La Asamblea Constituyente solo se crea para redactar una Constitución, dice el diputado emérito Walter Márquez, en relación al “crimen” que cometen al detener el vicepresidente de la Asamblea Nacional
Judith Valderrama
Es un crimen de persecución política, la prisión al vicepresidente de la Asamblea Nacional, diputado Edgar Zambrano, según lo establece el Estatuto de Roma en la Corte Penal Internacional.
Así lo afirma el diputado emérito Walter Márquez, quien explica que ésta detención no es un hecho aislado, forma parte de una acción sistemática contra los parlamentarios venezolanos de la legítima Asamblea Nacional.
«En primer lugar, el Tribunal Supremo de Justicia está cuestionado por haber sido designado de manera express en diciembre del 2015 violando los procedimiento constitucionales; por otro lado la Asamblea Nacional Constituyente carece de legitimidad de origen y de ejercicio porque de acuerdo al Artículo 200 de la Constitución de la República, solamente la Asamblea Nacional tiene esa facultad constitucional».
El también ex diplomático venezolano expone, que la prácticamente autoelegida Asamblea Nacional Constituyente, carece de esas facultades porque solamente les correspondería redactar una nueva Constitución, pero en ninguna parte les corresponde tener facultades supraconstitucionales como lo están haciendo.
El caso, afirma debe ser elevado a nivel internacional y debe actuar la Corte Penal Internacional, la Alta Comisionada de Derechos Humanos y el Parlamento Mundial, que tienen facultades para pronunciarse políticamente, señaló.