A punta de fogón se cocina en cuarentena

El humo que sobresale de las casas en los sectores populares de Valera es la constante ante la escasez de gas doméstico en Trujillo y en medio de una crisis sanitaria mundial por un virus que desarrolla afección respiratoria

Grafica: Alexander “Chaparro” Viloria

Las casas humeantes son habituales en los sectores populares del estado, específicamente en Valera, donde desde temprano debe comenzar a arder la leña para ablandar las caraotas, como expuso Rosa Virginia desde el norte y la periferia de la urbe, una septuagenaria que reconoce que, aunque tiene las ganas, las piernas ya no le dan para ir a buscar leña.
La escasez de gas doméstico en el estado se ha convertido en una calamidad para los trujillanos, carencia que comenzó mucho antes de la pandemia de Covid-19, y que con la puesta en marcha de la Cuarentena Nacional, ha agudizado el rosario de problemas que aqueja a los ciudadanos ante la crisis de servicios básicos en todo el país.
La mayoría de los sectores de la “Ciudad de Las Siete Colinas” reportan hasta un mes sin el servicio de gas licuado por cilindros o para el llenado de los tanques en los edificios, así como la falta de respuesta de los representantes del Clap, quienes canalizan la demanda en cada una de las localidades.
Graficas: Alexander “Chaparro” Viloria
Ana La Cruz desde el Barrio Unión de la parroquia San Luis, manifestó que violando la recomendación de no salir de las casas, acude junto a sus vecinos hasta La Ganadera o la quebrada de Escuque para buscar leña, “si está mojada la ponemos a secar. Lo malo es el humo para los niños que hay muchos aquí pero cómo hace uno, necesitamos cocinar para comer”.
Por su parte Luz Marina Valero, desde otra comunidad, expresó que le preocupa su nieta de ocho años, a su cuidado desde que su hija se sumó a los migrantes, cada vez que prende el fogón, ya que la pequeña en reiteradas oportunidades ha desarrollado afecciones respiratorias, “pero ella me pide comida y entonces ahí cómo hago, ¿come o se enferma? Es muy difícil para nosotras”.
Residentes de San Rafael implementan un fogón por edificio, colocado a orilla de las estructuras, aunque señalaron: “aún así no estamos libres de respirar ese humo que se mete para todos los apartamentos. ¿Cuándo se veía esto antes? Jamás. Y lo más triste es que nos dicen que ni esperanzas de que nos traigan el gas, que estamos de últimos en la lista y no hay gas en el llenadero”.
Grafica: Alexander “Chaparro” Viloria
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