Londres, 19 jul (EFE).- La organización Amnistía Internacional (AI) subrayó este lunes que el software espía de la empresa israelí NSO Group se utilizó para «facilitar la comisión de violaciones de derechos humanos a gran escala en todo el mundo».
En una nota, AI alude a una investigación que ha destapado cómo el citado software ha atacado a periodistas, defensores de los derechos y políticos de países como México, India, Hungría y Marruecos.
Ese programa había sido diseñado para perseguir a criminales y terroristas pero fue usado para infiltrarse en al menos 37 teléfonos móviles de reporteros, activistas de derechos humanos, directores de empresa y dos mujeres cercanas al periodista saudí Jamal Khashoggi, de acuerdo con los detalles difundidos.
La pesquisa identifica como posibles objetivos a periodistas que trabajan para medios de comunicación internacionales como la agencia Associated Press, la cadena de televisión CNN, el diario «The New York Times» y la agencia Reuters.
Según denuncia hoy Amnistía en el comunicado, el software espía «se ha utilizado para facilitar la comisión de violaciones de derechos humanos a gran escala en todo el mundo, según una importante investigación sobre la filtración de 50.000 números de teléfono de posibles objetivos de vigilancia».
«Entre ellos hay jefes y jefas de Estado, activistas y periodistas, incluida la familia de Jamal Khashoggi», agrega.
El Proyecto Pegasus es una investigación en la que han participado más de 80 periodistas de 17 organizaciones de medios de comunicación de 10 países, bajo la coordinación de Forbidden Stories, organización sin ánimo de lucro de medios de comunicación con sede París, y con el apoyo de AI, que realizó análisis forenses de móviles para identificar rastros del software espía.
Ese proyecto «pone al descubierto que el software espía de NSO es el arma preferida de los gobiernos represivos que intentan silenciar a periodistas, atacar a activistas y aplastar la disidencia, poniendo en peligro innumerables vidas», según dijo hoy Agnès Callamard, la secretaria general de AI.
Según enfatizó Callamard, las revelaciones de la pesquisa «echan por tierra cualquier afirmación de NSO de que tales ataques son poco frecuentes y obedecen a un uso fraudulento de su tecnología».
«Aunque la empresa afirma que su software espía sólo se utiliza en investigaciones penales y de terrorismo legítimas, está claro que su tecnología facilita la comisión de abusos sistemáticos. NSO dibuja una imagen de legitimidad mientras saca provecho de violaciones de derechos humanos generalizadas», agregó.
Por su parte, en respuesta a Forbidden Stories y sus organizaciones socias, NSO Group negó rotundamente las «acusaciones falsas» del informe y apuntó que los reportajes del consorcio se basan en «suposiciones equivocadas» y «teorías no corroboradas».