Según la versión emitida por las autoridades, el fallecido se dedicaba al robo, extorsión y abigeato, también era integrante, simultáneamente, de dos bandas criminales. Familiares y allegados, desmintieron tales acusaciones, aseguraron fue ajusticiado
Trabajos de investigación y rastreo llevaron a funcionarios de la Coordinación Policial Nº 3 Sabana de Mendoza y la Estación Policial 3.5 La Ceiba, al Kilómetro 9 de la parroquia El Progreso, municipio La Ceiba. Allí, en una vivienda ubicada en territorio boscoso, hallaron a un sujeto en actitud sospechosa aproximadamente a las 5:00pm del domingo.
Al menos cinco patrullas arribaron al lugar, más de una decena de uniformados se adentraron al sitio y divisaron al supuesto hampón, el cual, al notar la presencia de las autoridades, esgrimió en reiteradas ocasiones un arma de fuego tipo escopeta contra el equipo policial.
En la disputa recibió varios impactos de bala que se alojaron en su humanidad, tras caer al suelo, los efectivos lo trasladaron al Hospital “Dr. José Vasallo Cortez” de Sabana de Mendoza, donde falleció a los pocos minutos de haber ingresado. De esta manera lo dieron a conocer fuentes oficiales
Identificación
Ya en la morgue del nosocomio sucrense, el cadáver del abatido no poseía identificación alguna, por lo cual la Policía Estadal solicitó la ayuda del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) y estos verificaron que se trataba de Yohandriz Daniel Pérez Peña, de 19 años y residenciado en el sector El Pito del municipio portuario del estado.
Pertenecía a dos bandas
Pérez Peña era presuntamente conocido bajo el seudónimo delictivo de “El Farruco”, según fuentes oficiales, este formaba parte de las pandillas criminales de “El Mana” y “Cara de Gancho”, ambos clanes dedicados al robo, extorsión y abigeato –robo de ganado-.
Incautaciones
A parte del arma de fuego tipo escopeta que recuperaron las autoridades, consiguieron, según estos, 90 kilos de carne de caballo, y tras un breve recorrido por el lugar, avistaron un hueco de aproximadamente un metro de profundidad, en el cual se hallaban restos óseos de animales.
Sin embargo, eso no fue todo, también decomisaron un chaleco antibalas, una romana, dos machetes, dos cestas donde estaban los trozos de carne y un proyectil calibre 16 sin percutir.
“No hubo enfrentamiento, fueron a matarlo”
Emilio Pérez e Isabel y Liliana Peña, padre y compañeras de trabajo del fallecido, se encontraban en las inmediaciones de la Unidad de Patología del Hospital “Dr. Pedro Emilio Carrillo” de la ciudad de Valera, estos aprovecharon la presencia de los medios de comunicación para hacer pública su molestia en torno al procedimiento policial.
«Ellos llegaron en cinco patrullas a toda velocidad. Todos estábamos en el porche de la casa; muchos, asustados salimos corriendo y nos metimos al monte, temíamos por nuestras vida. Yohandriz se quedó y varias personas vieron cuando él se entregó sin oponer resistencia, pero los policías lo mataron de tres tiros, todos en el pecho», relató Isabel, indignada y con la voz quebrantada.
El abatido, comentó su progenitor, se dedicaba a la agricultura, también limpiaba solares para así obtener mayores ingresos. A su vez, hizo saber que su hijo no tenía antecedentes y que era un joven tranquilo. «Ya tenía aprobado el curso para ser funcionario del Cicpc», aseveró.
Las compañeras de labores insistieron en que el procedimiento fue liderado por un comisionado de apellido Araujo, al cual, según estas lo conocen como «Chicharrón». «El gobernador tiene que saber a la clase de joyitas que tiene en los cuerpos de seguridad, ese tipo es un sicario y trabaja junto a ‘Nicho’, un hampón de acá», finalizaron.