Gabriel Montenegro.
Fuente: Somos Humanos.
La Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH) es un documento que sirve de plan de acción global para la libertad y la igualdad protegiendo los derechos de todas las personas en todos los lugares. Fue la primera vez que los países acordaron las libertades y derechos que merecen protección universal para que todas las personas vivan su vida en libertad, igualdad y dignidad.
Esta premisa universal como su nombre lo indica, fue adoptada por las Naciones Unidas (ONU), que acababa de establecerse, el 10 de diciembre de 1948 como respuesta a los “actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad” cometidos durante la Segunda Guerra Mundial. Su adopción reconocía que los derechos humanos son la base de la libertad, la justicia y la paz.
El trabajo sobre la DUDH comenzó en 1946, con un comité de redacción integrado por representantes de una gran diversidad de países, entre ellos Estados Unidos, Líbano y China. El comité de redacción se amplió posteriormente para incluir a representantes de Australia, Chile, Francia, Reino Unido y la Unión Soviética, lo que permitió que el documento se beneficiara de aportaciones de Estados de todas las regiones y de su diversidad de contextos religiosos, políticos y culturales. Después, la Declaración fue debatida por todos los miembros de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU y, finalmente, fue adoptada por la Asamblea General en 1948.
La Declaración contiene 30 derechos y libertades que pertenecen a todas las personas y que nadie nos puede arrebatar. Los derechos que se incluyeron siguen siendo la base del derecho internacional de los derechos humanos. Actualmente, la Declaración sigue siendo un documento vivo. Es el documento más traducido del mundo.
La DUDH marca un hito. Por primera vez, el mundo tenía un documento acordado globalmente que señalaba que todos los seres humanos son libres e iguales con independencia de su sexo, color, creencias, religión u otras características.
Los 30 derechos y libertades contenidos en la DUDH incluyen el derecho a no ser sometido a tortura, el derecho a la libertad de expresión, el derecho a la educación y el derecho a buscar asilo. La Declaración incluye derechos civiles y políticos, como los derechos a la vida, a la libertad y a la vida privada. También incluye derechos económicos, sociales y culturales, como los derechos a la seguridad social, la salud y a una vivienda adecuada.
El mundo no cambia su nefasta actitud
Lamentablemente, episodios como el Holocausto Judío cometido por los nazis, el asesinato del “Apóstol de la No Violencia” Mahatma Gandhi, la violación de los derechos civiles en Estados Unidos que atentó de manera cruel y descarada contra la minoría afroamericana en las décadas de los 50 y 60 (asesinatos de Martin Luther King y Malcom X) , el asesinado del presidente John F. Kennedy, el Apartheid que tanto combatió el líder social Nelson Mandela en Sudáfrica, las matanzas étnicas en la antigua Yugoslavia (Serbia contra Croacia y Bosnia), la masacre en Beirut, la intolerancia religiosa y geopolítica entre palestinos e iraelíes, la guerra de Afganistán contra los rusos, la “Guerra de los seis días” entre Egipto e Israel, y los alzamientos en Irlanda del Norte ( Belfast), las cruentas dictaduras en Irán (Khomeini) , Argentina ( Videla-Galtieri), Fulgencio Baptista y Fidel Castro (Cuba), Haití (Papá y Babe Doc -Duvalier), Rumanía (Nicolae Ceaucescu) República Dominicana (Leonidas Trujillo), Nicaragua (Somoza), Colombia (Gustavo Rojas Pinilla), Venezuela (Gómez- Marcos Pérez Jiménez), Chile ( Pinochet) , Paraguay (Stroessner), la guerra de Chechenia y los Kurdos, además de tantos otros episodios de intolerancia religiosa, racismo y conflictos posesión de tierras han manchado en alto modo el sentido necesario del respeto a los Derechos Humanos en el mundo.
El más reciente de los ejemplos de la intolerancia y la violencia injustificada, se centra en el asesinato del ciudadano de color George Floyd a manos de la policía de Minneápolis (Minnesota), lo que traduce que hace falta mucha reflexión y diálogo sano para encausar a un mundo convulsionado por los antivalores de la sociedad y donde todos tenemos iguales derechos, solo que esto lo entiende una pequeña minoría.