Buenos Aires, 20 nov (EFE).- La selección argentina cerró la última doble fecha del año con una mezcla de sensaciones: si bien se mantiene como líder de las eliminatorias sudamericanas para el Mundial 2026, la caída ante Paraguay en Asunción y la ajustada victoria ante Perú en Buenos Aires generaron algunas inquietudes sobre su rendimiento y su capacidad de recambio.
En los números, la Albiceleste cierra el 2024 como cómoda líder de la clasificación, con 25 puntos en 12 partidos jugados y con cinco de ventaja sobre su inmediato perseguidor, Uruguay.
Anoche, tras la victoria por 1-0 ante Perú en la ‘Bombonera’, Walter Samuel, que reemplazó a Lionel Scaloni en la conferencia de prensa, reconoció incluso que su seleccionado quedó «casi a un paso de un nuevo mundial».
En lo futbolístico, sin embargo, el equipo dejó una mezcla de sensaciones y expuso algunas dificultades que parecía haber dejado atrás.
La derrota el pasado jueves por 2-1 ante Paraguay exhibió algunas fallas defensivas poco habituales en la selección campeona del mundo y bicampeona de América.
La salida por lesión del pilar de la defensa, Cristian ‘Cuti’ Romero, evidenció cierta debilidad en el área propia de los dirigidos por Scaloni.
Ante la baja por lesión de Lisandro Martínez, su reemplazante fue Leonardo Balerdi, que tuvo algunas dificultades ante los atacantes paraguayos pero que mostró un buen rendimiento en el duelo con Perú.
Otro de los puestos que generaron preocupación fue el del lateral derecho, ya que tras la lesión de Nahuel Molina, Gonzalo Montiel no le pudo brindar al equipo la proyección ofensiva que aporta el carrilero del Atlético Madrid.
En cuanto a rendimientos individuales, el más destacado fue Lautaro Martínez, autor del gol del triunfo ante Perú tras una impresionante pirueta, y del descuento ante los paraguayos el pasado jueves.
Martínez, que también había anotado en la goleada ante Bolivia en la fecha anterior, demostró no tener dificultades para adaptarse al tridente de ataque que conforma junto a Lionel Messi y Julián Álvarez.
El actual delantero del Atlético Madrid y ex del Manchester City se ha desempeñado en los últimos encuentros prácticamente como extremo izquierdo, puesto que ocupó Ángel di María hasta su reciente retiro del seleccionado y que se preveía sería ocupado por el jugador del Juventus Nicolás González, que se encuentra lesionado.
Más allá del buen nivel individual de las figuras ofensivas, el planteamiento del entrenador Jorge Fossati fue bastante efectivo y evidenció algunas dificultades de Argentina para quebrar la defensa peruana y generar ocasiones claras de gol.
Al igual que en el juego ante Paraguay, la Albiceleste contó con un dominio abrumador de la posesión del balón pero mostró limitaciones para traducir eso en jugadas peligrosas para el rival.
Pensando en el 2025, Scaloni adelantó que podría haber un mayor recambio de jugadores y algunas caras nuevas respecto al plantel que fue campeón de América este año y que disputó los últimos partidos de eliminatorias.
«Optamos mucho por seguir con la base que nos dio la alegría de la copa y no hubo tanto tiempo de traer a otros jugadores, pero a partir de ahora necesitamos que todos jueguen y a partir de ahí decidir por el nivel futbolístico de cada uno», adelantó el entrenador, que esta fecha hizo debutar en el seleccionado a Giuliano Simeone, del Atlético Madrid, y convocó por primera vez a Enzo Barrenechea, centrocampista del Valencia que no estuvo siquiera en el banco de suplentes.
Argentina termina así el 2024 como líder y gran favorita para la clasificación al Mundial 2026 aunque con algunas dudas de cara al año próximo pensando en el recambio para asegurar que el campeón del mundo mantenga su identidad y protagonismo en el continente.
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