Antes de construir ciudades tenemos que formar primero ciudadanos conscientes y satisfechos; esa es la razón de la prosperidad de las naciones, de manera que no se puede engañar siempre al pueblo, el cual según lo decía el propio Abraham Lincoln, “se puede engañar algunas veces”, pero no siempre va a ser engañado, y eso es lo que ha ocurrido con muchos políticos, que se olvidan que a través de ese pueblo es que han logrado coronar sus metas y aspiraciones”.
Lo anterior expuesto es dicho por el precandidato a la Alcaldía de Valera, José Luis Nieto, quien expresa además que en las próximas elecciones convocadas por el Poder Electoral para la escogencia de las nuevas autoridades municipales, es necesario presentar propuestas concretas, con hechos tangibles y buscar las soluciones que la gran mayoría de la ciudadanía aspira de sus gobernantes”.
“He realizado un diagnostico somero de las ejecutorias de los alcaldes en los últimos quince años en el municipio Valera, y es evidente que el deterioro de los servicios públicos es el punto álgido del drama que vivimos en la actualidad, ya que si observamos los resultados de varias gestiones, notaremos que el fracaso y el incumplimiento permanente son los dos factores que lamentablemente predominan”.
En el caso del municipio Valera- continúa Nieto- es necesario contar con un Poder Local que en realidad entienda que en las ejecutorías efectivas y el trabajo mancomunado es donde está el éxito de todo emprendimiento o gestión.
Muchas promesas y nada concreto
Como ejemplo de que en Valera poco se ha hecho en los tres últimos lustros de gestión municipal, tenemos que referir lo ocurrido con el tristemente célebre Acueducto Metropolitano, proyecto ambicioso muy necesario para sacar con este vetusto drama que ha acorralado la mayoría de nuestras comunidades y que lejos de ser solucionado cada día se agrava más y más.
“He colocado en primer lugar este tema, porque el recurso agua es fundamental para la vida y no existe pueblo alguno que haya sobrevivido sin la fuente de la existencia misma”-recalca tajante.
El problema de la vialidad, es en segundo plano el otro morbo a ser resuelto por quienes asuman las riendas del gobierno valerano, ya que sin carreteras buenas ningún pueblo puede hablar de desarrollo; incluso en las zonas agrícolas es primordial contar con vías de penetración accesible para poder llevar los productos a los mercados y por ende abaratar costos de distribución, además de que las ciudades necesitan mostrar calles y avenidas limpias y funcionales.
Valera lamentablemente no ha podido coronar sus planes y proyectos en esta materia, y ya vemos cómo se fue al cesto de la basura el plan de mejoramiento urbano, teniendo como ejemplos el frustrado elevado desde San Isidro, el túnel que va desde la Avenida Bolivariana al barrio El Milagro, la falta de consolidación de la carretera Valera. La Arboleda y el proyecto para vehículos de carga pesada desde los Valles Altos por las laderas del río Motatán hasta el Eje Vial Trujillo- Valera. Estas obras se quedaron en “veremos” por eso mismo, por la incapacidad y el poco interés puesto por quienes llegaron al poder y se olvidaron de sus promesas.
Una ciudad apagada y triste
La luz y la energía eléctrica, son igualmente esenciales para el desarrollo social y económico de la población y cuando se usa de manera eficiente y racional, favorece a la ciudad de muchas maneras, tales son los casos del comercio, la industria como motores económicos del desarrollo, además de la seguridad ciudadana , garantizando buenas condiciones de iluminación para el tránsito de peatones y vehículos en vialidades y espacios públicos.
En el caso contrario a ciudades como Valera, la cual está sumida en una oscuridad casi total, en pueblos alumbrados y activos existe una sensación mayor de seguridad al caminar por sus calles, lo que aumenta el tiempo de actividad física nocturna y fomenta el incremento de las interacciones sociales, mejorando así el bienestar físico y mental de las personas e incrementando el sentido de pertenencia de la comunidad”- subraya Nieto.
En síntesis, además de los proyectos como obras, bienes y otros servicios (telefonía, telefonía celular, tecnología, Internet etc), Valera necesita que sus gobernantes se enfoquen no es sus ambiciones personales y particulares, sino en ser efectivos servidores públicos. Es por esta razón que he asomado mi nombre como una alternativa, ya que estoy decidido, si llego a recibir la aceptación popular, a garantizar estos puntos expuestos.
No estoy prometiendo demagogias baratas ni trabajando en base a un nuevo engaño para el pueblo noble, humilde y decente; sino creo y estoy más que convencido que es tiempo de que alguien que en realidad ame a su ciudad, a su gente y a su terruño en general, llegue a trabajar por el municipio más pujante del estado Trujillo, al igual que lo que tiene que ocurrir en toda la región trujillana. “Mucha gente buena, grandes profesionales y personas con experiencia me están dando su respaldo, pero aparte de agradecerles esa confianza, yo quiero un equipo de gente honesta y sincera que quiera a Valera y trabajemos como un equipo compenetrado y sin distanciamientos ni diatribas, ya que la unidad es fundamental en toda buena gestión.
Mi gran sueño es y ha sido ver a una Valera reluciente, próspera, pujante como siempre ha sido; que sus ciudadanos tengan la sensación de que pueden contar con sus autoridades y terminar con lo que ocurre en la actualidad, donde el engaño, el fracaso y la incertidumbre son el pan nuestro de cada día…Cambiemos entonces esto por tiempos mejores”- finalizo JLN.