A PROPÓSITO DE LOS 75 AÑOS DE COPEI | Por: Juan Carlos Peña Terán

Como un evento de gran importancia tuvo el nacimiento del Comité de Organización Político Electoral Independiente C.O.P.E.I. (1946) en la Venezuela del siglo XX. Diez años le tomó a esta organización cohesionarse en un modesto movimiento político-electoral (1936-1946) para, posteriormente, consolidarse como un gran partido popular luego de la caída de la dictadura perejimenista en enero de 1958, hasta qué, a partir de 1993, inicia un declive importante en su peso electoral, convirtiéndolo, actualmente en un partido a punto de su extinción.

La importancia de su fundación y crecimiento como organización política tiene sus raíces en la base doctrinario-ideológico que logró abrirse paso en una Venezuela profundamente convulsionada por 35 años de dictadura castro-gomecista y un relevo político de creencias de que la vía marxista era el método más idóneo para la toma del poder político.

Por ello, deseo compartir algunas memorias y hechos de relevancia en este contexto histórico que precede al 13 de enero de 1946 y que inicia su periplo con la muerte de Gómez en diciembre de 1935; el resurgimiento de la Federación de Estudiantes de Venezuela (F.E.V.) y el nacimiento de la Unión Nacional Estudiantil (U.N.E.)

A la muerte del dictador no existía en ningún rincón de Venezuela experiencia de partidos políticos. Los tradicionales partidos, Conservador y Liberal habían quedado en el finisecular siglo XIX. Los jóvenes que realizaban activismo político en las universidades habían sido permeados ideológicamente con el ideal marxista, fundamentalmente en las cárceles venezolanas o en el exilio.

Para diciembre de 1935, el único referente político de gran envergadura fue la Federación de Estudiantes de Venezuela (F.E.V.), que regresa por sus fueros y agrupaba a casi toda esa efervescencia social y política juvenil de la capital de la República. La F.E.V. se convierte en el poderoso eje antigomecista, suerte de “única” organización que deseaba poner fin a cualquier aspiración continuista de las huestes de la dictadura y, por ende, antilopecistas, por ver, en el ex Ministro de Marina y Guerra, ahora Presidente encargado, al sucesor natural de Gómez y todo lo que representaba ese régimen de larga data.

Desde diciembre de 1935 a mayo de 1936, la F.E.V. fortalece sus acciones y concentra toda su fuerza de choque contra el gobierno de transición. Puertas adentro sus militantes inician un proceso de decantación ideológica, por aquello de que, sus principales líderes, ensayan una batalla contra la Iglesia y todo lo que la jerarquía eclesiástica representaba en el país. Ante esta arremetida feroz contra el catolicismo, un grupo de jóvenes católicos universitarios que hacían vida en la federación optaron por irse separando del núcleo fevista hasta que, en el mes de mayo de 1936 y, ante múltiples e infructuosos intentos por mantener la unidad estudiantil y sacar la religión del debate e intereses universitarios, lo jóvenes católicos se separan públicamente de la F.E.V. creando así, el 8 de mayo de 1936, a la Unión Nacional de Estudiantes (U.N.E.), liderada fundamentalmente por el joven y talentoso yaracuyano, Rafael Caldera Rodríguez.

Con la U.N.E. nace en el país una novedosa corriente doctrinaria que tendría mucha fuerza en la Venezuela contemporánea: la Democracia Cristiana como su expresión política, tomando como bandera las ideas de la Doctrina Social de la Iglesia como orientación doctrinaria. Las siguientes experiencias organizativas antes de C.O.P.E.I. fueron las organizaciones Acción Electoral; el Movimiento de Acción Nacionalista y Acción Nacional.

Hoy día los retos son muy similares. Ante la injusticia social, la desigualdad, la descomposición institucional y constitucional, el irrespeto a los valores y al desarrollo de la Persona Humana es necesario enfrentarlo con renovado impulso. Las ideas que están vertidas en la Doctrina Social de la Iglesia, en aras de superar la pobreza, la corrupción, el desgobierno y luchar incasablemente por el Bien Común están más vigentes que nunca.

A propósito de estos 75 años de Copei, es hora para la reflexión profunda y la recuperación de la auténtica identidad socialcristiana. Es el momento de ir nuevamente a la fuente, al mensaje esperanzador y viable y de demostrar que sí hay hombres y mujeres destinados a encarar la lucha y los retos del día después, con seriedad, honestidad y constancia. Es tiempo de unidad y democracia interna para legitimar el liderazgo. Si aún creemos que es importante que el partido arribe a sus 75 años de fundada, más importante es que exista unida y fuerte, cohesionada y bien aceitada para enfrentar los verdaderos retos del siglo XXI.

jcpt1966@gmail.com

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