Alta Política | Juan Guaidó, un liderazgo incómodo 

A pesar de las críticas hacia el jefe del Parlamento Nacional, los acontecimientos noticiosos denotan que Juan Guaidó no sólo ha incomodado al chavismo, también a grupos que se hacen llamar opositores, y ha colocado en tela de juicio las relaciones del gobernante PSUV con sus aliados en el mundo 

 

Venezuela y su afán de ser noticia, una condición que no cambió al iniciar este 2020, que nos hace preguntar hacia dónde nos lleva el discurso y accionar político venezolano.

Lo sucedido en el Parlamento Nacional es totalmente aberrante. Con apoyo de los diputados chavistas, un grupo de parlamentarios opositores, encabezados por Luis Parra, se autoasignaron la Directiva de la Asamblea Nacional (AN), mientras la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) impedía el acceso al Palacio Federal Legislativo de Juan Guaidó y otros diputados.

Esto sucede mientras sectores de oposición denuncian una «operación Alacrán» en la cual el gobernante chavismo busca comprar a diputados dizque opositores, con el objetivo de impedir la reelección de Guaidó en la AN.

 

Los que se oponen a Guaidó

Lo llamativo acá es que precisamente los diputados «opositores» que apoyan a Luis Parra, están siendo investigados por presuntamente estar inmersos en hechos de corrupción y extorsión vinculados al programa alimentario Clap, que en gran parte terminó beneficiando no sólo a empresarios pro-chavistas, sino a los mismos funcionarios del gobernante chavismo.

Entre los parlamentarios señalados figura Luis Brito, quien se ha mostrado ante la prensa como el «tutor» de Luis Parra. También figura lamentablemente un trujillano, el diputado Conrado Pérez Linares. A estos parlamentarios al parecer Guaidó le resulta bastante incómodo al haber ordenado dicha investigación que tiene «en salsa» a los mencionados junto a otros legisladores.

 

Más que espectadores

Más allá de estar o no de acuerdo con que Guaidó siguiera al frente del Parlamento, este asalto a la AN exhibió nuevamente las intenciones del chavismo de desmantelar el único Poder Público que no controlan, demostrando así que no sólo fueron espectadores de lo ocurrido, pero terminaron oxigenando de cierta manera el liderazgo de Guaidó, que por cierto, ya lucía bastante desgastado.

 

AN importante para el chavismo 

Quizás haya venezolanos que se estén preguntando el por qué al chavismo le importa tanto la AN, si el TSJ pro-Maduro ha declarado que el Poder Legislativo está en desacato.

En los últimos 20 años, el gobernante chavismo ha contado con 5 pilares fundamentales para controlar no sólo el poder político, sino también el económico. Hablamos del «respaldo» de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb), reconocimiento internacional, reconocimiento del CNE, una importante bonanza petrolera, y en su debido momento contó con un liderazgo carismático.

Es necesario preguntarse con cuáles de esos 5 pilares cuenta hoy en día el chavismo, y más aún, cuáles de esos pilares ha contribuido a erosionar la opositora Asamblea Nacional en manos – de manera temporal – de Juan Guaidó desde 2019. He ahí el meollo del por qué Guaidó le resulta incómodo al chavismo.

Los venezolanos no estamos frente al reto de tomar partido por la posición de una fracción política, nos enfrentamos al desafío de conservar el único Poder Público que goza con la legitimidad del voto popular, y que a pesar de sus numerosos desaciertos, en determinados momentos ha sido capaz de colocar «contra las cuerdas» al gobernante chavismo, el cual intenta sumar «aliados opositores» para lograr su cometido de recuperar la AN a su favor.

 

Hasta un aliado «rojo» se molestó

Lo sucedido en la AN disgustó incluso a los aliados del chavismo en el mundo, en especial a Argentina, quien calificó los hechos como «inadmisibles», incomodando así al número dos del chavismo, Diosdado Cabello, quién exhortó a Fernández a «ponerse de lado de los pueblos o de los arrastrados».

 


Que no se quede mudo

100 diputados respaldaron a Juan Guidó para que continuara liderando la AN, a pesar de los más recientes escándalos de corrupción perpetrados desde la Comisión de Contraloría y también de la crítica hacia la postura de Guaidó, sobre el llamado caso de corrupción «cucutazo». Creo que a muchos venezolanos también le resulta incómodo el débil accionar del presidente de la AN sobre estos casos, incluso sus detractores «opositores» le han devuelto la crítica e insisten que el «corrupto es Guaidó». Ojalá que esta oportunidad histórica le obligue a este joven dirigente a hablarle con claridad al país y que no se quede mudo con temas tan fundamentales como estos.

Salir de la versión móvil