Ascienden a 79 los fallecidos por enfrentamientos en cárceles de Ecuador

Fotografía cedida por El Nuevo Tiempo Cuenca que muestra una vista general de la cárcel de Turi en Cuenca (Ecuador). EFE/ El Nuevo Tiempo Cuenca

Quito, 24 feb (EFE).- A 79 ascendió este miércoles el número de fallecidos en una cadena de violentos enfrentamientos en tres centros penitenciarios de Ecuador, atribuida por las autoridades a una disputa entre bandas por el control de las prisiones.

Según las últimas cifras oficiales ofrecidas por el Servicio de Atención a Personas Privadas de Libertad (SNAI) en el centro de privación de libertad número 4 de la provincia costera del Guayas (suroeste) se han reportado 31 personas fallecidas, mientras que en el número 1, se registraron seis decesos.

En la cárcel número 1 de la provincia andina de Cotopaxi (centro) hay otros 8 fallecidos y en la del Azuay (sur), 34.

Una fuente del SNAI confirmó este miércoles a Efe que hay veinte personas heridas (10 en Guayaquil e igual número en Cuenca) que, «según los reportes, estaban estables».

De acuerdo con el SNAI, la situación en las cárceles «se encuentra controlada» tras una jornada de violencia sin precedentes en los registros de los centros de detención en el país andino.

El Servicio informó de que continúa desarrollando el «levantamiento de información de las pérdidas humanas y demás aspectos relacionados con los enfrentamientos suscitados».

 

DESENCADENANTES

 

Una ambulancia llega a la prisión de Guayaquil luego de los actos de violencia que dejaron reclusos muertos en varias prisiones de Ecuador. EFE/ Marcos Pin

En una rueda de prensa en Quito, el jefe de prisiones, Edmundo Moncayo, atribuyó el martes los motines a rencillas entre, al menos, dos bandas criminales que se disputan el control de las prisiones.

Eso obedece probablemente al vacío que se generó tras el asesinato en diciembre pasado de un reo que había sido liberado, José Luis Zambrano, alias «Rasquiña».

Presunto cabecilla de una temida organización conocida como «Los choneros», «Rasquiña» fue asesinado en la ciudad costera de Manta, lo que habría despertado la ambición de asumir el poder de otras bandas criminales dentro de las penitenciarías.

«Esperábamos una reacción inmediata pero la reacción ha demorado y es la que se ha producido el día de hoy entre dos grupos tratando de encontrar un liderazgo delictivo», explicó Moncayo.

La reyerta se produjo de forma paralela en los tres centros carcelarios que concentran, según el funcionario, «el 70 %» de la población penitenciaria de todo el país, donde hay alrededor de 60 prisiones.

Señaló asimismo que los motines se produjeron tras una requisa efectuada el lunes por personal penitenciario, que encontró armas de fuego con las que, presumiblemente, se pretendía atentar contra líderes de una de las bandas en disputa.

«Estamos trabajando para determinar que nuestra hipótesis tenga premisas fuertes que ayuden a que la Fiscalía tenga la mayor información posible, que permita poner a órdenes de las autoridades judiciales a quienes idearon esta acción», sostuvo Moncayo.

 

NO ES LA PRIMERA VEZ

 

Una mujer llora a las afueras de la prisión de Guayaquil luego de conocer noticias de un familiar recluso tras los actos de violencia vividos en Guayaquil (Ecuador). EFE/ Marcos Pin

Los motines en las prisiones de Ecuador no son un fenómeno nuevo, y de tanto en tanto se producen casos por todo tipo de razones.

En agosto pasado el presidente, Lenín Moreno, declaró un estado de excepción en el sistema carcelario del país ante lo que definió como un «caos» generado por «mafias» en el interior de los centros penitenciarios.

Una pelea entre reclusos en la cárcel de máxima seguridad de Cotopaxi, cerca de la ciudad andina de Latacunga, dejó en esa época dos convictos muertos.

El 3 de agosto de 2020 se reportaron de otros nueve fallecidos, dos de ellos incinerados, seis policías con lesiones y otros 20 reos heridos tras un ajuste de cuentas entre bandas de la cárcel de Guayaquil.

En 2019 también se registraron episodios similares que obligaron al Gobierno a declarar el estado de excepción en el sistema carcelario, con varias medidas que buscaban reducir el hacinamiento y combatir la violencia en los centros de reclusión.

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