Mientras su esposa tomaba una ducha, aproximadamente a las 10:00 p.m., Rómer José Gil Viloria (30) se encontraba en el porche de su vivienda, ubicada en la calle 1 del sector El Jobo, parroquia Panamericana del municipio Carache, donde conversaba con su suegra. Durante la plática, dos sujetos se trasladaban por la oscura vía, ambos caminaban sin apuros, pero al aproximarse a Rómer José, aceleraron el paso.
Ya teniéndolo en frente, los antisociales desenfundaron sus armas de fuego y le descargaron una ráfaga de disparos al joven de 30 años; quien recibió seis impactos de bala, la mayoría se alojaron en su espalda, pero uno de ellos, entró por la nuca y salió por su mandíbula. Rómer José, tras el ataque, cayó al pavimento y su cuerpo yacía en un charco de sangre. Las lesiones fueron certeras y mortales, causaron estragos en sus órganos vitales.
La suegra de Rómer; Angélica del Carmen Zambrano, de 57 años, despavorida y sorprendida por lo sucedido, cruzó su mirada con los pistoleros y estos tiraron del gatillo nuevamente, pero solo lograron asestarle tres proyectiles que dieron en uno de sus hombros y en la nuca, este último solo rozó y no penetró por completo. Zambrano fue trasladada a un centro médico, donde logró sobreponerse a las heridas.
Los asesinos huyeron de la escena y se perdieron a la distancia. Una llamada a la División del Eje de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) alertó a los detectives, quienes acudieron al sitio del hecho para realizar las pesquisas, recolectar evidencias de interés criminalístico y empezar a elaborar un retrato hablado sobre los perpetradores del suceso. Será vital en la investigación las declaraciones de la suegra de Rómer y demás testigos.
Posteriormente, horas después, asistió una furgoneta del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf) para trasladar el cuerpo de la víctima a la Unidad de Patología del Hospital “Dr. Pedro Emilio Carrillo”, donde los médicos forenses llevaron a cabo la autopsia el día de ayer e hicieron entrega del cadáver a sus familiares.
El equipo reporteril del Diario de Los Andes logró conversar con parientes de la víctima, aunque estos alegaron no saber mayores detalles sobre lo acontecido, se mostraron sorprendidos y consternados por el asesinato de su ser querido. A su vez, aseguraron que Rómer nunca tuvo problemas con delincuentes o sujetos peligrosos de la zona.
Se conoció que el occiso laboraba como obrero en sembradíos de verduras y hortalizas de manera esporádica, era concurrentemente buscado por los hacendados para que este se mantuviera al cuidado de las tierras. Rómer dejó a su esposa, con quien había contraído nupcias hace siete años, aunque no procrearon hijos.
La víctima fue procesada ante el Sistema Integrado de Información Policial (Siipol) y este no presentó antecedentes ni cuentas pendientes ante la justicia. Los investigadores no descartan ninguna hipótesis acerca del homicidio, pero presumen haya sido extorsionado por su vinculación a tierras agrícolas.
Sepelio
La familia de Rómer José Gil Viloria (30) realizará el sepelio en el sector El Cerrito del municipio Carache, en la que fue su casa materna. Posteriormente será sepultado en el Cementerio de El Batatillo, perteneciente a la parroquia Chejendé del municipio Candelaria. Allí, sus familiares y seres más queridos le darán el último adiós.