A propósito de los 207 años de la Carta de Jamaica | Por: Hugo Cabezas

Elaborada tal día como hoy, el 6 de septiembre de 1815, por el Libertador Simón Bolívar, considerada una de las obras de mayor importancia en la vida del Padre de la Patria.

Para esa fecha, Bolívar tenía 32 años, era un joven, pero su juventud no le impidió formarse y tener una visión global del Continente.

Bolívar para 1815 estaba exiliado en Jamaica, porque la Segunda República había caído en diciembre de 1814. Fue tanta la persecución a Bolívar en Jamaica que le hicieron un atentado el 10 de diciembre.

Realizó 24 documentos durante su permanencia en Jamaica, desde el 13 de mayo hasta el 19 de diciembre de 1815, representando la Carta de Jamaica, el más importante de estos escritos.

Fueron muchos los obstáculos y dificultades que enfrentó El Libertador en 1815, porque sus condiciones eran desfavorables, ni siquiera tenía dinero para cancelar sus gastos de hospedaje y alimentación. Así lo confirman las cartas escritas por El Libertador a Maxwell Hyslop desde Kingston, los días 30 de octubre, 8 de noviembre y 4 de diciembre de ese año 1815.

Estas cartas reflejan que El Libertador contó en Jamaica con el apoyo de John Robertson, quien era uno de sus pocos colaboradores. Es necesario recordar que Robertson es quien escribe la primera Biografía del Libertador, además fue el traductor de la Carta de Jamaica al inglés y muere en Jamaica el 15 de octubre de 1815, fueron tantas las adversidades del Libertador en Jamaica, que uno de sus principales colaboradores se le muere.

En la Carta de Jamaica el Libertador visualiza la idea de reunir el Congreso Anfictiónico de Panamá, hace un llamado de unidad de las naciones y fue tal su claridad que firma la carta de la siguiente manera: “Un Americano Meridional”, es decir, un Americano muy Claro, con una verdad meridiana.

Finalmente, comparto con ustedes textualmente, estos pensamientos expresados por El Libertador en la Carta de Jamaica:

“El velo se ha rasgado, ya hemos visto la luz, y se nos quiere volver a las tinieblas; se han roto las cadenas; ya hemos sido libres, y nuestros enemigos pretenden de nuevo esclavizarnos. Por lo tanto, la América combate con despecho, y rara vez la desesperación no ha arrastrado tras sí la victoria”.

“Yo deseo más que otro alguno ver formar en América la más grande nación del mundo, menos por su extensión y riquezas que por su Libertad y gloria”.

 

 

 

 

 

 

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