Las alarmas no pudieron anticipar el sismo que vivió este martes Ciudad de México, en el que murieron más de 210 muertos en distintas zonas del país.
De acuerdo con el diario El País, esto se debe a que la mayoría de los sensores se encuentran ubicados en zonas costeras y no en el interior de México.
Fuentes oficiales indicaron que no hubo fallas técnicas: simplemente el movimiento sísmico no pudo ser detectado para que los ciudadanos abandonaran los lugares en los que se encontraban para ponerse a salvo.
“Técnicamente es imposible tener cubierto todo el país. El sistema está diseñado para sismos costeros, que son la mayoría. La profundidad, tan baja, ha hecho que la propagación sea casi inmediata y que se haya sentido prácticamente a la vez que el movimiento fue detectado por los sensores”, expresó Carlos Valdés, director general del Centro Nacional de Prevención de Desastres.
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