Una de las plazas más abandonadas de la ciudad cordial es la plaza que lleva el nombre del «Mártir de La Carraca», Francisco de Miranda. La segunda plaza que tuvo San Cristóbal, es el reflejo hoy del descuido y abandono de las autoridades competentes.
Este espacio es señalado por los moradores del sector La Concordia como una cueva que sirve de guarida a los antisociales, además lo usan como letrina. Y desde hace 5 años, aproximadamente, carece de iluminación, vigilancia y mantenimiento.
«Es una guarida de delincuentes e indigentes, por esta zona roban mucho y dicen que los delincuentes guardan lo que roban dentro de la plaza. En esa plaza nadie se mete por el estado de abandono y descuido que tiene», contó María Rodríguez, una habitante adyacente a este lugar.
Todos los meses del año deberían hacerle mantenimiento adecuado, no solo una vez al año cuando se celebra el día de la bandera, opinó la vecina.
Recordada por actividades culturales
Esperanza Mantilla recuerda que la plaza era visitada por los niños de la comunidad además en la temporada ferial era espacio para actividades culturales. Pero en los últimos años los que crecieron en esta zona de La Concordia son testigos de la dejadez que vive este espacio público.
Mantilla señala que desde hace un tiempo los atracos y los robos se protagonizan dentro de la plaza y en los alrededores. Es por ello que los niños de la comunidad ya no visitan el espacio público.
«En esta temporada ya había mucha iluminación navideña en la plaza, pero ya todas esas tradiciones se acabaron con lo que está pasando en el país», rememoró Mantilla.
Los residentes adyacentes a la Plaza Francisco de Miranda piden que se aboquen a darle un cariño porque es un espacio al que anteriormente acudían muchos niños para recrearse.
«Así que, alcalde échele una manita a la plaza Miranda que bien la merecemos», dijo Esperanza Mantilla.
El Cronista de San Cristóbal a través de su página en Facebook describe que es la segunda plaza Francisco de Miranda, fue inaugurada en 1961 y era conocida en aquella época como la plaza del Samán de La Concordia.
Es un espacio que todavía tiene su parte central ocupada por una amplia extensión propia para reuniones públicas que se denomina Espacio Cívico. La estructura fue realizada con círculos prefabricados de concreto de diferentes diámetros trabados en sus puntas con piedras de San Pedro del Río, detalla el cronista de la ciudad, un espacio que merece ser recuperado y mantenido.