Sus familiares, encabezados por su padre, comenzaron a buscarlo en una zona boscosa, tal vez con la certeza de que algo malo le había ocurrido. Lo encontraron sin signos vitales y parcialmente devorado por animales
María Gabriela Danieri
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Funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Cientifícas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), adscritos a la División de Investigación de Homicidios, recibieron una alerta sobre el hallazgo de un cadáver en los límites entre Motatán y San Rafael de Carvajal, en la noche de este jueves. Según la versión oficial, un joven obrero de esa zona había sido cruelmente asesinado y abandonado en una zona boscosa. Sus familiares, encabezados por el padre de la víctima, se habían dado a la tarea de buscarlo, quizás con la certeza de que algo malo le había ocurrido.
Aparentemente, en horas de la tarde de ese 3 de mayo, el hombre fue secuestrado por sujetos desconocidos y, de manera despiadada, le propinaron una herida por arma blanca en la cabeza y el hombro. Además de otras lesiones por arma de fuego. Como nadie sabía dónde estaría, el víctimario abandonó el cuerpo del hombre, a merced de los animales del monte. Estos le devoraron parcialmente el rostro y el cuerpo.
Identificación
El progenitor lo halló, específicamente en el sector San José, parroquia José Leonardo Suárez, de Carvajal, y comprobó su mayor temor. Su hijo, identificado como Jaime Manuel Quintero Quintero, de 38 años, había sido masacrado. Una comisión del Cicpc, junto al equipo del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf), trasladaron al hombre a la morgue del Hospital Dr. Pedro Emilio Carrillo de Valera, donde le practicaron la autopsia de ley y esperan entregarlo a sus seres queridos.
Antecedente
Jaime Manuel Quintero Quintero, de 38 años, aparentemente se dedicaba a ser obrero y estaba residenciado cerca de El Turagual. Aunque se desconocen otros detalles sobre su vida, las autoridades informaron que tenía un antecedente por hurto, del 2017, según reseña del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de la subdelegación Valera. Hasta los momentos no se descarta ningún móvil y menos se ha identificado al agresor. No obstante, no se descarta una venganza.