Buenos Aires, 30 mar (EFE).- Argentina cierra por completo sus fronteras terrestres y restringe vuelos internacionales para frenar la llegada de las variantes de la covid-19 y enfrentar la nueva escalada de contagios, considerada ya como segunda ola, que coincide con el comienzo del otoño y el lento avance del plan de vacunación.
Los últimos datos oficiales reportaron el lunes 14.014 nuevos contagios en un día -cifra más alta desde octubre pasado, mes en que se dio el pico de casos en el país-, al tiempo que la ciudad de Buenos Aires anotó su mayor número de positivos: en 2.084 residentes y 1.510 no residentes.
Si bien las autoridades aclararon a Efe que, por inconvenientes técnicos, se contaron cinco horas más de lo habitual, lo cierto es que la tendencia viene reflejando desde hace varios días una imparable escalada de contagios.
A esto se suma que ya circulan en Argentina casos de las variantes del virus surgidas en Reino Unido, Manaos y Río de Janeiro (Brasil) y California (EE.UU.), lo que aumenta el riesgo epidemiológico.
Ante este panorama, el Gobierno de Alberto Fernández decidió suspender temporalmente desde el fin de semana pasado los vuelos desde y hacia México, Chile y Brasil -por la complicada situación que presentan-, como ya regía para los viajes a Reino Unido.
Asimismo, desde el lunes permanecen cerradas las fronteras terrestres y solo se puede ingresar al país, siempre que se sea nacional o residente, vía aérea o por el puerto de Buenos Aires.
«ENORME PREOCUPACIÓN»
Sin establecer por ahora confinamientos como los que rigieron durante gran parte de 2020, el Ejecutivo peronista insiste con la necesidad de mantener los cuidados y la distancia social, en especial por la llegada de los feriados de Semana Santa, a la par que recomienda a las autoridades provinciales y locales implementar medidas.
«No nos podemos relajar porque estamos en el comienzo ya indudable y definitivamente de una segunda ola en la provincia de Buenos Aires», dijo este martes Carlos Bianco, jefe de Gabinete de Ministros del distrito más poblado de Argentina, que registró este lunes 6.456 nuevos positivos.
Su colega el ministro de Salud provincial, Daniel Gollán, trasmitió «enorme preocupación» por la progresión «tan explosiva» de nuevos casos, que, aseguró, pone en serio riesgo la capacidad de respuesta del sistema de salud.
Es por eso que, en 110 municipios bonaerenses, entre ellos todo el populoso cinturón urbano (conurbano) de Buenos Aires, volverán a prohibirse las reuniones sociales de más de 10 personas y también realizar, entre las 2 y las 6 de la madrugada, toda actividad comercial o recreativa que no sea esencial, agropecuaria o fabril.
Solo en el conurbano, las camas de cuidados intensivos están al 60,3 % de su capacidad, y al 55,6 % en toda Argentina, donde desde hace un año 2.322.611 personas se han contagiado de coronavirus, de las que 178.744 cursan aún la enfermedad y 55.611 han fallecido.
AJETREO EN EL AEROPUERTO
En medio de las demoras en el plan de vacunación -solo con Rusia, el Gobierno había firmado recibir entre diciembre y marzo 30 millones de dosis de la Sputnik-V-, Argentina ha recibido hasta ahora 5,76 millones de varios proveedores, la mayoría de la vacuna rusa.
Esa cifra incluye ya el lote de 300.000 dosis de la Sputnik-V que llegará este martes en el décimo avión de Aerolíneas Argentinas que viaja a Moscú desde diciembre.
También este martes, según anunció el presidente de la compañía aérea, Pablo Ceriani, despegará otro vuelo a China para recoger más dosis de la vacuna Sinopharm.
Según el Monitor Público de Vacunación, 3.073.630 personas -de los más de 45 millones que viven en Argentina- han sido ya vacunadas con la primera dosis y 670.936 con ambas, la mayoría personas de 60 o más años (1.531.830) y personal sanitario (1.438.118).
En tanto, avanzan las investigaciones en torno a las «vacunaciones VIP», escándalo destapado en febrero pasado al conocerse que varias personas vinculadas al Gobierno fueron vacunadas con privilegios.
Este lunes, se supo que la diputada opositora Graciela Ocaña denunció que 60 dosis de la Sputnik-V partieron «fuera de protocolo» desde Buenos Aires a El Calafate, en la provincia sureña de Santa Cruz, feudo del peronismo kirchnerista.
«Continuamos aportando datos a la justicia. Es nuestro compromiso para terminar con los privilegios en la campaña de vacunación», señaló Ocaña en Twitter.