontadas para llevar el sustento a su hogar, pero en los últimos años adquirió un pequeño pedazo de tierra donde sembraba guayabas. Lo poco que obtenía de la cosecha era para consumo personal y el de su familia.
Su hermano, Nelson Enrique Hurtado, declaró: “Fernando era tranquilo, no se metía con nadie. Era un hombre dedicado a su familia y al trabajo. Que yo sepa, nunca recibió amenazas, es mas, no tenía vicios; no fumaba, no bebía y ni siquiera comía chimó”, comentó.
“Siempre lo recordaré como un hermano ejemplar, fue lo mejor que pude tener. Su muerte es extraña, pero desconozco totalmente el por qué lo asesinaron de esa manera. Acá se creen dueños de la vida de los demás, pero el único que tiene derecho sobre la vida del otro es Dios”, finalizó.
Familiares aguardaban a las afueras de la morgue a esperas de que se les entregara el cuerpo y así llevarlo al lugar donde nació y crió. El sepelio se realizará en Las Cuatro Bocas de La Ceiba y será sepultado en el cementerio municipal de la localidad, donde parientes y personas más allegadas le darán el último adiós.
Sin cuentas ante la ley
Hurtado Villegas fue verificado por el Sistema Integrado de Información Policial (Siipol) y este no poseía reseñas ni solicitudes de ningún juzgado del estado. Las autoridades indagan en el entorno del padre de tres hijos para determinar que pudo motivar a los malhechores para arremeter contra él de una manera tan brutal y desquiciada. Ninguna hipótesis es descartada por los cuerpos de seguridad.