Tal día hace exactamente cien años, el 19 de enero de 1918, nació Arístides Calvani. Un político ejemplar, un hombre de fe y un estadista formidable.
El Instituto Internacional de Formación y de Políticas Públicas, Ifedec, que lleva el nombre de su fundador, en cooperación con la Universidad Monteávila haremos un sencillo acto de homenaje a su memoria. Tendremos una misa de acción de gracias oficiada por monseñor Ovidio Pérez Morales, amigo cercano de Calvani, y un acto en la sede de la universidad, en el que presentaremos el primero de una serie de cuadernos que pensamos publicar con el pensamiento de Calvani, con sus escritos y discursos y con colaboraciones de personalidades que compartieron las actividades de Arístides o que han estudiado su doctrina y el testimonio de su vida.
El acto contará con palabras del presidente de la comisión para conmemorar el centenario, que es el doctor Román José Duque Corredor, eminente jurista, ampliamente conocedor de la vida y de la obra de nuestro homenajeado.
¿Por qué es importante recordar la vida y la obra de Arístides Calvani aquí y ahora? Por una razón muy sencilla: la vigencia del pensamiento de Calvani tiene una dramática importancia. Luchó toda su vida por la dignidad de la persona, de cada una de las personas y del conjunto de ellas. Calvani fue un hombre de fe. Una convicción absoluta en la existencia de Dios. De un Dios que es misericordia y es amor y es solidaridad y es fraternidad.
Cada ser humano tiene una enorme dignidad por ser hijo de la Providencia Divina. Por eso, cada vez que se viola la dignidad de uno cualquiera de los seres humanos se está atentando contra un hijo de Dios. Calvani estaría levantando su voz indignada y llena de autoridad moral y política para condenar el asesinato de Oscar Pérez. También lo haría para condenar la negación de la dignidad de cada venezolano muerto por la violencia o por la crisis de la salud o por el desabastecimiento o por el hambre.
Calvani luchó también por la justicia social. Por construir un orden en el cual cada ciudadano y cada familia tuvieran acceso a los bienes y servicios indispensables para una vida digna y decorosa. Trabajo,salario justo, alimentos, medicinas, servicios públicos. Por eso, como legislador abogó por un sistema de subsidio familiar para fortalecer la institución básica de la sociedad.
Es muy grande la obra de Calvani y es muy reducido el espacio del que dispongo. En los próximos meses haremos lo posible por refrescar el testimonio de su vida que tanta vigencia tiene para los venezolanos de hoy.
@EFernandezVE