A los 38 años de ordenación sacerdotal de Monseñor José Luis Azuaje Ayala / Por: Elvins Humberto González

Un trujillano de altos valores y principios

 

En momentos cuando el mundo se sacudía con la noticia del atentado contra el papa Juan Pablo II y en una época en que era raro ver a la juventud llamados al apostolado de Jesús, resultaba reconfortante el hermoso acto cumplido el sábado 5 de mayo de 1984 en la iglesia San Juan Bautista de Valera, donde el joven José Luis Azuaje Ayala, nacido en la ciudad de Valera, era ordenado sacerdote por imposición de manos del entonces Monseñor Vicente Hernández Peña, obispo de Trujillo.

Mientras la locura de un hombre se alzó contra el Sumo Pontífice, en Valera, un joven acudía al llamado para la entrega total a un apostolado de fe para un mundo que realmente necesita las enseñanzas de Jesús.

El evento, cumplido con un lleno inmenso de la iglesia San Juan Bautista, donde el nuevo sacerdote oficiaría su primera misa, estivo revertido de la solemnidad que se acostumbra en estos casos y que en realidad resultó un hermoso acontecimiento, por cuanto fue un buen ejemplo de que a pesar de todo, habían jóvenes con vocación de servir a Jesús.

José Luis Azuaje, nacido en Valera el 6 de diciembre de 1957, realizó sus estudios primarios en la escuela “Eloísa Fonseca” y en 1970 ingresó al Seminario “Sagrado Corazón de Jesús” en Trujillo, donde curso todo el bachillerato hasta ingresar al Seminario Mayor de Caracas, en 1975, para cursar sus tres años de Filosofía y uno de Teología. En 1979, es enviado a Italia para continuar sus estudios en la Universidad Gregoriana. El 24 de enero de 1984 había recibido de la mano de Monseñor Vicente Hernández Peña, la orden como diaconado, para servir a la Diócesis de Trujillo. Ese 5 de mayo de 1984, su sueño de ser sacerdote se le hacía realidad, viviendo una emoción mágica en compañía de sus progenitores, José Salvador Azuaje y Aura Ayala de Azuaje.

Ese día, el hoy Arzobispo de Maracaibo y ex presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela, Monseñor José Luis Azuaje Ayala, prometía al Obispo de la Diócesis cumplir todos los preceptos de la Iglesia en cuanto al ministerio sacerdotal.

De esa forma, todo el estado Trujillo, Venezuela y el mundo, contaban con un nuevo sacerdote que asumía la responsabilidad de ir predicando y sembrando la fe en Dios en momentos en que la humanidad realmente lo necesitaba, y lo sigue necesitando.

Es hermano de Ana Ramona, Yaneth y José Salvador Ayala Azuaje, nieto de la reconocida trujillana Mercedes Olivar Monsalve.

Ocupó diversos cargos pastorales en la Diócesis de Trujillo, de manos del excelentísimo Monseñor Vicente Hernández. Ejerció los cargos de párroco desde 1984-1988, en la parroquia “San Antonio Abad”, en Mendoza Fría del estado Trujillo; luego durante once años (1988-1999), en la parroquia “San José” de Valera. Así mismo se desempeñó como director diocesano de la catequesis y pastoral social y finalmente, vicario episcopal de pastoral de la Diócesis de Trujillo, servicio que prestó desde 1993 hasta 1999 cuando fue electo obispo.

En el año 1995 se une a la Universidad Valle de Momboy de Valera, en donde se desempeña entre 1997 y 1999 como Secretario Académico. Contribuyó activamente en el proyecto “Trujillo 2020” para elaborar una Visión Compartida del desarrollo del estado Trujillo.

El 18 de marzo de 1999, por gracia de Dios y de la sede apostólica, el papa Juan Pablo II lo llamó para instituirlo como sucesor de uno de los apóstoles, lo nombró obispo titular de Itálica y auxiliar de la Arquidiócesis de Barquisimeto. El 15 de julio de 2006, el papa Benedicto XVI lo designó Obispo de El Vigía – San Carlos del Zulia, sede que asumió el 23 de septiembre de ese mismo año.

También ha sido obispo de Barinas en 2012. Ha desempeñado otros cargos importantes a nivel nacional al servicio de la Iglesia venezolana, presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, Cáritas de América Latina y el Caribe y del Departamento de Justicia y solidaridad del Celam.

Gratitud inmensa al templo San Juan Bautista de Valera

Los valeranos quieren y se sienten orgullosos de su templo San Juan Bautista, no solo por su belleza y resplandor, sino por estar concentrado como el corazón de la ciudad, donde cada uno de los valeranos palpita lleno de amor y fe cristiana. ¿Qué reflexión nos puede dejar al respecto?

“La Iglesia en Valera ha sabido cultivar el compromiso social desde la fe, recordando a Santiago: «la fe sin obras es fe muerta. Mucho ha aportado y sigue aportando Valera al crecimiento espiritual y pastoral de la Diócesis. Esperemos que las nuevas y futuras generaciones tengan y encuentren motivos suficiente para «gastarse y desgastarse» por el pueblo de Dios.
Pero, ojo, nada se haría sin el laicado valerano. La mística y entrega generosa de los laicos acompaña el trabajo pastoral de los sacerdotes.”
“Yo debo querer mucho este templo porque además un 5 de mayo de 1984 recibí en él la ordenación sacerdotal y un 29 de mayo de 1999 recibí en él la ordenación episcopal. Mis compromisos sacerdotales se iniciaron ahí, ambos por imposición de manos de Mons. Vicente Hernández y como párroco Mons. Heberto Godoy. Gratitud inmensa a este templo de Dios y a estos insignes pastores.”

Arzobispo de Maracaibo

A través de un comunicado oficial fechado el 23 de mayo de 2018, el padre Silverio Osorio, anunció el nombramiento de Mons. José Luis Azuaje Ayala, como el nuevo arzobispo de Maracaibo.

“Hoy en el día de Cristo Sumo y Eterno Sacerdote tengo el honor de comunicarles que el Papa Francisco ha nombrado como nuevo Arzobispo de Maracaibo a su Excelencia Mons. José Luis Azuaje Ayala y a su Excelencia Mons. Jesús González nuevo Arzobispo de Cumaná. Los encomendamos al Señor y a la Virgen María para que en su servicio en sus respectivas iglesias locales sea fructífera. Felicidades!”, rezaba el comunicado.

El 28 de julio de 2018, desde la Catedral de los Bienaventurados San Pedro y San Pablo, en Maracaibo, Monseñor José Luis Azuaje tomó posesión como cuarto arzobispo de la Arquidiócesis de la ciudad de Maracaibo. Durante la ceremonia el monseñor Ubaldo Santana, Arzobispo Emérito de Maracaibo, entregó el báculo a Monseñor José Luis Azuaje, signo de pastoreo al pueblo de Dios y símbolo de haber asumido el cargo eclesiástico.

Ya como Arzobispo de Maracaibo, Monseñor José Luis Azuaje Ayala, recibía el 18 de noviembre de 2020, Día de la Virgen de Chiquinquirá, el Palio Arzobispal por parte del Nuncio Apostólico, Aldo Giordano en representación del papa Francisco. Monseñor Azuaje, un trujillano de altos valores y principios.

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