Zulma López/ DLA.-
El litro de gasolina colombiana que venden entre 4.500 y 5000 pesos han tenido que seguir comprando los habitantes del municipio García de Hevia al norte del estado Táchira porque el combustible venezolano no llega, según lo reiteró William Roa, dirigente social de esa localidad tachirense.
Roa contó que en cada cuadra de la población hay dos o tres ventas de combustible que llega por las trochas y que las personas de esa localidad venden para ganarse la vida, en vista de la difícil situación económica que también los afecta.
“La gasolina de Colombia es la que nos está dando la talla a nosotros para poder movilizarnos, en La Fría, en cada cuadra los padres de familia compran gasolina en Colombia y se rebuscan, cada cuadra hay tres o cuatro personas vendiéndola, eso es como un permiso, una autorización para que ellos puedan hacerlo y lógicamente nos están dando el apoyo, y si yo tengo un vehículo, y si no hay gasolina en la bomba, la tengo que comprar a los buhoneros”, relató.
Explicó que se ven en la necesidad de comprar la gasolina de esa manera porque el gabinete de combustible no cumple con los habitantes de esa población. Denunció que al municipio lo incluyen en la programación para abastecer combustible y cuando llegan a las estaciones de servicio están cerradas. Dijo que eso no está ocurriendo solo en estos momentos cuando nuevamente aparecieron las largas colas para echar gasolina, sino desde hace unos meses atrás.
“La mesa de combustible ha sido una irresponsable porque no manda la gasolina que debe enviar, y no de ahorita, porque desde hace unos meses atrás viene saliendo el programa y uno va a echar gasolina y resulta que la bomba está cerrada, no sabemos qué pasa en La Fría por qué tanto descontrol”, precisó.
Los apagones no dan tregua
De igual forma, William Roa dijo que los apagones no les den tregua pues diariamente sufren de cortes de energía eléctrica que tiene quebrado al comercio de la población de La Fría. Contó que pueden suspender el servicio cuatro horas en el día y cuatro horas en la noche, situación que ha hecho que algunos negocios hayan perdido rubros como carne y embutidos.
Manifestó que la población quiere que Corpoelec sincere la programación porque no tienen ningún tipo de control.
Preciso que al menos el 60% de los comerciantes están afectados y dispuestos a bajar las Santamaría porque no soportan la situación, Están claros que las pérdidas económicas son grandísimas y no están dispuestos a seguir perdiendo.
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