El Día Mundial de la Salud Sexual (DMSS), impulsado en 2010 por la Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS, en sus siglas en inglés), es una celebración en la que cada 4 de septiembre más de 44 países participantes tratan de promover una mayor conciencia social sobre la salud sexual.
Este año, la organización ha puesto el enfoque en los aspectos emocionales de la sexualidad y la necesidad humana de vinculación. La celebración parte de la idea de que el amor y la intimidad son “una posibilidad para todos y todas, sin importar la forma de sexualidad con las que se identifiquen”.
El objetivo es romper la idea de que “la sexualidad es solo tener sexo”, pues “las expresiones y el disfrute del amor y la intimidad son diversos y deben ser reconocidos, respetados y protegidos”, destaca la organización.
Asimismo, desde la WAS recuerdan que no hay lugar para la discriminación, pues “el amor y la intimidad son tan diversos como la sexualidad misma”.
Por ello, invitan a participar a todos y todas, sin importar la edad, sexo, religión, orientación sexual, color de piel, estatus socio-económico, nivel educativo, cultural o diversidad funcional.
En definitiva, el mensaje es que el ser humano necesita mantener un estado de bienestar físico, mental y social saludable en torno a la sexualidad; una idea que también abandera la Organización Mundial de la Salud.
Salud sexual, la asignatura pendiente
Parte fundamental del trabajo de la Asociación Mundial para la Salud Sexual pasa por alentar tanto a instituciones sociales, culturales, políticas y profesionales, a que se impliquen en la celebración de este día.
Una de las personas encargadas de recoger el testigo de este llamamiento es la sexóloga y psicóloga Carmela Cobo, también miembro de la Asociación de Especialistas en Sexología (AES). Desde hace años realiza talleres, charlas y actos para conseguir que la sexualidad humana sea abordada de manera natural y saludable.
Celebrar actos, como el que, por ejemplo, tuvo lugar el pasado sábado en Sabiote (Jaén), -y donde ella misma participó-, es el punto de enclave para conectar con la población en general.
Apostar por eventos en los que la sexualidad humana se “escape” un poco del ámbito académico, favorece la asistencia de varias generaciones de personas así como a que se hable, dialogue y se aprenda en un ambiente lúdico y festivo sobre sexualidad, según nos cuenta la propia Carmela.
Según Cobo, hoy es un día vital para poner el acento en la sexualidad. No obstante, “la salud sexual sigue siendo la asignatura pendiente en nuestra sociedad y todavía estamos muy lejos de alcanzar este objetivo. La concienciación está muy lejos de ser la correcta, pues aún hoy en día existen demasiados mitos en torno a la vida sexual”.
Para derribar los mitos que persisten en torno a la sexualidad y preservar la salud sexual de la población, Cobo subraya la necesidad del trabajo conjunto de las administraciones, poniendo especial énfasis en la educación y la sanidad.
“Es necesario que las administraciones incluyan la salud sexual como un valor importante de la sociedad y trabajen juntas hacia ella”, reivindica.
Además, matiza, “la concienciación también debe llegar desde los propios profesionales de la salud”, de los que destaca, que “de ellos depende hacer un esfuerzo en que los conocimientos científicos de la sexología sean trasladados a la población”.
“Si hay algo que el ser humano es, es que es sexuado. Obviar que la sexualidad es parte primordial del ser humano y no enseñar y trasmitir los conocimientos que una persona necesita para una correcta salud sexual, es la tarea pendiente que nos queda por abordar”.
Expresiones saludables del amor y la sexualidad
Son muchos los mitos en torno al amor y la sexualidad. La dependencia emocional es uno de ellos. Ante ello, hay que decir que “necesitar a otra persona para vivir correctamente tu intimidad y tu sexualidad no es verdad”, asevera la sexóloga.
¿Es necesario amar a alguien para tener relaciones sexuales con esa persona? O, por el contrario ¿se necesitan tener relaciones sexuales con una persona para demostrarle amor? Cobo responde que “depende de lo que yo quiera demostrar a esa persona o lo que esa persona esté dispuesta a aceptar de mí”.
Así pues, “se puede amar mucho a una persona y no tener por qué tener sexo con ella para demostrarle nuestro amor”, sostiene la experta. Simplemente no es imprescindible, es una decisión personal, añade.
“No es verdad que no se pueda vivir sin practicar sexo, pues no por ello vamos a dejar de ser seres sexuados. Hay que recalcar que no es necesario ni obligatorio. Depende de las decisiones que uno tome consigo mismo y con su pareja”.
Ética de las relaciones
Al evento celebrado el pasado sábado en Sabiote (Jaén), asistió Félix López, catedrático en psicología por la Universidad de Salamanca y considerado el inductor de la teoría del apego en la psicología española.
La ética sexual y amorosa es todavía un campo olvidado por la sexología y la educación sexual. No obstante, “con ética es como vale la pena vivir”, recalcó Félix López, quien lleva años contribuyendo a esta área con sus aportaciones en el estudio de la psicología de la sexualidad.
De hecho, su prolífica labor ha contribuído a la profundización de la vinculación afectiva y emocional en relación a la sexualidad (empatía, comportamiento prosocial, altruismo…).
En su intervención, destacó que la sexualidad y libertad han de ir de la mano y que “no somos ni monógamos ni polígamos, pues tenemos el patrimonio de la libertad.”
“Si somos libres, el resultado es que uno es dueño de su biografía sexual y amorosa y puede tomar decisiones sobre ella”, declaró Félix López.