Elvins Humberto González
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Se cumplen 50 años de la gran hazaña deportiva de Venezuela. Francisco «Morochito» Rodríguez, un cumanés de 23 años de edad, conquistaba para Venezuela la máxima gloria olímpica de una medalla de oro al imponerse al rival coreano Jee Yong-Ju. Con ese triunfo, «Morochito» escala el pedestal de los ídolos del deporte y proporcionaba a su patria la satisfacción de pertenecer al prestigioso lote de los países laureados con galardones áureos.
En una noche apoteósica para el deporte venezolano, tocó al «Morochito» defender el prestigio de Latinoamérica. Con excepción de México, país sede, con muchos preparados, el humilde cumanés fue el único latinoamericano ganador de una medalla de oro en competencia con los mejores atletas del universo. Por eso se erigió como el ídolo de habla hispana. De allí que en la Arena México se registre como algo inolvidable el momento en que fue decretado vencedor frente al coreano Jee Yong-Ju. Sin esperar la designación del Mejor Peleador de los Juegos, la prensa mexicana por unanimidad le otorgó el rótulo del Más Espectacular. Una ola de emoción sacudió anoche al país al conocerse la victoria olímpica del boxeador, quien se convirtió en el primer venezolano en alcanzar una medalla de oro en el magno evento deportivo mundial. Ese día, la gente abandonó sus residencias e inició las manifestaciones jubilosas que recorrían las calles cantando el Himno Nacional y dando vivas al campeón.
Orgullo de representar al país
La gesta alcanzada por el boxeador Francisco “Morochito” Rodríguez en la cita de México 1968, y aún hoy el pugilista recuerda lo único que tenía en su mente en ese momento: “El orgullo de representar a Venezuela».
En una entrevista la agencia Efe, Rodríguez señaló que el “Morochito” de entonces, con solo 23 años, se quedó “con la mente en blanco” cuando el juez levantó su brazo para declararlo ganador de la pelea.
“Solo tenía ganas de llorar”, confesó.
“Una señora me lanzó la bandera y ahí fue que comencé a llorar, porque es un orgullo muy grande representar a Venezuela. Cuando oí ‘ganó Venezuela’ me puse a llorar”, recordó.
Ahora, a sus 73 años, cree que también fue presa de los nervios: “Cuando uno va a pelear una medalla de oro olímpica siempre está nervioso, me pesaba a cada rato y eso eran los nervios, yo pensaba en mi mamá”.
Rodríguez, que un año antes ya había sido campeón panamericano, llegó a la final en la categoría peso mosca júnior (-48 kg) de la cita olímpica al derrotar al estadounidense Harlan Marbley. En la pelea definitiva se enfrentó con el surcoreano Yong-Ju Jee, un contrincante ante el que tuvo que prodigarse hasta convencer a tres de los cinco jueces.
Sin dudar dijo que el combate más complicado que vivió en México fue precisamente ante el surcoreano, a quien le ganó el oro: “Tenía mi mismo tamaño y era muy incómodo”, explicó.
Medio siglo después
Medio siglo después sigue viviendo en Casalta, una populosa zona en el oeste de la capital venezolana, y en su casa guarda su medalla “en una parte donde nadie sabe que está, porque eso vale una fortuna”.
Dijo que cuando sale de su casa caminando lo reconocen y todo el mundo lo saluda.
“Voy a tener que cobrar por cada saludo, porque sí me saludan, pero me tratan igual que al resto porque soy el mismo. No estoy con esa mística, no soy aquella persona a la que se le suben los humos, soy humilde y humilde seré”, comentó.
Agradecido del apoyo
El ex campeón aseguró que su relación con las autoridades deportivas nacionales ha mejorado luego de que hace dos años sufrió un leve derrame cerebral y el IND le brindase su apoyo. “Gracias a Dios me ayudó mucha gente y me recuperé rapidísimo porque hago ejercicio. Ahora estoy bien, tengo el mismo peso que cuando gané en México”, celebró.
Rodríguez se crió junto a sus catorce hermanos, una de ellas su gemela, lo que le valió el mote de “Morochito”, y trabajó como vendedor de periódicos y pescados. Comenzó a boxear a los once años, influido por quien a la postre se convertiría en su entrenador, Pedro Gómez.
Entrenaba con alpargatas
“Yo entrenaba con alpargatas cuando llegué a Caracas”, recordó, “pero nunca quise pasar a profesional. Ellos están más pendientes de cuánto ganarán que de la pelea. Yo soy humilde y humilde seré”, sentenció.
DATO DE INTERÉS
En ese tiempo no había transmisiones por TV, pero un hombre visionario como el narrador Carlitos González, fue el único periodista de Venezuela en ir a México con la convicción de que »Morochito» iba a ganar una medalla olímpica. “Seguí sus peleas por la radio, como lo hizo toda Venezuela. Yo era periodista de la revista deportiva Sport Gráfico y me fui al aeropuerto viejo de Maiquetía para entrevistarlo antes de viajar a México: ¿Morochito crees que tienes posibilidades de ganar? “Sí, aspiro traerme una medallita de oro”. Recuerdo que me dijo con inocencia. «Y así pasó”. Testimonio el periodista Diógenes Carrillo en una visita a Valera para un encuentro con las Glorias Deportivas auspiciado por la Alcaldía de Valera en 2009.
SU FICHA
Francisco Antonio Rodríguez Brito
Apodo: “Morochito”
20 de septiembre de 1945 (73 años)
Altura: 1,55 m
Peso 60 kg
Deporte Boxeo
Francisco Rodríguez nació en Cumana, hijo de Olga Margarita Rodríguez de Brito. Su padre abandonó a su familia antes de que Francisco naciera, por lo que no utilizó el apellido Brito al participar en competencias. Rodríguez recibió el sobrenombre Morocho, por tener una hermana gemela llamada Alida.
Se crió junto con catorce hermanos, siendo el segundo, en un hogar de pocos recursos. Trabajó con su abuela vendiendo pescado y nunca recibió una educación formal, por lo que no aprendió a leer y a escribir hasta llegar a la adolescencia.
A los once años entró al mundo del boxeo junto con su mejor amigo de nombre Norlan y fue entrenado inicialmente por Pedro Acosta, y luego por Hely Montes. Después de ganar fama en Cumaná, viajó a Caracas.
La Venezuela del 68
Raúl Leoni era el presidente del momento. Hombre bien visto por todos, de credibilidad absoluta. Había divisiones políticas entre los miembros de Acción Democrática.
Rafael Caldera, ganas las lecciones y se convirtió por primera vez en mandatario nacional.
Los Tiburones de La Guaira le propinaban duro golpe a los Leones del Caracas al ganarle la final de esa temporada del béisbol criollo.
Venezuela se veía afectada por la inflación en EE.UU. y por los bajos precios del crudo. Comienza a pensar en la nacionalización del petróleo.
Fuentes y Referencias: Prensa Comité Olímpico Venezolano. EL Nacional. Suplemento Especial Londres 2012 Diario de Los Andes. Agencai EFE. Wikipedia.