Luis Cárdenas.- Alemania es uno de los países europeos que al parecer mejor han afrontado la crisis social ocasionada por la pandemia del Covid-19 y están casi listos para comenzar gradualmente a regresar a la vida cotidiana a partir del mes de mayo, por lo menos en el fútbol, que tendría fecha de reinicio el 9 de ese mes, aunque con partidos a puertas cerradas.
Esta noticia de la vuelta del fútbol en el país teutón puede ser de alegría para muchos de los amantes del fútbol, que no quieren ya ver partidos repetidos, ni historias viejas, sino nuevas emociones. Pero no es lo mismo para los aficionados de los equipos de la Bundesliga, quienes se han pronunciado al respecto y ya dejan más incertidumbres que certezas entre sus propios equipos, que pudieran verse perjudicados por las acciones de sus seguidores.
En un comunicado firmado por las barras más más importantes en la nación europea han expresado que el reinicio de la competencia «sería una burla para la comunidad volver a jugar. El fútbol profesional ha estado enfermo durante mucho tiempo y debería permanecer en cuarentena. Se ha hablado durante algún tiempo sobre las dificultades de llevar a cabo pruebas adecuadas de Covid-19 para la comunidad, sería absurdo pensar que estarían llevando a cabo miles para los jugadores».
Agrega el escrito que fue difundido por algunos medios internacionales que «criticamos la solución actual de jugar a puertas cerradas y pedimos a las ligas que no salgan al campo. Su codicia no se detiene incluso ante una pandemia. No a puertas cerradas. Las pruebas son para grupos en riesgo y no para millonarios. Basta de la dictadura del dinero».
Luego de la postura de los aficionados -dejaron claro que si hay fútbol se presentarán a las cercanías de los estadios- llega la incertidumbre a los clubes, pues la dirigencia responsable de la organización del campeonato, ha dejado claro que de ocurrir tal situación los equipos se verán perjudicados con sanciones que irían en la pérdida de los partidos e incluso resta de puntos. Según Christian Seifert, el CEO de la competición, «si no se aceptan los partidos a puertas cerradas, la Bundesliga dejará de existir».