En sintonía con algunas amenazas que están recibiendo diputados de la Asamblea Nacional en distintas partes del país, tal es el caso de William Dávila, a quien presuntos colectivos le rayaron en la pared de su casa materna en Mérida “vamos por ti”, el pasado viernes los parlamentarios que viven en el estado Trujillo recibieron igual agresión verbal y daño de sus propiedades.
El primero en denunciar la violación de una pared de su vivienda fue el diputado Conrado Pérez Linares, también coordinador regional de Primero Justicia, en cuyo mensaje, además de una maldición, se lee en tamaño grande “vamos por ti”.
En el caso del diputado suplente Joaquín Aguilar, la pared de acceso a su hogar fue marcada como “objetivo de guerra”, mientras que el diputado suplente Emilio Fajardo, aunque poco se ha desenvuelto en el rol legislativo, no escapó de las acciones de los grupos irregulares quienes le dejaron un escrito que reza: “tu hora está cerca”, firmado al final por los “colectivos”.