Francisco Graterol Vargas.
Una fría brisa mañanera entra por la ventana de mi dormitorio. Acabo de grabar el boletín para el programa “Estudio Deportivo”, que se transmite por Brava 96.9 y que pronto cumplirá 45 años en el aire. Me quedo acariciando la cama mientras amanece para mi caminata diaria de media hora, la cual junto a mis pastillas me mantienen una tensión que según Rixio Chacín es de muchachito.
De pronto la musa, solamente una, no las nueve de Apolo, me aclaran la mente. Me viene como un rayo de luz escribir sobre los venezolanos con probabilidades de acudir a los juegos de postemporada. Una ardua temporada, desde sus inicios en el mes de marzo hasta llegar “al son de la gaita” como abre boca para la Serie Mundial, donde los campeones de la Liga Americana y la Liga Nacional se verán las caras. El año pasado vencieron los Rangers de Texas doblegando a los Cascabeles de Arizona. Los rancheros han decepcionado. Los del desierto sobreviven en una dura lucha en la Liga Nacional como uno de los comodines. Veamos…
Liga Americana: En la División Este Yankees y Orioles ya se montaron en el vuelo millonario. Nadie quiere quedarse fuera. Por el equipo de la gran manzana Gleyber Torres y Oswaldo Cabrera, tienen su puesto asegurado y Anthony Santander con los cinturones ajustados. Entre Yankees y Orioles, uno será el monarca y el otro el primer comodín de La Americana.
Torres comenzó el año tambaleante. Hasta pedían un baño de agua fría en la banca de los Yankees. Aaron Boone, el capataz le dio confianza y ahora “con el repicar de los tambores, el furro, el cuatro y la maraca”, ha revivido como el Ave Fénix. Está caliente. Es el primer bate de una alineación que incluye a Juan Soto, Aaron Judge y compañía. El caraqueño se las juega todas. Al concluir la temporada será agente libre. ¿Continuará con los mulos? Ya lo veremos. Cabrera, contra todos los pronósticos se montó en ese vuelo. Ha tapado el hueco que en diversas ocasiones han dejado las lesiones de los estelares con eficiencia en el guante y bateo oportuno. Como dijera Juan Vene “buena esa muchacho”.
Anthony Santander está en la campaña de su vida. Amenaza con dejar atrás el record de 49 bambinazos de Eugenio Suárez para un criollo en las grandes ligas aun cuando el tiempo se le acaba. Si los Orioles han alcanzado montarse en la postemporada, mucho se le debe al nacido en esta patria de Bolívar. El 19 de octubre, el margariteño soplará 29 velitas en su cumpleaños y un buen regalo sería un contrato millonario para la próxima campaña. Los Orioles tienen buen material en sus granjas para sustituir al nuestro y como un mercado pequeño, particularmente creo que si quiere unos verdes de los buenos, será en otro equipo y no en Baltimore que los meterá en su cuenta bancaria. Esperemos y veremos. Pero, al lado de Santander ha brillado como pitcher Albert Suárez. En estos instantes luego de haber finalizado su etapa como trotamundos del beisbol el hermano de Robert es uno de los miembros integrantes de la rotación de los Orioles. De él, depende mucho la suerte de los oropéndolas en esta fase de las Grandes Ligas.
La División Central de la Americana es la que ha comprado más boletos para la postemporada. Los Guardianes aun cuando algunos seguidores como Eladio Muchacho prefieren el nombre original de Indios incluso quien escribe, estuvo titubeando semanas atrás, cogió impulso y al parecer será el campeón de una división que con los representantes de Kansas City y los Mellizos de Minnesota serán mayoría en el wild card de La Americana. Salvador Pérez, Maikel García y Freddy Fermín con los Reales y “el doctor” Pablo López con los Twins completan la representación venezolana.
En Cleveland brillan con luz propia Andrés Giménez y Brian Roccio. El primero es una de las estrellas del juego. Su guante es excelso. El año pasado se adjudicó el de platino y este año pudiera repetir. Ha venido ejerciendo a la chita callando un liderazgo en los encumbrados guardianes donde a la hora de la ofensiva el principal bastión es el dominicano José Ramírez. Giménez con su manejo del bate ha servido para lograr victorias tan indispensables en esta recta donde al final del túnel se optará al gallardete de LA y un boleto a la SM que todo conjunto profuso en postemporada aspira.
Roccio es el mismo campo corto campeón con Tiburones en Venezuela y en la Serie del Caribe donde dio a conocer sus finas manos, sello de los venezolanos en esa posición. Ahora en los parques de Grandes Ligas han contemplado a un heredero de “Chico” Carrasquel, Luis Aparicio, Enzo Hernández, David Concepción, Omar Vizquel y Oswaldo Guillén, entre otros, disculpen si omití algunos quienes en épocas diferentes resultaron los “papa upa” en el puesto 6 del line up de sus respectivos team.
En Kansas City, Salvador Pérez es como el vino. Emblema de la divisa. Con 9 juegos de estrellas, tres bates de plata y demás pergaminos en su charretera como pelotero de grande liga, parece atesorar en su bolsillo un nuevo bate de plata como receptor de La Americana. Una temporada de lujo donde superará las 100 fletadas. Muchos analistas de la MLB sostienen que al concluir su carrera le espera el Salón de la Fama de Cooperstown. Por lo menos hará pensar a los exigentes periodistas que tienen la tarea de la escogencia donde apenas don Mariano Rivera ha sido unánime.
Maikel García es otro de la Realeza. Oswaldo Guillén sostuvo que era mejor que su primo Ronald Acuña Jr. Creo que el paisano ocumareño se pasó. Maikel es excelente tercera base y buen corredor pero de ahí a superar a Ronald hay un trecho muy largo. Sin embargo, muchos clubes ya quisieran contar con el venezolano en la esquina caliente. El tercero es Freddy Fermín, cuando a Salvy lo alinean como primera base o designado, el oriundo de Puerto Ordaz saca altas notas con la mascota y con la garrocha en Kansas City.
A Pablo López en los Mellizos de Minnesota le dieron la pelota para ser el abridor en el Opening Day, honor que es otorgado al líder de cualquier rotación de lanzadores. “El doctor” en los primeros meses estuvo inconsistente. Sin embargo, ha vuelto por lo suyo. Ya es uno de los mejores pitchers sacando su casta de ponchador y afianzando a los Twins a subirse en el viaje que todos desean a estas alturas de la larga jornada beisbolera.
El último mohicano por este año de los criollos en la postemporada en la LA es José Altuve con los Astros de Houston. Sobran adjetivos para escribir de Astroboys. Nos llevaría un trabajo completo de muchos caracteres. Es la mejor segunda base de todos los tiempos de Venezuela y pudiera ser luego de Miguel Cabrera el próximo nacido en esta parte de la bolita del mundo en alcanzar los 3.000 inatrapables. Houston en el mes de junio se encontraba “detrás del autobús” en la División Oeste de La Americana. Al momento de garrapatear estas líneas el conjunto sideral parece haber asegurado otro título divisional y la bujía tiene nombre y apellido. ¡Mosca con Los Astros!.
NOS VAMOS A LA LIGA NACIONAL
Hay tres campeones casi seguros. Phillies en el Este, Cerveceros en la Central y Dodgers en el Oeste. En el Este: Mets y Bravos tienen un “atajaperro” por el comodín. No hay asiento para los dos. Atlanta que partió de gran favorito se distanció más que todo por la lesión de Ronald Acuña JR. Si los de Georgia se quedan como meros espectadores será un cataclismo en Atlanta. Están acostumbrados a los aplausos y no a los abucheos, si clasifican de barriga, Orlando Arcia estará en el campo corto. El menor de los Arcia el año pasado fue guante de oro y short stop de la Nacional en el Juego de las Estrellas.
Vamos a la otra esquina: En los Mets de Nueva York, el manager debutante es Carlos Mendoza. Está teniendo méritos para manager del Año. Créanlo, soy un seguidor ferviente de Los Bravos por el de La Sabana, pero vería con muy buenos ojos que Mendoza y su tropa dieran la sorpresa. En Nueva York el joven guatireño, mi tocayo, Francisco Alvarez es el máscara titular. Poniéndose los aperos ha mostrado sus progresos. Con la garrocha está en deuda, pero, siempre hay tiempo para redimirse.
En esos instantes donde Mendoza ha descansado a Francisco, aparece otro venezolano en el escenario. Luis Torrens. Empezó la temporada con los del Bronk y concluyó en el otro cachete de la Ciudad de los Rascacielos, dando palo y con la experiencia en la pelota venezolana donde fue uno de los héroes de los Tiburones de La Guaira. Acaban de llamar a Luisángel Acuña, hermano de Ronald, pero no clasifica para la postemporada. Entre Atlanta y Mets nos toparemos con el tercer comodín.
El campeón de la División Este de La Nacional lo tiene asegurado desde hace rato largo, los Phillies de Philadelfia. Rangers Suárez al inicio se encontraba labrando una campaña para el Cy Young. La mala fortuna se presentó. Una lesión lo rezagó de por lo menos optar al codiciado premio. Con ciertas dificultades viene recuperándose ahora para ayuda a Filadelfia y soñar con una Serie Mundial. Otros brazos también zurdos hay en el equipo: José Alvarado, perdió el puesto de candado, sin embargo, continúa como un clavo en los innings finales y José Ruiz, respondiendo al llamado desde el bullpen. Lo demás queda en manos de la toletería que lideriza Bryce Harper.
En la División Central Cerveceros ha desarrollado una excelente campaña con un equipo joven donde el bateo y el pitcheo han sobresalido. Williams Contreras, cátcher de la LN, ha estado al frente en esa gesta. Sus números son impresionantes. Cuando se requiere de un jonrón o de un batazo oportuno aparece el menor de los Contreras. ¡Como añoraran en Atlanta a Williams!.
Si Contreras es uno de los generales, el nombre de Jackson Chourio cobra cada día mayor precio. El Chico Maravilla se ha erigido como el pelotero en la historia de la MLB más joven en dar 20 bambinazos y 20 bases robadas dejando atrás a Vada Pinson de los Rojos de Cincinnati en 1959 y Mike Trout de los Angelinos en 2012 con 21 años cada uno. Recordemos que Trout actualmente lesionado ha sido la cara del béisbol. Una súper estrella en toda la extensión de la palabra. Sin que me quede nada por dentro parafraseando a Carlitos González, el porvenir del marabino no tiene límites. Que el Todopoderoso le de salud. Estamos ante la presencia de un superdotado para jugar a la pelota.
Si Andruw Monasterio es tomado en cuenta por los lupulosos seria el tercer venezolano en sus filas. Es un suplente de lujo en el infield de los casi campeones del Este de la Nacional.
El Monarca de la División Oeste le corresponde el honor a los Archie favoritos Dodgers de Los Ángeles con Shohei Otani y compañía. Miguel Rojas, impuso su maestría a la hora de coger rolas en el campo corto y con un bate que hace su trabajo. El otro criollo en los Ángeles es Brusdar Graterol (tenía que ser), con un año de lesiones, sin embargo reaparece a la hora buena en postemporada para sacar outs con sus envíos que rayan las 100 millas por hora.
La División Oeste, además del campeón, es casi fijo que se anotará con dos conjuntos más en tiempos de wild card, los otros dos, Diamondback de Arizona y Padres de San Diego. Los del desierto intentan dar de nuevo la sorpresa soñando con el clásico de octubre. Hay varios venezolanos involucrados. Eduardo Rodríguez en la tercera almohadilla con un remate extraordinario dejando atrás un comienzo incierto en la tercera base, ya que su calidad de bateador y jonronero no ha estado en discusión. Eduardo Rodriguez firmó un contrato millonario al dejar a Detroit. Una lesión lo mandó a la lista de inhabilitados. Ha regresado en el instante en que más lo necesita su equipo. Ya veremos. Gabriel Moreno, en la temporada pasada fue uno de los mejores máscaras de la Liga Nacional. De un momento a otro debería regresar a la acción. El joven José Herrera ha ocupado su puesto. El quinto es Yilber Díaz con una historia muy bonita. Vendía caramelos en las calles de Lima, pero su pensamiento estaba en jugar béisbol. Retornó a Venezuela donde fue firmado para los Cascabeles a los 20 años de edad. Su debut tuvo un impacto. Tres actuaciones más en el montículo mostraron al que pudiera ser una estrella del montículo. Su aplomo, su seguridad fueron parte de los atributos del guatireño. Lo bajaron. Pónganse cómodos que va a lanzar Yilber Díaz. Síganle los pasos.
El otro comodín de la Liga Nacional es para los Padres de San Diego con el fenómeno Luis Arráez. De adjudicarse el título de bateo será el primero en hacerlo con tres equipos diferentes en tres campañas seguidas. Con los Marlins, Mellizos y ahora los Padres. El de San Felipe reta el ojo del ser humano. A la hora de hacer esta crónica no se había ponchado desde el lejano 10 de agosto. Pese a los nombres sonoros que hay en Los Frailes creemos que el punta de lanza es el yaracuyano. Si se embasa hay esperanzas de anotar carreras y como lo ha expresado Manny Machado: “Arráez es un ejemplo y una inspiración para nosotros, es el que enciende al equipo”. Arráez va camino a ser el Premio Luis Aparicio. Anótenlo.
El otro criollo con los Padres es David Peralta quien fue firmado para cumplir labores de cuarto oufielder y bateador emergente, sin embargo su presencia en el line up es más que indispensable por su eficacia como bateador zurdo y en el jardín izquierdo es un “policía con el guante”.
Finalmente, un manager, Carlos Mendoza y más de 20 peloteros pudieran ser parte de la presencia nuestra en la postemporada. En el cargo de coach y asistentes, también hay venezolanos ocupando puestos de mucha responsabilidad.
“La grey zuliana, cual rosario popular
De rodillas va a implorar a su patrona
Y una montaña de oraciones quiere dar
Esta gaita magistral que el Saladillo la entona”.
Dale volumen, que la gaita esta sabrosa y que suene la pelota en la postemporada de las grandes ligas.
(Gracias a Dios y la Virgen por permitirme este nuevo contacto con ustedes a través de Diario de Los Andes)