Son muchas las vicisitudes que el campesino, trabajador del campo o productor del campo pasan en la actualidad para sacar adelante sus cosechas. Pero ahora con la migración de tantos venezolanos, ¿El campo se queda solo?
Hoy se conmemoran 58 años de la reforma agraria en Venezuela, por lo que los campesinos de nuestro país celebran su día. Por esta razón, conversamos con trabajadores de la tierra para saber qué está pasando con nuestro campo y la crisis que atraviesan en la actualidad.
Según Antonio Simancas, “estamos viviendo una situación muy fuerte, por la falla de insumos, agroquímicos, fertilizantes, semillas, mano de obra, el campo está quedando solo porque mucha gente está emigrando a otros países, específicamente Colombia, y la cadena de comercialización de los agroinsumos, siendo el mayor proveedor el gobierno, no da el respaldo necesario y efectivo”.
Aún cuando se cumple con todos los requisitos, dijo, como carta del productor, inscripción del Inti, entre otros, no hay apoyo por parte de Agropatria, sino que llegan los productos a través de intermediarios con unos precios exagerados que es casi imposible trabajar, por eso entre los productores del campo se comenta que en pocos meses se prevé una escasez de alimentos muy fuerte porque ya no es rentable sembrar en nuestras tierras.
“Otro factor que ha mermado el desarrollo de nuestros campos es que muchos negocios han disminuido las compras, porque antes había muchas cadenas de supermercados y grandes abastos, y muchos han dejado de funcionar”.
Esto era un beneficio para el productor, señaló, tanto en garantizar la compra porque se hacían siembras y entregas programadas, como los pagos, y había una relación de compartir la ganancia entre el productor y el comercializador, en la actualidad caemos a lo tradicional, a los revendedores, que de por sí es caro para el productor así como para el consumidor, por eso la carestía de los rubros.
Un problema grave que enfrentan los trabajadores del campo es en cuanto a las semillas, a pesar de los altos costos no hay garantía de que sean de buena calidad, muchas veces las venden vencidas y esto ocasiona una gran pérdida por la inversión que se hace en la siembra.
Pasa con los herbicidas, que envasan con otras etiquetas y no es lo que se está comprando, por lo que no le hace efecto a la plaga, al hongo, y es un peligro para el cultivo, indicaron los entrevistados.
El Dato
45%
Hasta hace aproximadamente seis años, el estado Trujillo producía el 80% de las hortalizas que se distribuían en todo el país. En los actuales momentos, este porcentaje llega al 45% siendo optimistas.
Límites
Manifestó Genaro Ramírez (trabajador del campo) “revisando los diversos rubros en hortalizas y verduras, que se siembran en Trujillo, por la inmediatez de la cosecha y facilidad de comercializar, estos han bajado en un alto porcentaje, consiguiéndose en el mercado los más comunes como el perejil, cilantro, ajo porro, apio en hojas, cebolla en rama, lechuga, mientras que otros como el brócoli, coliflor, calabacín, papa o zanahoria, se cosecha de forma esporádica por los altos costos que conlleva su mantenimiento ante la falla de insumos de calidad. Hay que sumar a esto la inseguridad reinante en los campos, en la carretera y falta de insumos, repuestos, cauchos y baterías para el transporte de la cosecha”.