Madrid, 20 ene (EFE).- Al menos tres personas fallecieron y once resultaron heridas en una explosión de gas ocurrida hoy en un edificio en pleno centro de Madrid.
Una doble explosión, que se produjo poco antes de las 15.00 hora local (14.00 GMT) y se escuchó a kilómetros de distancia, destrozó el edificio, que seguía en llamas casi cuatro horas después del suceso.
Un electricista que había acudido a arreglar la caldera del edificio, un hombre de 85 años y otro hombre cuya identidad no se ha facilitado son las víctimas mortales del suceso.
La tragedia podría haber sido mayor, dado que el edificio alberga la residencia de varios sacerdotes, locales parroquiales y de la organización humanitaria Cáritas, y colinda con una residencia de ancianos y un colegio, pero tanto los mayores como los niños resultaron ilesos.
Uno de los heridos es un sacerdote que estaba en este edificio parroquial de la iglesia de La Paloma, ubicado en la céntrica calle Toledo de la capital de España, que fue trasladado a un hospital con quemaduras graves.
Otras tres personas fueron derivadas a otros centros hospitalarios con lesiones menos graves.
EL PAPA LAMENTA LA EXPLOSIÓN
El papa Francisco lamentó la «grave» explosión y envió su cercanía a las familias de las víctimas y a los afectados, informó el Vaticano.
La explosión, descrita como «brutal» por testigos presenciales y que causó el derrumbe de parte del edificio, afectó a al menos cuatro plantas del centro parroquial y tuvieron que ser evacuados varios inmuebles colindantes.
Entre ellos el colegio y el geriátrico, cuyos 56 residentes fueron trasladados a otros centros, varios de ellos con medidas de seguridad al estar contagiados por covid-19.
También fueron trasladados inquilinos del edificio colindante que resultó afectado, que pasarán la noche en recursos municipales a la espera de que se les comunique si pueden volver o no a sus casas.
EL GAS, LA PRINCIPAL HIPÓTESIS
Según Emergencias Madrid, todo apunta al gas como causa de la deflagración, un aspecto confirmado en el lugar por el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, quien explicó que el origen podría ser una explosión en las viviendas de la parte superior del edificio, unos detalles que intentan aclarar los bomberos.
El alcalde informó de que el edificio estaba ardiendo pero no era prudente intervenir porque, si se apaga el fuego, podría producirse un embolsamiento de gas que «podría afectar a la estabilidad y estructura».
«Ha sido brutal, estaba cruzando el semáforo de enfrente y hemos oído una explosión increíble, nos hemos girado y el edificio ya estaba destrozado», contó a Efe Lucía Higuera, testigo del siniestro que dejó tabiques caídos, agujeros en el tejado y ventanas reventadas.
Vecinos y transeúntes se afanaron por retirarlos de la vía para que pudieran acceder rápidamente los equipos de emergencia, que acudieron con rapidez al tener un cuartel de bomberos a pocos metros y una comisaría cercana.
La explosión retumbó en un radio de un kilómetro, sacudiendo los cimientos de los edificios, muchos de ellos con más de un siglo de vida en una zona antigua de la ciudad.