La génesis. Un 19 de noviembre de 1.894, llegaron al Puerto de La Guaira 7 Salesianos con destino a Venezuela.
El gobierno del General Joaquín Crespo en el año 1893, cinco años después de la muerte de San Juan Bosco, decreta oficialmente la venida de los Salesianos y entregarles una Escuela de Artes y Oficios. Y es en la Gaceta de los Estados Unidos de Venezuela, con fecha 22 de Septiembre de 1893, cuando aparece el Decreto del General Crespo.
Los Padres Salesianos se entregan con amor a fundar colegios por toda la geografía nacional.
Un Padre Salesiano escribe lo siguiente: «Un hecho es cierto. Don Bosco era conocido en Venezuela y se deseaba la venida de sus hijos».
Orgullosos y plenos de satisfacción, con humanitaria gratitud, intentaremos un sereno viaje al largo recorrido de nueve décadas de místico trabajo y tesonera dedicación al enaltecimiento intelectual, espiritual y físico de la Congregación Salesiana en nuestro terruño valerano. A noventa y un años de distancia de esa fecha, año 1927, nos atrevemos hoy luego de una extensa investigación, de recolección, rescate de documentación histórica y testimonios, echar una mirada retrospectiva en la ruta y en las actividades cumplidas, rememorando con todo cariño la fe, la devoción y el amor que movilizó a aquellos hombres de bien en el establecimiento de una de sus casas en esta tan querida ciudad de Valera.
Desde la otrora vieja casona, ya desaparecida y sacrificada en aras del progreso y tan llena de reminiscencias, hasta la nueva edificación toda henchida de esperanzas, vaya nuestro homenaje de respeto y afecto sinceros para una rica y bella historia de nueve décadas.
Al nacimiento, mantenimiento, desarrollo y conservación de una labor de esta altura, significa el paso de avance más resonante en un pueblo y Valera lo ha sabido comprender, y no solo Valera, sino todo el estado Trujillo y sus circunvecinos, al dar calor y estímulo a esta obra notable por su carácter formativo, educacional, moral, religioso y social. No únicamente de materia vive y se alimenta el hombre. El espíritu humano es el sumun del engrandecimiento y sus manifestaciones son las que dignifican los pueblos. El paso de los años ha sido el mejor juez de esta notable institución, que hoy presentamos como un monumento del recuerdo, en el avanzar del conglomerado trujillano. Como exalumno y parte de esta hermosa a familia salesiana estamos cumpliendo con el deber de mantener viva la génesis e historial de lo que ha sido y significado para los valeranos, la casa de María Auxiliadora de San Juan Bosco: La obra Salesiana en nuestra urbe.
Amor y cristianismo para Valera
Los Salesianos llegan a Valera en 1927 y asumen la dirección del Colegio Vargas, fundado por Mons. Miguel Antonio Mejía, ubicado por aquella fecha en la Avenida 9 con calle 8, donde hoy está el CC Edivica, específicamente donde funciona el Banco Bicentenario.
Por este instituto han pasado numerosas generaciones que le han servido y le sirven al país en las más diversas profesiones y oficios.
Uno de los Salesianos más brillantes de Venezuela fue Monseñor Rosalino Castillo Lara, quien fue Obispo Coadjutor por breve tiempo del difunto Mons. José León Rojas, segundo Obispo de Trujillo y luego designado Cardenal.
Obra divina y bendecida por Dios
Pero su origen se remonta a la creación de una escuela de enseñanza elemental en enero de 1903 llamado Colegio Vargas. Ahí se instruía en la enseñanza de las Letras, las Ciencias Sociales, Ciencias Naturales y las Matemáticas (este proceso se denominaba las cuatro reglas, es decir; leer, escribir, sumar, restar, multiplicar y dividir).
Es en noviembre de 1905 cuando surge el Colegio Santo Tomás de Aquino, fundado por el Padre Miguel Antonio Mejía, que ofrecía bastantes comodidades. Comienza con actividades en Educación Primaria Elemental e internado y oratorio los fines de semana.
El Colegio de Monseñor Mejía daba paso en 1927 a los Padres Salesianos quienes por disposición del Concejo Municipal, son encargados de la Dirección y conducción del colegio por considerar que eran ellos los idóneos para llevar adelante esta obra educativa.
Los orígenes de la presencia salesiana en Valera cabalgan sobre los años que transcurren entre la Visitaduría y la creación de la Nueva Inspectoría de Venezuela, regidas ambas por el Padre Enrique de Ferrari, pues a él le correspondió ejercer como Visitador y ser primer Inspector.
Ambiente moral e intelectual
De aquel grupo primario de profesores y alumnos, con el transcurrir de los años y el afianzamiento de la Educación Salesiana, el Colegio fue ampliando su radio de influencia y sus capacidades. No se quedó como un recuerdo en el pasado. Era un presente con futuro de grandes dimensiones, con perspectiva hacia lo inmediato, ya era algo propio, se convirtió en refugio y un ambiente moral e intelectual de nuestro pueblo para el prestigio y grandeza. Ya lo dijo Don Bosco: “Cada minuto es un tesoro» y «Trabajemos como si debiéramos vivir siempre y vivamos de manera como si debíamos morir cada día”.
Fechas y nombres
En el estudio del pasado aparecen fechas y nombres, que uniendo simbólicamente una junta representativa de una comunidad y una congregación religiosa llevando a feliz término este gran hecho “el alma se pone de rodillas” como dice Víctor Hugo en su bella metáfora, y mejor, cuando se hizo realidad el 14 de enero de 1928 al iniciarse los cursos del 2do y 3er grado de Instrucción Primaria Elemental con un grupo de alumnos externos y sempiternos.
Los archivos salesianos guarda registros de:
Segundo Grado
Américo Africano Pulgar, Carlos Agualda Barrios, Guillermo Barrios Araujo, Raúl Balestrini Añez, Rubén Darío Celis Briceño, Ricardo Cifuentes Briceño, Ernesto Cifuentes Spinetti, Rafael Ferraro Martini, Antonio Ferraro Martini, Luis Ramón García Valero, Guillermo Gutiérrez Ramírez, Pedro Santini Bazó, Hugo Manzanilla, Hugo Pimentel D` Alta, José Humberto Quintero, Joaquín Rivera Parilli, Víctor Rocha Cazorla, Pedro Santlnl Bazó, Elbano Salas Valecillos, Wilfredo Uzcátegui Valero, Ramón Viloria Viloria, Elio Viloria Viloria, Héctor F. Vetheacourt Berti, Augusto Villasmil Briceño.
Tercer Grado:
Pedro Africano Labatidas, Francisco Abreu Labatidas, Humberto Aponte, Antonia Briceño Briceño, Abel Cifuentes Spinetti, José Armando Ferraro Martini, Hilario Gutiérrez Ramírez, Jorge Octaviano Hernández, Octavio Jelambi Dubuc, Pedro La Riva Paolini y Blas Segundo Lupi Rivero, Agustín Mural D` Alta, Germán Ramírez González, César Santini Bazó, Miguel Ángel Terán Valecillos y Juan de Jesús’ Viloria Viloria.
Todos ellos contaron con un cuerpo de profesores integrado por los Rev. P. Joaquín Zanolo, como director, P. Amadeo Cocchi Acólito, Jesús M. Pérez.
Era Valera una floreciente comarca
Para la época, Valera era la floreciente y pintoresca ciudad del estado Trujillo ubicada en las adyacencias de los ríos Motatán y Momboy, enclavada entre siete colinas sería la segunda ciudad andina después de Táriba.
En efecto, el P. Enrique De Ferrari, en su condición de Visitador, a instancias del Nuncio Apostólico en Venezuela, Monseñor Felipe Cortesi con el permiso de los Superiores de la Congregación, había aceptado el Colegio Santo Tomás de Aquino de Valera. Este había sido fundado como ya hemos dicho, en 1905 por el trujillano Monseñor Miguel Antonio Mejía, el cual estuvo de acuerdo que los Salesianos se encargaran de su creación. Este ilustre prelado, párroco de Valera futuro Obispo de Guayana, había hecho sus estudios con los Padres Dominicos de Curacao, y en el Colegio Santo Tomás de Aquino fue forjador en la formación y educación de la juventud.
Un 14 de diciembre se oficializa
El 9 de diciembre de 1927, el padre De Ferrari, en compañía de los padres Joaquín Zanolo y Amadeo Cocchi, y el joven salesiano clérigo Jesús M. Pérez, sale de Caracas con la misión de abrir la nueva fundación de Valera. Lo acompañan también nueve Hijas de María Auxiliadora, primeras en llegar a Venezuela y destinadas a Mérida, donde abrirían una casa.
En definitivo es el 14 de diciembre de 1927, cuando la ciudad de Valera acogió en su seno a los Salesianos, donde surgirá la segunda Casa Salesiana de la región andina. La tarde del 24 de diciembre se establece el Colegio oficialmente, pero se acoge como fecha de fundación el 14 de diciembre debido que ese día se fijaron todos los trámites y acuerdos y fue publicado por el gobierno municipal.
La acción Salesiana se expandió
La acción Salesiana no queda reducida a los pasillos y aulas del Colegio. Se proyecta espiritualmente tanto a la comunidad valerana como a todos los pueblos trujillanos sin objeción de habitantes y distancias. A sus capillas y templos van en peregrinaje constante con su característica humildad y amor paternal a calmar la sed espiritual y llevar a las almas de esos conglomerados su palabra alentadora y ductora.
En este historial se suman, dos Parroquias fundadas en 1.966, la de María Auxiliadora y la de San Juan Bosco; luego las Capillas de los barrios San José, Caja de Agua, La Cabaña y La Esperanza, y los caseríos de Agua Clara y San Pablo, Centro de Animación Juvenil de San Luis, La Congregación de las Hermanas Salesianas, con una feligresía que logró sobrepasar los cincuenta mil habitantes. Es de resaltar igualmente la creación en 1.976 del Centro Catequístico Parroquial en homenaje al Padre Maurilio Prieto, forjador de juventudes y ejemplo permanente de fe y fervor cristiano, sacrificado en absurdo accidente de tránsito cuando cumplía una de sus misiones, habiendo sido el alma, espíritu y motor quien mediante métodos modernos audiovisuales, biblioteca propia y cuerpo de profesores adecuados, realizó un trabajo religioso-cultural positivo y de funcionamiento sobre la de orientación a la rama del sacerdocio.
La casa parroquial la encabeza el padre Alfredo González Viloria, nacido y formado en estas comarcas trujillanas, exalumno del Instituto y el Primer sacerdote nativo salido de dicha institución.
La faceta religiosa comenzó, desde aquella capillita consagrada a su Excelsa Madre María Auxiliadora que funcionó en el antiguo Colegio, al principio con carácter privado para la congregación y los alumnos y poco después, con carácter público.
Otro de los grandes aportes de la obra salesiana es la Asociación de María Auxiliadora. Un grupo de damas valeranas que trabaja incansablemente por el bienestar de los demás. Todos los días laboran en pro de los hermanos más necesitados. Su radio de acción es bastante amplio y sin descanso. Un grupo que ha sabido enaltecer el nombre de María Auxiliadora. Don Bosco y ser buenos Salesianos.
El Centro Juvenil se desarrolla con éxito en forma de «Oratorio Festivo» hasta 1.976; a partir de esa fecha se comienza a tomar configuración de animación juvenil grupal en los propios ambientes de procedencia de los muchachos (lo que dará origen al CAJ).
En el deporte han sido especial, de ahí salió el Club Valera Don Bosco, lo que es hoy la Escuela de Fútbol Menor Don Bosco, con 50 años de fundada, salida del Centro del Juvenil Don Bosco de la mano de los padres Ely Ponce, Prieto, Pról., y los entrenadores, Michel Alerte y luego Alfredo Cortina quien aún la mantiene activa.
Hay nombres de Salesianos que han dejado una huella imborrable en la región. Entre ellos debemos recordar a los Padres Vicente Genestar, Ignacio Burk, Enrique Weidemann, Alberto Panciera, Rómulo Sánchez, el Hermano Obdulio de Castro a Monseñor Iturriza y el Cardenal Ignacio Velasco, entre muchos más.
DATOS
DE INTERES
– En los Archivos Inspectorial Salesiana, la crónica dice que: «el Colegio de Vargas, como edificio, era propiedad de Mons. Mejía. Por lo mismo, estableció que se comprara por la suma que pedía, es decir, Bs. 50.000. Se pagan Bs. 20.000, del dinero ahorrado por el Colegio y el resto por cuotas con intereses.
14
de enero de 1928, con veintisiete internos y cuatro seminternos inician sus actividades a nivel de primario, con los grados 2° y 3°, siendo el primer director el P, Joaquín Zanolo.
Referencia y Consultas:
Inspectoría Salesiana de Venezuela, Caracas. Padre Francisco Méndez. Archivos y Biblioteca Escuela Técnica Salesianos Valera. Monseñor José Ángel Divassón. Padre Alfredo González. Vicario de la Comunidad, Padre Ramón Álvarez. Folleto, Salesianos en Valera de Rómulo Febres. Raúl Díaz Castañeda.