Realizar rituales y otras tradiciones para despedir el año viejo y recibir el nuevo, como comer una uva por cada campanada y llevar puesta ropa interior amarilla para atraer la buena suerte, se ha convertido en un gran reto para los venezolanos este año debido al elevado precio de productos y demás alimentos.
Por otro lado, a estos ritos tradicionales también se suman colocar efectivo (monedas o billetes) en el bolsillo, acompañado de un puñado de lentejas en la mano derecha para que no falte la comida y el dinero; asimismo, adornar la mesa con frutas como la manzana y la mandarina para la abundancia, son algunas de las creencias que, según afirman las personas consultadas, estarán afectadas por la situación económica actual.
Mery Rengifo expresó que “en mi casa tenemos tiempo que no hacemos algún ritual porque todo cuesta un realero, nuestra prioridad es hacer la cena familiar los 31, aunque para eso es necesario buscar alternativas; el domingo voy preparar pan de yuca, porque el jamón esta muy caro, las hallacas serán vegetarianas, y brindaremos con jugo de piña porque ya ni licor ni refresco se puede comprar. Lo importante es tener salud, se hará el sacrificio para no perder la tradición”.
Durante un recorrido por zonas populares y mercados se evidenció la escasa venta de frutas como la uva, la cual tiene un valor de más de Bs un millón por kilo, mientras que las manzanas están por las nubes; los costos varían según el tamaño, color y peso de la misma. Por su parte, el kilo de mandarina se encuentra por lo más bajo en Bs 10 mil en puestos ambulantes, aunque en algunos sitios las venden en Bs 20 mil.
A su vez, ya no es común la presencia de las nueces en las mesas venezolanas debido a que el kilo está en Bs 600 mil.