Madrid, 18 jul (EFE).- La intensa, duradera y extensa ola de calor llega a su fin este lunes, tras 9 días de máximas entre los 39 y 45 grados en casi toda la Península que han dejado 510 muertes que se pueden atribuir a las altísimas temperaturas.
Según los datos facilitados este lunes por el español Instituto de Salud Carlos III, en los siete primeros días de la ola de calor -del 10 de julio hasta el sábado 16- han muerto 510 personas por causas que se pueden achacar al calor, 150 de ellas el sábado y 123 el viernes.
De las 510 personas que habrían fallecido por la ola de calor, se estima que 321 son mayores de 85 años, 121 tienen entre 75 y 84, y otros 44 habrían muerto con entre 65 y 74 años.
Unas sofocantes temperaturas que darán una pequeña tregua en el arranque de esta semana, aunque se espera que el asfixiante calor vuelva en buena parte del país en los próximos días.
Se cierra así la segunda ola de calor de este verano en España que ha sido «excepcional», sobre todo en extensión e intensidad, pero aún persisten localmente temperaturas sofocantes, ha adelantado Bea Hervella, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), quien incide en que, a pesar de que mañana no hay ola activa, «el calor con mayúsculas se mantendrá en algunas zonas».
Para la meteoróloga, de momento, «no se baraja otro episodio de ola de calor», pero ha señalado la importancia de vigilar atentamente la situación meteorológica debido a que el jueves se prevé un aumento de los valores.
De momento, este lunes la zona de máxima incidencia del calor se irá desplazando progresivamente al noreste, ha explicado la portavoz de Aemet, para detallar que en el tercio occidental las máximas caerán entre cuatro y ocho grados aliviando la situación y rebajando los niveles de aviso o directamente eliminándolos.
El descenso estará motivado, entre otras cosas, porque la DANA, que se ha mantenido frente a las costas atlánticas portuguesas los últimos días, comienza a moverse, con más eficacia hacia el noreste para situarse a últimas horas de este lunes frente a la costa gallega, acercando a la península el aire Atlántico más fresco.
Por el contrario, hoy se esperan ascenso significativos de las máximas en el País Vasco y en Navarra (norte), donde los avisos de máximo nivel (rojo) registrarán temperaturas entre 40 y 42 grados en áreas del litoral de Vizcaya, interior de Vizcaya, Guipúzcoa, Cuenca del Nervión y vertiente cantábrica de Navarra.
Mañana no se puede hablar de episodio de ola de calor porque no hay un 10 por ciento del territorio con temperaturas que cumplan esos requisitos de ola de calor, pero aún así habrá zonas donde se mantendrá las altas temperaturas, y seguirán con alerta naranja en la Ribera del Ebro, de La Rioja, de Navarra y de Zaragoza.
El miércoles la caída térmica llegará finalmente al noreste peninsular, pero, por el contrario, la mitad occidental volverá a experimentar un ascenso de sus máximas relevantes y significativo asociado a una cuña anticiclónica -entre cuatro y seis grados- lo que dará lugar a que los avisos por calor vuelvan a marcarse en el suroeste.
De esta manera, esa jornada las provincias de Córdoba, Granada y Jaén volverán a tener nivel naranja, por máximas que oscilarán entre los 40 y los 42 grados en puntos de la campiña cordobesa, cuenca del Genil, Cazorla, Segura, Morena y Condado; en la provincia de Badajoz, el termómetro subirá hasta lo 40 grados en la siberia extremeña.
A partir del jueves los valores máximos ascenderán en la mitad norte y Comunidad Valenciana, así como en las Canarias y se superarán los 35 grados en la mitad sur, meseta Norte, valle del Ebro, Mallorca y zonas de Canarias, y los 40 grados en los valles del Guadalquivir, Guadiana y Tajo, y localmente en el sur de las islas centrales Canarias.
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