Alejandro Matos… «El Muchacho de los Pudines»

Alejandro David Matos es un joven emprendedor pampanense que se ha dedicado a la elaboración de ricos dulces y delicateses, resaltando sus famosos pudines de chocolate y galleta. En plena crisis económica y social, este muchacho radicado en Monay, hubo de sacar garra a sus cualidades al no poder coronar su sueño de estudiar idiomas y ser un profesional.

El "Muchacho de los Pudines" es sin dudas Alejandro Matos en Monay.

 

Gabriel Montenegro.

El viejo adagio popular de «A mal tiempo buena cara», parece haberse arraigado en la mente de los colectivos nacional y regional, especialmente en este tiempo de dura crisis social, de una hiperinflación galopante y de pocas posibilidades de empleo bien remunerado.

Estos factores han golpeado severamente a toda la población, esencialmente a los ciudadanos de escasos recursos  y a los jóvenes que con muchas ansias de progreso han tenido que tomar maletas y buscar nuevos derroteros en otras latitudes.

Mientras esto ocurre, una cantidad limitada de venezolanos decidieron quedarse en el país y enfrentar con valentía la severa crisis apelando a la creatividad y el emprendimiento. Uno de estos venezolanos es el joven pampanense Alejandro David Matos Segovia, de apenas 24 años de edad, quien a decir de sus paisanos de Monay, parroquia La Paz del municipio Pampán se ha convertido de la noche a la mañana en el verdadero «Rey de los Pudines».

El «Pudin de chocolate», destaca como una delicia entre sus productos.

Duro trabajo para lograr objetivos

Alejandro, o el «Muchacho de los Pudines», como es catalogado por sus amigos y gente más cercana, decidió probar suerte haciendo un intensivo curso de pastelería y dulces vía Internet, probando ventas en la residencia de su señora madre, quien tiene una peluquería denominada «Unisex Flower» en la Calle Libertador de Monay, un poco más abajo del cementerio de esa población, donde además decidido elaborar gelatinas y otras delicateses especiales para disfrutar en las horas de solaz y como postres luego de las comidas.

La aceptación por parte de los clientes iniciales ha sido muy positiva, pero Alejandro tiene que enfrentar los altísimos costos de productos como harina de trigo, galletas, maicena, chocolate, vainilla, leche condensada, como elementos vitales, además del también alto precio de los envases y cucharas.

«No pude estudiar Idiomas como hubiese querido»-nos relata en tono melancólico; sin embargo, ruego a Dios que pueda tener el éxito esperado y que las familias que gustan de los dulces buenos, negocios como panaderías, restaurantes y heladerías adquieran mis productos, especialmente el «Pudines Tentación», tal como ha querido denominar su empresa la cual piensa registrar y poner a la orden del comercio local y regional.

«De niño tuve problemas para poder estudiar,  porque vengo de un hogar disfuncional con muchas limitaciones de tipo económico, sin embargo he recibido el respaldo de mi señora madre, de mis amigos y parientes para este emprendimiento, el cual espero como dije, tenga la respuesta de la gente.

Me gusta ser higiénico, utilizar agua y productos frescos porque allí está la garantía de los buenos productos»- dice convencido de lo que hace.

Quiero recaudar dinero, para poder iniciar mi carrera en Idiomas»- nos dice con mucha esperanza.

Exquisito manjar

Alejandro Matos, o ahora el » Rey de los Pudines»,  quiso obsequiarnos uno para que lo disfrutáramos, pero para ayudarlo en su pequeña empresa y aportar algo preferimos pagarlo, para degustar de esta verdadera delicia, la cual recomendamos a quienes tiene negocios como mini-market con equipos de refrigeración, panaderías restaurantes y abastos.

«Le doy mi número de contacto a los interesados, el 0416 0419707, o contactarme en mi residencia de Monay, Calle Libertador, cerca del conocido restaurante del señor Perpetuo. Puedo elaborar también para fiestas, celebraciones  como matrimonios, bautizos, fiestas infantiles en cantidades acordadas por los solicitantes»- agregó.

Nos despedimos de este humilde emprendedor trujillano, quien espera, como muchos jóvenes de su edad, coronar su meta de graduarse en Idiomas, pero primero tiene que trabajar duro, consolidar su empresa de pudines y luego cumplir su sueño de ser otro profesional venezolano… ¡Vamos a respaldarlo en eso y a demostrar que en Trujillo somos buenos y solidarios!

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