Análisis | AD víctima y sobreviviente de la “degradación política»

AD permanece viva institucional y sentimentalmente, pero ideológicamente herida de muerte (Fotos Archivo Digital)

 

Douglas Abreu / CNP 21627
@douglasabreub

Acción Democrática (AD) es un partido político venezolano conformado en el año 1941. También conocido como el Partido Blanco o el Partido del Pueblo, es un partido político miembro de la Internacional Socialista.

Desde 1958 hasta 1998, AD mantuvo el poder político sobre Venezuela de manera bipartidista con COPEI, con las presidencias de Rómulo Betancourt, Raúl Leoni, Carlos Andrés Pérez (en dos oportunidades) y Jaime Lusinchi”.

Este 13 de septiembre se cumplen 83 años (1941 – 2024) de la fundación del «partido del pueblo» Acción Democrática (AD) pilar fundamental – junto a otras organizaciones – del sistema democrático venezolano,  que aún permanece viva institucional y sentimentalmente, pero ideológicamente herida de muerte en sus principios, valores y desconectada de la realidad política.

De 1958 al 1998: AD mantuvo el poder junto a COPEI, con las presidencias de Betancourt,  Leoni, Carlos Andrés y Lusinchi.

AD “judicializada”

El proceso de destrucción y desaparición contra AD que obstinadamente se propuso y juro Hugo Chávez  y que no se lo permitió la divina providencia, entonces vino parte de una inmoral dirigencia,  conocidos como «los judas iscariotes de AD», encabezados por Bernabé Gutiérrez, quienes se prestaron para su judicialización y ponerla al servicio de Nicolás Maduro – PSUV y en contra de la sociedad democrática.

Con ello, hacer «el favorcito posmorten» al comandante eterno, quien en vida amenazo con freír la cabeza de los adecos, pretendiendo así cumplir con su sueño, todo a cambio de curules- sin votos – en la Asamblea Nacional 2020, cargos en distintos poderes públicos – como el de magistrado principal del TSJ que ejerce José Luis Gutiérrez, hermano de Bernabé Gutiérrez –  y el más importante, beneficios económicos.

 

Desconocimiento de la “Soberanía popular”

La conformación junto a otras organizaciones judicializadas de la Alianza Democrática para dividir a los factores de oposición dando lugar al Bloque “Los Alacranes” para jugar a favor del Oficialismo en las elecciones parlamentarias 2020, comicios regionales y municipales 2021.

Posteriormente, hizo causa común a la estrategia del oficialismo en contra de las primarias, y por último, postular una candidatura en la persona del “Burro” Luis Eduardo Martínez, para promover la dispersión del voto en las elecciones presidenciales, y por si fuera poco, el desconocimiento de la soberanía popular que se expresó el 28-JULIO.

AD “en resistencia”

Mientras tanto, se mantiene la verdadera AD “en resistencia” liderada por el zorro político Henry Ramos Allup, la cual ha sobrevivido a la profunda crisis política durante los últimos 25 años, cuyos principales enemigos  – a la final – resultaron  ser la mayoría de sus propios dirigentes nacionales.

Unos por beneficios económicos, y otros, por infinidad de errores y proyectos personales por encima del interés nacional y de espaldas al descontento popular,  conductas que han conllevado a la degradación y mediocridad de la política, siendo AD una de sus principales víctimas.

Errores – fracasos – rechazó – desconfianza

Fueron numerosos los errores que los llevaron  a formar parte del selecto grupo de actores políticos que se ganaron de la sociedad democrática el menosprecio, ya que no gozan de credibilidad,  son rechazados política y electoralmente, existe sobre ellos una desconfianza total difícil de revertir en el corto y mediano plazo.

Percepción  que se profundizó con la defenestración de Guaidó por parte del G3, posteriormente, el triste papel en las primarias con Carlos Prosperi, seguidamente su posición frente al referendo consultivo sobre El Esequibo. Luego de tantos tropiezos han venido reivindicándose con la sociedad democrática de la cual han estado totalmente desconectados.

 

AD con estructura y sin militancia activa

Carlos Andrés Perez, uno de los líderes adeco más carismático que ha parido Venezuela (Foto alamy)

Actualmente, al igual que el resto de las organizaciones políticas de la Plataforma Unitaria,  AD militantemente es débil, solo cuenta con estructura política nacional, regional y municipal, muy reducida en lo organizativo, y no posee estructura sectorial, llámese, sindical, agraria, juvenil, educación, femenino, profesionales y técnicos, asuntos municipales.

A excepción de los partidos que son gobierno nacional, gobernaciones y alcaldías donde su militancia y activistas son 95% clientelar no por ideología, comenzando por el PSUV-GPP, tal como quedo claramente demostrado el 28-JULIO durante  el proceso de votación y escrutinios de las mesas en los centros de votación donde le pasaron factura electoral.

 

AD la mantiene viva el “eterno sentimiento adeco”

Por ejemplo, en el estado Trujillo, AD comenzó a ser víctima de la degradación política siendo gobernador Eleazar González durante la gestión presidencial de Jaime Lusinchi,  cuando convirtieron en contratistas a los secretarios generales municipales.

Pese a todo ese proceso de autodestrucción, al odio y resentimiento del fallecido Hugo Chávez  y sus acólitos, a los dirigentes que vendieron el alma al Diablo para dividirla, pese a ello, y orgullo de sus  fundadores Acción Democrática solo la mantiene viva el “eterno sentimiento adeco” y no quienes – salvo contadas excepciones –  la han utilizado y siguen utilizando para beneficio personal y familiar.

 

 

 

 

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