Buenos Aires, 14 nov (EFE).- Las elecciones legislativas en Argentina se desarrollan este domingo con normalidad y con la expectativa sobre si el Gobierno del peronista Alberto Fernández consigue revertir los adversos resultados que tuvo el oficialismo en las primarias de septiembre pasado.
Según los datos de la Cámara Nacional Electoral, a las 15.00 hora local (18.00 GMT) ya había votado el 51 % del padrón en estos comicios legislativos, en los que se renovará la mitad de los escaños de la Cámara de Diputados y un tercio de las bancas del Senado.
Unos 34,3 millones de argentinos están llamados a elegir 127 diputados -de 257 que componen la Cámara Baja- por un mandato de cuatro años, mientras que en 8 provincias deberán también votar para elegir un total de 24 senadores -de los 72 que integran la Cámara Alta- para los próximos seis años.
Estos comicios vienen precedidos por las primarias de septiembre, que sirvieron para elegir a los candidatos a diputados y senadores y en los que la coalición opositora Juntos por el Cambio obtuvo más del 40 % de los votos en todo el país, mientras que el oficialista Frente de Todos cosechó poco más del 30 %.
En caso de que se repitan estos resultados, el oficialismo perdería el quórum propio en el Senado y puede reducir su presencia en la Cámara de Diputados hasta prácticamente quedar en igualdad numérica o, incluso por debajo, del bloque opositor.
GESTIÓN DEL PRESIDENTE FERNÁNDEZ
En la práctica, estas legislativas servirán de plebiscito sobre la gestión del Gobierno de Alberto Fernández, signado por la gestión de la pandemia, la maltrecha economía y luchas de poder interna en el seno de la coalición oficialista.
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, celebró el “día de democracia” y que las elecciones legislativas se desarrollen este domingo con «tranquilidad», tras emitir su voto en la Universidad Católica Argentina, en el barrio porteño de Puerto Madero, acompañado de la primera dama, Fabiola Yáñez.
El mandatario señaló que para él este día es «una elección parlamentaria, nada más» y al ser consultado sobre un eventual diálogo con la oposición luego de los comicios, respondió: “No somos nosotros los que no queremos el diálogo”.
En tanto, el expresidente Mauricio Macri (2015-2019), integrante de Juntos por el Cambio, vaticinó ante los medios que el país está “entrando en una nueva era que va a ser guiada por la verdad y la sensatez”, que va a “llevar a que cada argentino tenga trabajo”.
Consultado sobre cómo imagina los dos años que restan del mandato de Fernández, el exmandatario conservador Mauricio Macri contestó que «difíciles» y señaló que Juntos por el Cambio, que aspira a ganar las presidenciales en 2023, va a actuar “con mucha responsabilidad” para que “la transición sea la más ordenada posible rumbo a que se vuelva a poner al país en el rumbo correcto”.
NORMALIDAD
Cerca de 90.000 efectivos de las fuerzas armadas y de seguridad custodian más de 100.000 mesas de votación distribuidas en al menos 17.000 escuelas y otros recintos de todo el país, que estarán abiertos hasta las 18.00 hora local (21.00 GMT) para el acto electoral.
El Gobierno argentino, responsable del escrutinio provisional que se realizará en la noche de este domingo, prevé la difusión de los primeros resultados oficiales para las 21.00 hora local (0.00 GMT del lunes), según declaró el ministro del Interior, Eduardo de Pedro, a Radio El Destape.
Estas elecciones se realizan bajo un protocolo sanitario por la covid-19 más flexible que en las primarias de septiembre pasado debido al avance en la vacunación y a la mejora de la situación epidemiológica, ya que los votantes no tienen que esperar afuera de los centros habilitados como ocurrió en septiembre pasado.
Argentina arrastra una crisis económica desde hace varios años que se ha visto agravada por la pandemia del coronavirus, que ha causado más de 116.000 muertes en el país.
Además se suma un altísimo índice de inflación – 52,1 % interanual en octubre pasado-, una elevada tasa de pobreza (40,6 %), problemas de empleo y complejas negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para refinanciar deudas que a finales de septiembre ascendían a 43.092 millones de dólares.