Se trata de un municipio llamado Arismendi, localizado en el ahora archiconocido y tristemente célebre estado Barinas, a raíz del balance electoral del pasado 21 de noviembre en el que el régimen dio una demostración más al mundo que, en Venezuela sus actuales gobernantes preparan las consultas comiciales para ganarlas «como sea».
Evoco que en 2012 intenté disfrutar mis vacaciones en Arismendi a donde fui invitado a visitar una estancia de un poeta nativo del lugar; de la mano de un primo del poeta Antonio Pérez Carmona, llegamos a la localidad luego de atravesar los estados Carabobo, Guárico y Cojedes. Proyectaba quedarme unos días, alejado del bullicio urbano de Valencia y Barquisimeto, pero mis planes fueron truncados por la áspera realidad.
La primera impresión fue el abandono de la zona; se nos advirtió que si deseábamos llegar hasta la finquita hacia donde nos dirigíamos había que apelar a lanchas u otra embarcación, porque una inundación mantenía aislada gran parte del municipio.
Además del contratiempo señalado tratamos de ubicar una posada o un espacio donde alojarnos para pernoctar; fue penoso lo que conseguimos, el pequeño hotel no tenía luz, un corte eléctrico fue la bienvenida, ya los apagones se hacían populares en la Venezuela tierra adentro.
Luego vino la otra tragedia, donde cenar; no encontramos nada apropiado; el poblado era un lodazal, a semejanza de un pueblo del far west, solo transitaban caballos y vehículos rústicos.
En la noche los bares si abrieron, pero el ambiente era de saloom, de puertas batientes, de cowvoys, de saltar riachuelos en plenas calles, donde el barro era el protagonista. El otro día descubrí que Arismendi carecía del servicio de cloacas, incluso en el centro del poblado. Las aguas servidas corrían por todas calles, obligando a los transeúntes a imitar a CAP saltando charcos; en las escasas 72 horas que estuve -padeciendo- Arismendi, me prometí convertirme promotor de viajes turísticos hacia esta atractiva comunidad llanera.
Antes de marcharme, indagué que desde el denominado triunfo de la » revolución», Arismendi había sido gobernada solo por la familia Chávez, cuando no era el primo era el hermano del conocido clan. Arismendi era llamado por sus mismos lugareños cómo «elculodeBarinas». Varios de sus nativos me dieron el siguiente testimonio que «desde que el presidente asumió el poder, jamás visitó Arismendi». De allí que «somos elculodeBarinas», ratificó uno de ellos.
Bien, lo relatado nos revela cómo el régimen ha maltratado a la comunidad venezolana, incluida la región donde nació el último caudillo que ha sufrido este ex país.
Ya el resto lo saben uds pacientes lectores que fue Arismendi donde tres famosas actas desaparecieron, cuyos resultados ratificaban la victoria del opositor Freddy Superlano. Lo demás es la crónica de un fraude anunciado, para concluir con una frase garcíamarquina. No soy nada optimista con el 9-E, escenario que ya preparó el siniestro CNE, así en minúsculas, para obsequiarle el triunfo al miraflorentino.
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