Judith Valderrama
@juditvalderrama
SAN CRISTÓBAL. Muertes, tiroteos y éxodos han debido enfrentar los habitantes de la frontera entre San Antonio del Táchira y Cúcuta, durante los últimos dos meses. Aseguran que los problemas son causados por un nuevo grupo armado que se autodenomina “guerrilla”, el cual lucha por control del territorio y usa el nombre de “bolivarianos”, por lo que existe confusión si se trata de las Fuerzas Bolivarianas de Liberación -FBL- o es un nuevo grupo armado nacido tras la desmovilización de estas organizaciones en el vecino país.
“Quien llegó a tomar esto es la guerrilla, que es por supuesto amparada por el Gobierno de Nicolás Maduro y José Vielma Mora”, afirma el diputado de la Asamblea Nacional por la frontera, Franklin Duarte.
Ratifica el parlamentario que se están peleando el territorio por la cantidad de contrabando que se mantiene en las fronteras de los municipios Rafael Urdaneta, Pedro María Ureña y Bolívar.
El territorio fronterizo de Táchira, de acuerdo a Duarte, era dominado por los grupos paramilitares: “Si recordamos, cuando nacen los paramilitares en Colombia hacen una matazón infernal para entrar al sector La Gabarra y apoderarse de esa zona, que era el territorio de la coca (droga), por ponerte un ejemplo. Eso pasa en la frontera para agarrarse el negocio del contrabando, por eso se metió la guerrilla y ellos van eliminando el primer informante -lo que ellos llaman sapo-, después van por los paramilitares. Es lo que está pasando ahorita, pero es la guerrilla colombiana que desde el proceso de paz tuvo una migración a territorio venezolano. No hay disidencia, son los mismos movilizados el ELN (Ejército de Liberación Nacional), Farc (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) y demás grupos guerrilleros”.
Con el acuerdo de paz en Colombia, dice Duarte que la guerrilla entregó las armas, pero solo las que no funcionaban, las demás están en territorio venezolano en poder de ellos mismos. A su criterio estos grupos estarían amparados por el Gobierno venezolano.
“En este momento, en la frontera, en territorio venezolano, la guerrilla está tomando el control y está sacando los paramilitares. Lo vemos en la cantidad de muertos de julio para acá y los que no matan están emigrando de la zona que queda en poder de la guerrilla como sucede desde hace mucho tiempo”.
El diputado agrega que los tiroteos que se escuchan en el puente y se han hecho noticia internacional en dos ocasiones desde julio, suceden en el río Táchira, en la parte de abajo. Sobre estas aguas está el puente Internacional Simón Bolívar. “En la parte de Colombia están los paramilitares, del lado de Venezuela la guerrilla”.
Hay miedo de denunciar
De acuerdo a Franklin Duarte otra situación consecuencial de los grupos guerrilleros y paramilitares en la frontera es la introducción de adolescentes en estas organizaciones que operan o se instalan en los municipios Rafael Urdaneta y Bolívar, “los familiares no denuncian porque se trata de familias de escasos recursos económicos y les desestiman la denuncia, además porque creen que el Gobierno no actuará en contra de los subversivos”.
El contrabando que se mueve en la zona limítrofe es el atractivo mayor de la delincuencia organizada. Dice Franklin Duarte que desde que llegó Vielma Mora al Táchira el negocio del contrabando cambió. “Fue tanto lo que aumentó que por permitir el tráfico de productos por la frontera ya no cobran en bolívares, sino en pesos y dólares”.
El alimento que se produce en Venezuela, dice el parlamentario que no se vende en el país, va a Colombia de contrabando: “es un negocio millonario, fíjate que aquí una bolsa de harina Pan tiene un precio regulado de 2.150 bolívares En Colombia, al cambio, vale unos Bs. 20 mil, y ahí están sus ganancias. Igual es con el ganado ¿Cuánto vale un kilogramo aquí? Vielma Mora tiene ganado y el Gobierno le da los dólares para ese ganado, él lo mandaría para Colombia y luego lo vuelve a pasar, es una máquina de hacer plata. El contrabando de gasolina no nos explicamos cómo pasa con una frontera cerrada desde el 2015 y sigue, las gandolas de combustible pasan y los guardias no pueden hacer nada”.
La cifra por el negocio de contrabando, reitera Duarte, no se puede contabilizar porque es infinita la cantidad que se mueve. “Lo que manejan los capos es víveres, combustible y carne”.
“Acostumbrados a la violencia”
El concejal de municipio Bolívar William Salinas coincide con el parlamentario en que la violencia ha recrudecido desde hace dos meses. “Se trata de un nuevo grupo que se hace llamar guerrilla, que son quienes aparentemente se están haciendo del control de la zona fronteriza. Nosotros ya nos hemos acostumbrado lamentablemente a esas situaciones… llega un grupo, se instala, opera unos meses; luego llega otro grupo, le arrebata el poder de la zona al anterior y los militares o se hacen de la vista gorda o desconocen cuál es la situación de la frontera. De hecho, hubo un nuevo enfrentamiento este lunes en el sector Curazao”.
¿Cómo actúan los cuerpos de seguridad ante esas situaciones?
–“Claro, hay temor, por eso es que nadie se atreve a declarar sobre este tema. Es un tema de Estado que compete al Gobierno nacional directamente, por eso hago el llamado al Gobierno nacional, a las autoridades nacionales para que se avoquen, porque puede cobrar vidas de inocentes, de gente que habita en la entidad o transita por la frontera hacia Colombia”.
Salinas dice desconocer de qué grupo específico se trata este revuelo violento: “hay presencia de la Fuerza Armada en las vías principales, pero se limitan a revisar los maleteros tanques de gasolina, más bien llegan a ocasionar una molestia dentro de la colectividad, pero no hay nada nuevo; operativos regulares”.
Se tuvo que ir al exterior
Otro caso es el éxodo, no es masivo, pero un habitante de la frontera que pidió resguardo de su identidad narra que tuvo que irse debido a la violencia que hay en la zona.
“Recibí amenazas del nuevo grupo subversivo que se hace al poder en la frontera, debí primero irme a un lugar del Táchira por más de dos semanas, pero no era seguro y ahora estoy fuera del país”, explica.
Explica que la violencia por los enfrentamientos en la frontera del Táchira, entre grupos de guerrilla y paramilitares, lo obligaron a irse junto a su familia de la ciudad en donde nacieron e hicieron vida.
“Todos esos tiroteos es guerrilla, paramilitares, Ejército y Guardia Nacional. Ya se apoderaron de varias zonas. Quienes vivimos en la frontera sabemos que es así… Anteriormente la zona estaba controlada por un solo grupo, pero llegó un grupo guerrillero que no sabemos con precisión quiénes son, pero se hacen llamar guerrilla… Viene ocurriendo desde mediados del mes de julio donde han matado gente incluso cerca de la Aduana y hay tiroteos por todas partes, hasta a plena luz del día. La gente cuando oye los tiros lo único que puede hacer es tirarse al piso”.