Con el objetivo de visibilizar la crítica situación que atraviesa el personal universitario en Venezuela, el profesor Rómulo Bastidas Fernández, docente titular de la Universidad de Los Andes e integrante de la Junta Directiva de la Asociación de Profesores de la Universidad de Los Andes (Apula), denunció el profundo deterioro de los salarios en el sector académico, señalando que los sueldos actuales oscilan entre cinco y diez dólares mensuales, sin aumentos en más de tres años, lo que coloca a los trabajadores universitarios en condiciones de extrema precariedad.
Las declaraciones fueron ofrecidas en el contexto de una crisis económica nacional que afecta directamente la operatividad de las universidades públicas, incluyendo la ULA, ubicada en Los Andes venezolanos afectando, por tanto, la economía de los estados Barinas, Mérida, Táchira y Trujillo.
La bicentenaria Universidad de Los Andes, una de las instituciones académicas más importantes de la nación, atraviesa la etapa más difícil de su historia reciente. En medio de la crisis económica que ha golpeado todos los sectores de la vida nacional, el personal universitario enfrenta condiciones salariales que, según denuncias recientes, resultan insostenibles.
El profesor Rómulo Bastidas Fernández, docente titular con más de tres décadas de servicio, expresó su preocupación por lo que calificó como “la tragedia del pueblo venezolano”, que no solo se manifiesta en el deterioro social y de los servicios públicos, sino también en el colapso de la política económica nacional. Según sus declaraciones, el país enfrenta una inflación superior al 200% anual, una caída sostenida del Producto Interno Bruto (PIB) durante siete años consecutivos y una creciente dependencia de exportaciones petroleras operadas por empresas extranjeras, tras la destrucción de PDVSA.
En este contexto, el también directivo de la Apula / IPP denunció que los salarios del personal universitario han sido reducidos a cifras que considera ofensivas para la dignidad humana. “Un profesor con categoría titular y doctorado, con más de 30 años de docencia, percibe entre cinco y diez dólares mensuales. Llevamos más de 1.270 días sin aumento de sueldo, y sin revisión de jubilaciones ni pensiones”, afirmó.
El docente señaló que los bonos asignados no tienen incidencia en beneficios laborales y que el salario base ronda los 130 bolívares, equivalentes a unos 80 centavos de dólar al mes. Esta situación, según Bastidas, ha colocado a la universidad venezolana en una crisis profunda, diseñada desde el ámbito gubernamental, que afecta no solo al personal docente, sino también a los estudiantes y a la calidad de la educación.
A pesar de este panorama, el Profesor de la ULA destacó el compromiso del personal universitario, el cual continúa trabajando con sentido de pertenencia y vocación con el propósito de mantener viva la institución. “Por más paradójico que parezca, la Universidad sigue abierta gracias a la entrega de su gente, que cree en los objetivos más nobles de la educación y en el papel que la academia debe jugar en el desarrollo productivo nacional”, concluyó.
La denuncia de Bastidas se suma a las múltiples voces que desde el sector universitario exigen una revisión urgente de las políticas salariales y presupuestarias, en defensa de la educación superior como pilar fundamental del país. /Prensa Apula / CNP 11842
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