San Francisco, 31 mar (EFE).- De los ordenadores Mac a los teléfonos iPhone y ahora a los servicios como la aplicación App Store, Apple cumple este jueves 45 años con el objetivo de seguir reinventándose y garantizarse un puesto de prevalencia en el futuro tras haber revolucionado todos los sectores en los que ha intervenido.
Casi medio siglo después de que Steve Jobs y Steve Wozniak pasasen horas y horas en el garaje familiar del primero en Palo Alto (California, EE.UU.) construyendo las computadoras con las que saldrían al mercado, la empresa busca ahora capitalizar toda esta historia para encarar los próximos años.
Para ello, en un mercado de ordenadores y teléfonos cada vez más saturado en el que ganar cuota requiere ingentes inversiones y esfuerzos, Apple está centrando su estrategia en aprovechar a la clientela que ya tiene «cautiva» para que su vida gire totalmente en torno a la compañía.
APROVECHAR EL MERCADO «CAUTIVO»
La firma de Cupertino, que desde sus inicios siempre ha apostado con fuerza por el diseño, la imagen y la mercadotecnia, quiere que tener un iPhone, un iPad o un Mac no sea una decisión de compra más, sino que signifique un estilo de vida, una puerta de entrada física a un mundo intangible: el del consumo de música, televisión, juegos, prensa, etc.
Es en este contexto que cabe enmarcar todos los nuevos servicios que la empresa que dirige Tim Cook ha ido sacando en los últimos años: Apple TV+, Apple Card, News+, Apple Arcade… y, por supuesto, la joya de la corona, la ya veterana tienda virtual App Store.
Para Apple, la revolución de la década pasada fue el iPhone, que desde que fue presentado en 2007 por Steve Jobs, ha logrado una popularidad inmensa hasta llegar a los bolsillos de los aproximadamente mil millones de usuarios que tiene en la actualidad a nivel global, según datos del portal Statista.
Ahora se trata de construir sobre esa gigantesca base de usuarios para que cuando miren televisión, lean noticias o paguen por sus compras, lo hagan también a través de Apple.
LA VISIÓN DE TIM COOK
Cook, que tomó el relevo al frente de la firma tras el fallecimiento de Jobs en 2011 y a quien siempre se le ha atribuido menor creatividad pero más visión estratégica que a su predecesor, ha detallado el plan abiertamente en varias ocasiones y, por el momento, parece que le está funcionando.
Tan solo en los pasados cinco años, la empresa ha duplicado los ingresos correspondientes al segmento de servicios, que con 53.768 millones de dólares facturados en 2020 ya es la segunda mayor fuente de negocio de la empresa, solo por detrás del iPhone y por delante de otros productos insignia como los ordenadores Mac y las tabletas iPad.
Incluso en los ejercicios fiscales 2019 y 2020, que se vieron lastrados por la tendencia a la baja en ventas de iPhone a nivel global, fue la subida de los servicios la que permitió a la empresa sobreponerse y mantenerse en la senda del crecimiento.
LA SALUD, EL SIGUIENTE PASO
Envalentonado por la buena marcha de su apuesta personal, Cook la ha redoblado, y en una entrevista a principios de este año con la revista «Outside Magazine» aseguró que la empresa creadora del Mac y del iPhone no será recordada por estos, sino por sus aportaciones al mundo de la salud.
«Yo creo de verdad que cuando en el futuro la gente mire atrás y se pregunte cuál fue la mayor contribución de Apple, la respuesta estará en el área de la salud y el bienestar», indicó el consejero delegado de la compañía.
Deseo expreso de prácticamente todas las grandes tecnológicas, entrar en el sector de los servicios sanitarios es un movimiento tan arriesgado como pingües sus potenciales beneficios y sin lugar a dudas Apple, con su reloj inteligente Apple Watch y el servicio de deporte por suscripción Fitness+, es de la empresas que parte con mayor ventaja en Silicon Valley.