1. Ni Henry Ramos ni Bernabé Gutiérrez garantizan el retorno de AD al poder. Ambos ya dieron lo que tenían que dar y ahora AD se está autodestruyendo. Ambos son un obstáculo para el resurgimiento poderoso de AD. Quienes hoy los sostienen lo saben y deben propiciar cambios juntos, no suicidarse.
2. Damos por confirmado que eso es lo que quiere la mayoría absoluta de los acciondemocratistas. En estos momentos de tanto vacío político Venezuela necesita a una AD renovada y vigorosa.
3. Ya no hay tiempo ni siquiera para buscar culpables, simplemente actuar como demócratas verdaderos en un partido donde los cambios y la rotación de los actores deben ser asuntos absolutamente normales (especialmente cuando los resultados son muy pobres) evitando la autodestrucción infantil y suicida. AD debe unirse de nuevo y transformarse en el partido del nuevo milenio. Rómulo tiene la clave.
22 de abril de 2022
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