En lo absoluto al pueblo consciente e inteligente le causa extrañeza la decisión de Nicolás Maduro de prolongar la cuarentena por 30 días (hasta el 12 de junio) porque lo adelantamos en el anterior análisis “QUIEN LO DUDA…Coronavirus como estrategia política, la cuarentena el instrumento” es más, si por él fuera mantendría a la población en confinamiento domiciliario hasta el final de su ilegitimo mandato para más de 60 países, lo cual apunta con la consulta ante la sala constitucional. Por ahora y paralelamente a la pandemia – tal como lo hizo con el dialogo – el propósito es ganar tiempo y evitar que rebrote otro virus “la presión popular” que le preocupa más que el COVID-19.
Saben en la sala situacional de Miraflores que esa dosis de respiro que le dio el coronavirus solo servirá para alargar su agonía gubernamental y que sea mayor su estado de desesperación – cómo quisieran que la pandemia perdure mas allá del 2020 – a tal punto que han asumido la cuarentena como su tabla de salvación para contener la presión popular que traería consigo, si no se rectifica, una inevitable conmocion social, que nadie en su sano juicio quiere.
Evitar movilizaciones y protestas de calle
El plan para ellos luce perfecto, ya que les permite ocultar y no exponer demasiado el verdadero propósito de mantener y prolongar discrecionalmente la cuarentena “constitucional” – y que se necesita no vivir en este país, ser extremadamente inocente o estar demente para no darse cuenta – para evitar, en primer lugar, la reactivación de las movilizaciones a las que había llamado Juan Guaido y que iniciaron el pasado mes de febrero.
Falta de gasolina “bomba de tiempo”
En segundo lugar, el conflicto social en puertas por la falta de gasolina que cada día se agudiza mas sumado a la escandalosa corrupción que se ha desatado con su control y venta en las estaciones de servicio bajo control de la FANB. Situación que viene elevando progresiva y peligrosamente molestia, descontento y que indudablemente podría servir de caldo de cultivo para una rebelión popular. El caso de los trabajadores del transporte público es grave y no aguantan más, estan que explotan. El régimen está consciente de esta grave situación que espera solventar con la reactivación de las refinerías de Amuay y El Palito.
Fallas en el servicio eléctrico
Tercero, las protestas de calle por pésimo funcionamiento en los servicios públicos, en especial y alarmantemente, el sistema de electricidad que pese a la cuarentena las comunidades han salido a manifestar por las fallas, bajones, apagones ya que lejos de mejorar de acuerdo a informaciones de expertos en la materia se podría repetir otro apagón y como consecuencia el colapso total del sistema eléctrico nacional, problemática suficientemente advertida, pero no atendida y obviada.
Cuarentena con hambre no dura
El cuarto y más preocupante, la escasez de alimentos en los hogares tanto por la escasez ya que los productores no tienen combustible para hacer llegar sus productos al mercado, como el difícil acceso debido al precario poder adquisitivo ya que los miserables sueldos y salarios de la clase trabajadora, particularmente, los empleados públicos. A estos hay que sumar los trabajadores informales, personal de talleres, las personas que laboran – o laboraban ya que muchas fueron despedidas – en establecimientos para la recreación y el deporte, entre otros. Los clap son un engaño no llega a la mayoría de las familias y cuando llega es mínimo, si mucho cada tres meses.
Pésimas telecomunicaciones
En quinto lugar, el mal servicio de las telecomunicaciones, llámese, telefonía fija y móvil, internet, redes sociales, TV por cable, que cuando medio funcionan se va la luz y quedamos en lo mismo. Situación que no solo incide negativamente la permanencia domiciliaria sino que impide que muchas personas cumplan con su trabajo vía on line.
Prolongación sin justificación
En conclusión, demostrado esta que fue mínimo el impacto del coronavirus en Venezuela, gracias a la crisis económica, social y política, que nos ha mantenido durante los últimos 10 años aislados internacionalmente y en cuarentena a nivel nacional, de allí, el registro mínimo de infectados, contagiados y cero propagación manteniendo, por supuesto, las recomendaciones preventivas emanadas por la OMS.
Razón por la cual no se justificaba prolongar la cuarentena, mucho menos si no se estan garantizando las condiciones mínimas para tal fin, las cuales no estan dadas para hacerla cumplir, como ha quedado demostrado en estos dos meses. Por Dios, es difícil que el pueblo siga en cuarentena – por demás injustificada – sin comida ni como comprarla, sin energía eléctrica, sin gas domestico, sin internet, sin TV por cable, etc, etc, etc.
Hogares “olla de presión”
En estas torturadoras condiciones cada hogar se ha convertido en una olla de presión y la prolongación de la cuarentena la combustión que de no rectificarse a tiempo podría generar y desembocar en una revuelta ciudadana de impredecibles dimensiones y consecuencias. Una cosa es que el coronavirus les haya dado un respirito y con la cuarentena permitido se alargue un poco la agonía en el poder a quienes lo ostentan de manera ilegitima desde hace casi dos años, y otra muy distinta, prolongando innecesariamente la cuarentena no como medida preventiva (para evitar la propagación) sino como instrumento político.
El libreto
El plan político inoculado en la alerta y emergencia sanitaria, qué seguramente en los próximos días declararan con rango constitucional, requiere mantener vigente la pandemia – insistimos, pese a su mínimo impacto – para lo cual se apoya en el contexto internacional en función de los anuncios que sobre el coronavirus hacen en especial la OMS al asegurar que el coronavirus llego para quedarse, y que la vacuna se tendrá como en 18 meses.
En cuanto a la cuarentena, su prolongación se basa para no cometer el error de otros países como Japón, que levanto la cuarentena y tuvo un rebrote del coronavirus. Atender a los connacionales que se estan regresando de Colombia y Brasil y deben ser sometidos a los protocolos de control epidemiológico, especialmente, al proceso de cuarentena una vez ingresan al país y luego en sus domicilios. El ultimo, dato que sirve de argumento, que lo ratifica lo expreso Jorge Rodríguez el pasado sábado, “Que si se llegara a levantar la cuarentena en un mes tendríamos 300 mil casos de coronavirus”.
Su estrategia comunicacional para posicionar una matriz de opinión nacional e internacional, como el éxito en el control de la pandemia que no es tal, ya que nunca tuvo, no ha tenido ni tendrá la magnitud comparada con otros países; y que por tal razon son ejemplo a seguir. Tambien busca comunicacionalmente dar una sensación que en todo el país – a excepción de la gran Caracas – se está cumpliendo con lo establecido en el plan de emergencia sanitaria, cuando es totalmente falso. No se atreven a reconocer públicamente durante sus reportes diarios en cadena que la cuarentena ha sido abortada por la carencia de alimentos en los hogares y las constantes protestas por fallas en servicios públicos.
Flexibilización
Por supuesto, dentro de esta estrategia la flexibilización va estar discrecionalmente presente en todos los ámbitos y actividades, específicamente, en el transporte público, laboral, económico, bancario, religioso, deportivo, recreativo, entretenimiento, menos para las conglomeraciones, llámese, eventos públicos, concentraciones, evitando las movilizaciones y protestas de calle que son el “coco” y a lo que no quiere enfrentarse Nicolás Maduro por no contar con liderazgo y suficiente apoyo popular debido a su pésima gestión de gobierno.
Douglas Abreu CNP 21627
@douglasabreub