«Ahora tenemos que esperar que rifen la placa y que rifen la bomba»

Víctor Zambrano/ Usuario

«El efecto sorpresa nos llevó al caos, porque uno estaba consciente que al otro día nos tocaba la placa  y en todas las bombas echaban esa placa y uno se iba a hacer su colita. Ahora tenemos que esperar  a que rifen la placa y que rifen la bomba», así expresó la molestia Víctor Zambrano mientras esperaba que avanzara la cola para la estación de servicio situada en Bario El Carmen de San Cristóbal.

Los ciudadanos tachirenses se muestran cansados  por los métodos aplicados por la Mesa de Combustible en el estado Táchira, que les obliga a trasnochar a lo largo de toda la semana sin la certeza si les toque el turno.

Contó que se ha madrugado varios días a las 5:00 de la mañana, y cuando llega ya hay una cola desde las 2:00 de la madrugada, lo que ubica al usuario después del número 600 en la fila.
«Yo siempre vengo a la Crislago, que siempre abre, y ayer perdí el viaje, la cola llegaba por el Provincial, cuando salió el reporte  a las 5:00  no me tocó el número de placa», describió Zambrano al ser consultado por el Diario de Los Andes.

Rebuscarse para pagar la gasolina 

Expresó que la gasolina es la más cara del mundo y pese a ello le toca un suplicio para echar. Con el precio de la gasolina debe esforzarse a lo largo del mes para reunir el dinero que se requiere para llenar el tanque de su vehículo.
«Usted tiene que tener un sueldo de 350 dólares para pagar la gasolina, pagar alquiler, darles uniformes a los niños y pare de contar», manifestó evidentemente cansado de la crítica situación en el Táchira.
Roberto Castro/ Usuario

 

La gente anda molesta y con el estómago vacío 

Roberto Castro, otro usuario de la misma estación de servicio, exteriorizó que, la escasez de gasolina, aunado a la ruleta rusa para echar combustible, hace que las personas estén molestas y con el estómago vacío.
Es un día de trabajo que Castro pierde en el intento de surtir del producto inflamable. Para llegar este jueves a la estación de servicio en horas de la madrugada se le reventó un caucho, y tuvo suerte porque otra persona le ayudó, pero se ve expuesto a la delincuencia.
«Tu  no puedes reunir 20 dólares para echar gasolina si  ni quiera puedes comprarte un desayuno, no los puedes hacer, el café es la única solución aquí y el agua», comentó.
«¿Sorprender qué? me sorprendiste hoy a mí porque no puede trabajar, me sorprendiste a mí y a mi esposa porque tampoco pudo hacer el desayuno,  porque tuve que venirme. No hay sorpresas para beneficios, sino para dañar», concluyó el usuario.
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