Adiós a un amigo | Por Guillermo “Memo” Bracamonte

 

La dura noticia me llegó hoy: murió Evencio Daboin. Más que un hermano, Evencio fue para mí un amigo. La información no fue inesperada. Desde hace meses una enfermedad cruel hacía mella en su decaído organismo. Luchó hasta donde le dieron las fuerzas. Su familia lo atendió inquebrantable mente. Siempre a su lado.

Sus amigos, a la distancia, orábamos por su recuperación, pedíamos al creador su intervención para que Evencio José continuará con su sabia palabra orientando a familiares y amigos, pero él eligió el sábado de Gloria cómo día de su partida, sin quejas, sin llanto, hojeando y recibiendo notas del deporte, su predilección..

un recuerdo el año 63 cuando nos conocimos a raíz de mi amistad con sus hermanos Elías y Lola, compañeros de estudios en la recordada Escuela Normal Nacional dirigida por la Prof. Aura Briceño Monreal. Vivía en la Hoyada y la amistad se acrecentó porque a pocos  pasos de su residencia se erguía el centro social La Gallera donde, además de las riñas gallísticas no faltaban las partidas de dominó y las bolas criollas.

Juntos, en 1967, en el edificio Carbal, frente a la clínica Rafael Rangel, presentamos airosamente el examen de locución e iniciamos en Radio Valera, esta profesión que aún, por estos días mantenemos en vigencia. Compartimos toda una vida acompañando al Trujillanos en sus incursiones, lo que nos permitió conocer la belleza de nuestro país. Juntos iniciamos la historia de La Vuelta a Trujillo. Los Juegos Nacionales también llegaron a los hogares con nuestras voces y notas periodísticas. En el 82 anduvimos por Puerto Rico acompañando a los chipilines

Criollos en el latinoamericano de Pequeñas Ligas. En Cincinnati, año 88, dimos cobertura al Juego de Estrellas de las grandes ligas. No faltó la Libertadores del 95, la liga Centro Occidental de Beisbol con Proletarios. Recuerdo las actividades que desarrollamos en las asociaciones de béisbol menor, boxeo, lucha olímpica, ciclismo y softbol. Por lo anterior, el deporte trujillano y la radiodifusión pierden un baluarte que muchos recordarán con aprecio, cariño y amor.

Lo triste de la despedida de Evencio José es que estoy a muchos kilómetros del féretro. No estaré presente en su despedida al más allá, lo mismo le ocurrirá a familiares y amigos que lo despedirán allende las fronteras .

Que triste derramar lágrimas despidiendo un amigo a la distancia.

Muchos me imitarán porque cuando muere un amigo, se va parte de nuestra existencia. Llorar no es fácil y lo experimente, esta semana lo llamé, hablamos, le envío la bendición a todas mis hijas, sus ahijadas, porque él se proclamaba padrino en cada nacimiento. Mis palabras finales en la tertulia telefónica fueron: no me dejes sin pareja en el dominó

Para Ada, su esposa, sus hijos María Emilia, Ivonne, Morella, Richard y demás familiares mi solidaria palabra de condolencia

Memo Bracamonte

 

 

 

 

 

 

 

 

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