México, 12 ene (EFE).- La actriz mexicana Gabriela de la Garza disfruta interpretando a Ximena, una mujer clasista, racista y anticuada que ayuda a señalar los vicios de la sociedad mexicana con un poco de comedia en medio de la solemnidad de la serie «Monarca».
«Ximena es una mujer que se ha desenvuelto y educado en un mundo con valores tergiversados y equivocados. Es un personaje con muchas capas, complejo y creo que refleja un sector de la sociedad que así vive y se maneja en la vida», dice de la Garza en entrevista con Efe.
Aunque Ximena está más cerca de ser una villana y representa valores negativos, la actriz explica que personajes de este tipo son esenciales en las historias para poder resaltar los errores más comunes de la sociedad y con ello lograr concienciar al público.
«Como es graciosa la forma en la que se evidencia (el clasismo) entra un poquito más claramente en el espectador, al darte risa los comentarios tan ridículos e inadecuados que hace se evidencia exactamente lo que queremos», asegura Gabriela.
A la actriz le divierte interpretar a «la señora de Carranza», principalmente porque poco tiene que ver con ella y su forma de ser.
Mientras que Ximena es una mujer de clase alta frívola y déspota, la actriz se ha caracterizado por sus posicionamientos en pro de la igualdad, el feminismo y temas sociales, que además ha llevado a su trabajo en pantallas y teatros.
«Siempre trato de hacer personajes que evidencian lo que creo que debe ser lo contrario. Me divierte hacerla porque está muy alejada de mi manera de ser y es divertido salir de esos límites que una misma se impone en la vida real», dice de la Garza.
TOMA EL PODER
La recién estrenada segunda temporada de la serie producida por Salma Hayek y Billy y Fernando Rovzar muestra a una Ximena más activa y con más poder gracias al nuevo puesto de su esposo, Andrés Carranza (Osvaldo Benavides), en la empresa tequilera Monarca.
Sin embargo, ese poder será un falso espejo puesto por Andrés, quien seguirá teniendo la última decisión en todo y que la adentrará a un mundo de la sexualidad que no había explorado y de la cual se sentirá culpable.
«Es una mujer atenida a lo que el marido decide, no tiene voz ni voto, va haciendo sus planes y cree que se sale con la suya pero no es así, esta bajo el yugo de un marido que no es muy empático y resulta que al final ella es igual de egoísta que él», comenta la actriz.
Asimismo, en esta segunda temporada se expondrán temas tabú como el acoso, las adicciones, problemas mentales, la inclusión y la diversidad sexual.
OTROS PROYECTOS Y NUEVOS ENTRETENIMIENTOS
La pandemia actual hizo que Gabriela reconectara con pasatiempos del pasado en el ámbito personal como el patinaje en cuatro ruedas o su afición por el piano.
Pero también la hizo probar cosas nuevas en cuanto a lo profesional, como su incursión al cabaré con Las Reinas Chulas para una puesta en escena atípica transmitida por plataformas virtuales.
«Es la primera vez que me aviento a hacer cabaré por Zoom, ya me atreveré en directo. Ahora sí puedo decir que es una de las cosas buenas de la pandemia, el cabaré te desbloquea cosas como actriz, te atreves a hacer cosas irreverentes fuera de tu rango», menciona de la Garza.
La obra se llama «Sustorela política mexicana», y es un pretexto para criticar desde el arte la actualidad política que aqueja el país y seguirá dando funciones en vivo los sábados 16, 23 y 30 de enero.
Gabriela confiesa que quiere empezar el 2021 con un sentimiento positivo: «darle vuelta a la página» para un nuevo comienzo mientras espera el estreno de la serie «Amarres» por HBO Max, la película «La vida en el silencio» y otros proyectos más.