Adiós a Cesar | Por: Carlos Simón Olmos

Conocí a Cesar  al principio de los noventa , al regresar a mi Trujillo natal, después de pasar varios años en mi postgrado en usa, en la Unellez en compromisos  académicos y en un alto cargo en la capital.

Venía ávido por incursionar en la política partidista, motivado por la experiencia gremial como estudiante y como docente en el ámbito universitario.

Me encuentro con un hombre excepcional, humilde, sencillo , con una inmensa devoción por el servicio social y el ejercicio de la política real , el profesor Cesar Matheus . De inmediato hubo una empatía entre nosotros. Él encontró en mí un pupilo para refrescar la política en Trujillo y yo encontré en él , al maestro que me orientaría y aconsejaría en los comienzos de mi actividad política en la zona panamericana. Coincidíamos también en nuestra preocupación por hacer disponibles oportunidades de formación a todos los niveles a los jóvenes de  esa área geográfica, con tanto potencial, pero rezagada del resto del estado.

Cesar encarnaba el líder enraizado en la cultura y en el mismo paisaje de la zona. Apenas se  movía  a Valera y a Trujillo capital. No era adicto a visitar Caracas , sede del poder político, entre otros . Se sentía como pez en el agua en el eje panamericano, admirado , querido y respetado por la comunidad .En su casa en Sabana de Mendoza , desfilaban a diario a todas horas, contingentes de humildes pobladores  que iban a plantear sus problemas personales y comunitarios, en demanda de gestión de toda índole. Por supuesto, no faltaban, en busca de orientación o en entrega de cuentas, los dirigentes políticos municipales, parroquiales y locales de Acción Democrática, organización política a la que entregó lo mejor de sus esfuerzos.

Durante al menos un cuarto de siglo, nuestro profesor amigo , tuvo suficiente poder político para atender peticiones de ciudadanos y comunidades ,de manera directa cuando ejerció los cargos de jefe de la zona educativa, director de educación y diputado a la entonces asamblea legislativa ; y a través de su inmensa influencia sobre dos gobernadores que estuvieron cada uno dos períodos de gestión. El ejercicio del gobierno en las democracias con instituciones incipientes se apoya en los lideres locales  que trasmiten las demandas populares a los niveles correspondientes del  gobierno . Este rol lo ejercía Cesar a cabalidad, siendo el vínculo entre comunidades y el  gobierno regional. Era el verdadero caudillo de la zona baja . A cambio garantizaba el respaldo en votos populares a los aspirantes a cargos de gobierno.

Como político, Cesar fue un hábil estratega, un gran activista , pero sobre todo, un efectivo organizador. En los procesos electorales de la época, en la zona panamericana , se sabía con muy pequeño margen de error , el número de votos que obtendría Acción Democrática en cada centro de votación.

El profesor ejerció la política con inmensa  vocación de servir y absoluta transparencia, honestidad y probidad, con sencillez y humildad, sin perseguir a sus adversarios , con una destreza inmensa para hacer consensos, para  integrar visiones y para unir en torno a objetivos colectivos las distintas posturas . Tuvo poder para enriquecerse impunemente , pero no lo hizo, utilizó su poder para contribuir a mejorar la vida de los demás. No era el político local que buscaba la foto  con el dirigente regional o nacional. Al contrario, era él era el que les proveía el respaldo popular para que ascendieran a las posiciones de poder. Siempre tuvo su propio criterio , que defendía con vehemencia y habilidad , sin temor ante circunstancias adversas, leal a la palabra empeñada.

Este hombre humilde y sencillo personificó en su terruño una manera de hacer política que le ha ganado el reconocimiento de todos.

¡Paz a sus restos!

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