Luis “El Teacher” Cárdenas
El beisbolista vigíense Andrés Chaparro Romero, ficha de los Yankees de Nueva York en la Mayor League Béisbol (MLB) y de las Águilas del Zulia en la pelota venezolana, se encuentra en El Vigía compartiendo las navidades con su familia y amigos y descansando después de un año importante en su carrera deportiva en las menores, con miras a seguir escalando su ascenso que lo lleve a debutar pronto en el equipo mayor.
El pelotero inició una amena conversación y entrevista manifestando que su paso por Estados Unidos este año “ha sido certero y satisfactorio”, logrando saltar de liga, al no jugar la rookie de día sino la de noche, lo cual “ha sido bastante grande la experiencia y desde el 15 de julio que arrancó la liga di un paso muy importante en mi carrera, donde ya jugamos con fanáticos, ya la gente paga entrada para ir a verte jugar y eso también lo inspira a uno saltar al campo”.
Habló sobre la diferencia de las ligas de día y de noche en USA en las menores, señalando que la primera es muy parecida a la de República Dominicana, donde inició el año jugando, en el que entrenan en la mañana y al mediodía están jugando contra otros equipos de las grandes ligas, “pero con muy pocas personas, quizás algunos padres que acompañan a los peloteros, pero no se llenan los campos ni pagan su entrada para ver un espectáculo como tal”.
Chaparro fue enfático al manifestar que superó sus expectativas “a corto y mediano plazo” en lo que fue su primer año jugando en suelo norteamericano, “fue bastante grande la experiencia y el mejoramiento que tuve. Ahora en enero me voy con el favor de Dios a luchar por un puesto en la media. Llevo un paso importante hacia mi gran meta que es jugar en las grandes ligas. Llevamos una secuencia, corto y preciso, depende de lo que yo haga y vaya demostrando en el campo”.
Para poder lograr el bautizo en el equipo grande de los Yankees aún debe superar las ligas corta, media, la fuerte, AA y AAA, etapas que puede superar en dos años aproximadamente de acuerdo a su evolución y por ahora lo que ha recibido son méritos por su esfuerzo y entrega en el campo, “por mi responsabilidad y disciplina, cosas que aunque no te lo digan muchas veces, ya con que te lo hayan dejado ver te muestra que tu paso a las grandes ligas va en ascenso”.
Andrés ha trabajado más en su físico, buscando fortalecer la musculatura para buscar más poder con su bate. “Antes de regresar a El Vigía estuve quince días en Estados Unidos entrenando en el gimnasio un plan de pesa específico que me pusieron en el equipo, para ganar más fuerza. Ahí es donde tu notas el interés del equipo de que mejores, que te dicen que llevas un buen desempeño y esas cosas hay que aprovecharlas”.
El joven pelotero vigíense, quien ha manifestado ser más un jugador de contacto que toletero, aunque este año disparó 16 cuadrangulares; no ha podido jugar con las Águilas del Zulia en Venezuela desde el 2015 cuando estuvo en la paralela. “Ni el año pasado ni este me han dado permiso para jugar con ellos, quizás como he viajado mucho el equipo (los Yankees) me quiere dar descanso. Ya lo conversé con mi familia para hablar con el club para jugar el próximo año con las Águilas”.
Para Chaparro la alegría de compartir con su familia y amigos tras un año alejado de ellos es infinita, “eran ocho meses que no venía a mi tierra y muy contento de poder compartir con los chamos de la Academia Diamond Stars lo que he aprendido en mi carrera. Feliz de estar acá, aprovechando el máximo tiempo, ayudando a mi tío Williams Romero, fundador de la academia acá para aportarle a los jóvenes con los que cuenta y que puedan llegar lejos”.
Habló el atleta de la situación de los Yankees de Nueva York, el equipo más ganador de la MLB que sin embargo le ha costado en la última década poder triunfar. “Lastimosamente no se ha podido ganar una serie mundial desde el 2009 que fue la última, pero nada, seguimos trabajando, todo el mundo sabe que los Yankees tienen una buena granja, creo que fuimos la mejor de las ligas menores este año, donde casi todos los equipos pasamos a los play offs, lastimosamente uno solo quedó campeón, pero ahí vamos y gracias a Dios tuvimos ese premio de ser los mejores en las menores”.
Culminó el futuro primer grandeliga de El Vigía enviando un mensaje a los nuevos valores del béisbol vigíense y los deportistas en general, expresando que “es muy importante que ellos tengan disciplina y constancia en el campo, la responsabilidad que tienen y como siempre lo digo donde voy, el querer es poder y si sueñas algo lo puedes hacer realidad, salir y hacer que eso pase, dar lo mejor de ti y conseguir lo que tanto anhelas”