“Acostarse con el estómago vacío”: La desnutrición infantil se incrementa en Trujillo

 

La seguridad alimentaria está lejos de ser considerada estable en millones de hogares a nivel nacional, y a esta realidad no escapan las zonas andinas, antes consideradas prósperas y fértiles, pero ahora golpeadas en sus áreas urbanas y rurales por un fenómeno que afecta la calidad de vida de los más pequeños, un flagelo del que no pueden escapar, la desnutrición infantil.

La desnutrición infantil deja cifras alarmantes en el país, durante el año 2020, Cáritas de Venezuela advirtió que 73% de los casos de desnutrición ocurría en niños menores de 5 años durante la pandemia. Una data preocupante, pues 20% corre el riesgo de llegar a casos agudos.

Por su parte el Reporte Mundial sobre las Crisis Alimentarias 2020 incluyó a Venezuela como la cuarta peor crisis alimentaria del mundo, calificándola en un estatus más grave que el descrito en Etiopía, Sudán, Nigeria, Siria y Haití.

Además, el 51% de mujeres embarazadas sufren fallas nutricionales y no cuentan con el debido seguimiento del control mensual prenatal, causando problemas en los neonatos, situación que los afecta física y mentalmente durante todo su desarrollo, generando problemas de salud a largo plazo.

 

 

Trujillo

Alimenta la Solidaridad presentó el resultado del estudio técnico sobre la desnutrición infantil, en el estado Trujillo, realizado durante los meses de mayo y julio del año 2020, revelando que más del 30 % de los niños de 0 a 5 años de edad presentan desnutrición crónica y los de 6 a 12 años desnutrición aguda.

No hay cifras oficiales de parte de los entes de salud y nutrición, pero la señal del déficit alimentario es clara en los centros de salud, los hogares y el rendimiento de los menores en sus actividades, las zonas rurales a duras penas pueden producir uno o dos tipos de cultivo por familia, y esto para alimentar a los infantes, es totalmente ineficiente para lograr el nivel nutricional que requieren en su crecimiento.

Por otra parte, el estado Trujillo como toda la región andina afronta la falta de yodo por sus condiciones geográficas, golpeando con otro factor en contra a los niños que se desarrollan en esta región del país, la deficiencia de yodo puede producir agrandamiento de la tiroides, hipotiroidismo y retardo mental en los infantes y en los niños cuyas madres tuvieron deficiencia de yodo durante el embarazo.

 

Soluciones insuficientes

Para tratar estos casos los infantes que presentan un cuadro de desnutrición moderada o grave, son internados en el Servicio de Educación y Rehabilitación Nutricional del estado Trujillo (SERN), donde en un período de 45 días, son atendidos para su restablecimiento. El Instituto de Alimentación y Nutrición del estado Trujillo (IANET), también ofrece asistencia nutricional y médica, pero sin hospitalización, pero esto no es suficiente.

De igual manera la pandemia alejó a los menores de las instituciones educativas, de las cuales algunas estaban brindando apoyo alimentario a las familias en sus comedores escolares, no con el nivel nutricional requerido, ya que la mayoría es alta en calorías y bajo en proteínas, pero esta situación también aumentó los casos de desnutrición en todo el estado.

 

Consecuencias

La desnutrición infantil en estados severos o graves puede generar secuelas irreversibles en los más pequeños, el tratamiento que reciben los niños en estos casos, es multidimensional porque dependerá del área afectada, requieren un reforzamiento pedagógico para el funcionamiento cognitivo.

De igual manera muchas enfermedades en su mayoría metabólicas se pueden generar durante la adultez por la falta de una nutrición saludable en la infancia, por lo que la región se encamina a tener una población más débil física y mentalmente en medio de una crisis de servicios, economía, educación y principios, por lo que se hace un llamado a los entes regionales responsables a proteger y salvaguardar el derecho a la salud de los más desprotegidos, la infancia trujillana.

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