Los criminales le causaron varias heridas por arma de fuego en la cabeza y las piernas. Todo ocurrió muy rápido, estaba solo cuando irrumpieron en la vivienda de su progenitora. Tenía cuatro días de haber llegado de El Vigía, donde trabajaba en una hacienda
Degustaba su cena, a eso de las 7:08 de la noche, sin sospechar que algo malo lo asechaba. Había llegado hace cuatro días de visita a la casa de su mamá, pues tenía varios meses residenciado en la población merideña de El Vigía. Se sentía a gusto, mientras sorbía la sopa preparada por su familia. No obstante, de manera inesperada, sujetos desconocidos irrumpieron en el inmueble y, sin mediar palabras, lo asesinaron de varios disparos.
De acuerdo al relato de sus familiares, el hoy difunto se encontraba solo en la vivienda, ubicada en el sector 13 de Mayo, parroquia Santa Apolonia, del municipio La Ceiba. Por lo tanto, desconocen muchos detalles de lo ocurrido, entre ellos la identidad de los implicados. Juan Antonio Toro Núñez, como fue identificada la víctima, no tenía enemistades. Al contrario, era un hombre sociable, trabajador y seguidor de Cristo. Por eso, su asesinato dejó a sus allegados con muchas preguntas.
Una confusión
José Toro, uno de los 6 hermanos de Juan, consideró que el homicidio pudo ser producto de una confusión. Seguramente los criminales buscaban a otra persona, quizás a un familiar cercano. Juan Antonio, de apenas 23 años de edad, nunca tuvo problemas con la justicia y menos con sujetos de dudosa conducta moral. Tenía mucho tiempo en la iglesia cristiana. Incluso, asiduamente leía la Biblia y asistía a cultos.
Por su parte, el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), en especial los detectives de la División de Investigación de Homicidios, comenzaron las averiguaciones en torno a este hecho de sangre, registrado el pasado domingo 4 de marzo en la Zona Baja del estado Trujillo. Hasta los momentos manejan, como móvil del asesinato, una venganza. Especialmente por el modo de ejecución de los victimarios. Ingresaron de manera violenta y lo ajusticiaron de varios disparos en la cabeza y las piernas.
Agricultor
Juan Antonio Toro Núñez, de 23 años, estaba residenciado en El Vigía, aunque originalmente vivía con su mamá en Santa Apolonia. No deja hijos o viuda, pero sí a 6 hermanos desconsolados por su muerte. De acuerdo a la información dada por sus conocidos, laboraba en una hacienda desde hace varios meses. Se dedicaba a la agricultura y otros oficios de obrero.